Ecológico, más ecológico, el más ecológico
Ecológico, más ecológico, el más ecológico
Un estándar de ASTM brinda una guía para especificar los productos forestales preferibles ambientalmente. Ahora reconocidos por LEED y el programa BioPreferred de USDA, el estándar está adquiriendo fuerza.
Digamos que está comprando madera, papel, u otro producto forestal y quiere saber que provino de un bosque bien gestionado. Puede comprar un producto etiquetado por un programa de certificación forestal como el Consejo de Administración Forestal, el Programa para el Reconocimiento de Certificación Forestal, o la Iniciativa de Forestación Sostenible. Pero un producto certificado puede no estar disponible o puede salirse de su presupuesto.
…O digamos que usted es un desarrollador de estándares, y quiere crear una especificación para productos forestales certificados. Si sigue los requisitos esenciales del Instituto Nacional Estadounidense de Estándares: Requisitos del debido proceso para los estándares nacionales estadounidenses, no querrá especificarlos por nombre de marca (etiqueta ecológica) porque el documento prohíbe el uso de términos comerciales: “debe evitarse que parezca que un estándar avala cualquier producto, servicio, o empresa en particular”.
…O digamos que usted es un funcionario federal de adquisiciones de los EE. UU. y quiere especificar productos forestales certificados en una solicitud para propuestas. Sabe que no puede especificarlos por la etiqueta ecológica, porque violaría el acuerdo de adquisiciones gubernamentales de la Organización de Comercio Mundial, que prohíbe “especificaciones técnicas que requieran o se refieran a una marca comercial o a un nombre comercial en particular”, a menos que no haya alternativa. Y aún así, la especificación debe incluir “o equivalente” para permitir medios de prueba alternativos.
Lo que se debe hace en todos estos casos es especificar los criterios, y aceptar las etiquetas ecológicas como una — pero no la única — forma de prueba de cumplimiento. Pero, asumiendo que usted no es un experto en certificación forestal, ¿cómo puede saber qué criterios usar para no solo definir la buena forestación, sino para definir los medios de verificación y rastreo del producto?
El comité de ASTM International sobre madera (D07) intervino y creó una guía que responde a esta pregunta — Practice for Categorizing Wood and Wood-Based Products According to Their Fiber Sources (Práctica para categorizar la madera y productos basados en madera según sus fuentes de fibra) (D7612).
La importancia de la guía
El estándar D7612 es una forma de describir, en base a atributos de sostenibilidad, tres categorías de madera y fuentes de fibra: fuentes certificadas, fuentes responsables y fuentes no controversiales (o “legales”).
Cada categoría tiene cuatro conjuntos de criterios: el contenido substancial y el sistema de gobierno para controles aceptables de prácticas forestales y los requisitos de trazabilidad y verificación para documentación aceptable.
En otras palabras, el estándar D7612 no es un nuevo estándar de forestación; es un “meta estándar”, o guía, para el uso de otros controles. En vez de confiar en nombres de marca, permite la especificación por categorías que brindan una forma rápida para especificar los criterios básicos.
El estándar D7612 fue desarrollado por el Subcomité D07.08 sobre Bosques, cuyos miembros querían facilitar, no solo hacer posible, la compra de productos de productores que usan buenas prácticas forestales. Querían ayudar a aumentar la demanda de productos certificados y, al mismo tiempo, aprovechar otros controles, incluyendo programas regulatorios, para reforzar los buenos programas y evitar la redundancia. También querían cumplir requisitos legales y de políticas — apoyados por la OMC y otras organizaciones internacionales de estándares —, que las especificaciones técnicas no sean discriminatorias, sean objetivas y verificables y eviten los obstáculos necesarios para el comercio.
Cómo se hizo
El subcomité no inventó las categorías y los criterios sin fundamento. Más bien, reunió convenciones relacionadas a forestación sostenible que evolucionaron en 50 años de regulación y 20 años de certificación voluntaria.
Por ejemplo, desde 1997, el Reino Unido fue el pionero en practicar la diferencia entre fuentes “legales” y “sostenibles” en sus políticas gubernamentales de adquisición de madera. Desde entonces, veintiséis países adoptaron políticas de adquisiciones de madera, casi todos siguiendo el marco del Reino Unido. El subcomité D07.08 adoptó la misma distinción, con una terminología ligeramente diferente.
De forma similar, el subcomité derivó los criterios relacionados a la tala ilegal de las enmiendas a la Ley Lacey de los EE. UU. del año 2008, que hizo ilegal comercializar madera de tala ilegal. La categoría de fuentes no controversiales (legales) en el estándar D7612 se define más ampliamente pero incorpora el enfoque de la Ley Lacey para su aplicación, que requiere la “práctica del debido cuidado” para evitar fuentes de madera de alto riesgo. El requisito del “debido cuidado” de Lacey se desarrolla en mucho más detalle mediante un acuerdo entre el Departamento de Justicia de los EE. UU y Gibson Guitars y un Estándar Nacional Estadounidense integral de 2015 para la Debida diligencia en la compra/obtención de madera legal. Como un ejemplo de su impacto, un requisito de la Ley Lacey es que las fuentes de madera deban ser trazables al país de recolección. De no ser así, se consideran como fuentes “desconocidas” y no están cubiertas por el estándar D7612.
Una categoría especial
Otra categoría en el estándar D7612, fuentes responsables, captura los controles necesarios para tratar con las “externalidades” clásicas — los impactos ambientales sobre recursos públicos como el aire y el agua. En la silvicultura, los más importantes de estos son los impactos sobre la calidad del agua y las tierras pantanosas, el uso de productos químicos y las especies amenazadas y en peligro de extinción. Las mejores prácticas de gestión para proteger la calidad del agua no siempre están reguladas directamente [p.ej., no están cubiertas por criterios para fuentes no controversiales (legales)], por lo que una fuente responsable debe cubrir esta brecha. La Iniciativa de Forestación Sostenible fue la pionera para realizar este enfoque en su estándar de Abastecimiento certificado, haciendo que las mejores prácticas de gestión sean un requisito en los contratos de adquisición de madera. El estándar D7612 expande los controles potenciales para incluir programas provinciales, estatales y federales que exijan las mejores prácticas de gestión, a través de regulación u otros medios vinculantes. Implementar estos últimos controles requerirá dos nuevas verificaciones de terceros: que un programa gubernamental cumpla los criterios del estándar y que un productor pueda trazar su madera con ese programa. El estado de Oregon ha desarrollado recientemente ambas verificaciones, brindando un modelo potencial para otros programas gubernamentales para calificar la madera producida bajo su jurisdicción como una fuente responsable.
Si el cumplimiento legal es la línea base y la certificación completa es la aspiración, ¿por qué incluyó el subcomité esta categoría intermedia para fuentes responsables? En parte, la respuesta es práctica. De acuerdo con la Organización para la alimentación y la agricultura de las Naciones Unidas, solo el 14% de la madera recolectada en Norte América es de bosques certificados. Es más, las oportunidades para crecimiento están limitadas porque más del 90% del suministro de madera comercial en los Estados Unidos proviene de tierras de propiedad privada, y la mayor parte proviene de bosques de propiedad de familias e individuos con parcelas pequeñas. A pesar de que muchos están certificados por el Sistema estadounidense de campos de árboles (American Tree Farm System), este aún es un pequeño porcentaje del suministro.
La categoría de fuentes responsables brinda tanto a los propietarios de los bosques como a las agencias gubernamentales un incentivo para aumentar el uso de las mejores prácticas de gestión, ya sea a través de certificación voluntaria o de personal confiable, así como la aplicación de programas gubernamentales. El beneficio del mayor cumplimiento con estas prácticas es real. Hace tan solo un tiempo, en julio de 2016, la Agencia de protección ambiental de los EE. UU. concluyó que no se necesitan reglamentos adicionales para caminos forestales bajo la Ley del agua limpia, en parte, por la contribución de programas como el programa de Abastecimiento certificado de SFI.
Formas de utilización
El estándar D7612 fue utilizado por primera vez públicamente en el Código internacional de construcción sostenible de 2012 como una fuente potencial de créditos para materiales de construcción. El IGCC otorga el mismo crédito tanto a fuentes responsables como a fuentes certificadas. Luego, en 2015, el Departamento de Agricultura de los EE. UU. publicó guías revisadas que implementan el programa de etiquetado BioPreferred, que ayuda a aumentar la compra y el uso de productos bióticos. Estas guías incorporan las categorías del estándar D7612, que establecen que los productos de madera de las tres fuentes (no controversiales, responsables y certificadas) cumplen el requisito del programa para innovación. Pueden clasificarse como productos bióticos si pasan por la prueba de contenido.
Y, el año pasado, el estándar D7612 obtuvo más visibilidad cuando el Consejo de construcción sostenible de EE. UU. anunció un nuevo programa piloto “Rutas de cumplimiento alternativas” para productos forestales en sus estándares de Liderazgo en energía y diseño ambiental, usando categorías del estándar D7612. Antes, solo los productos certificados por FSC podían obtener créditos LEED. Sin embargo, los ACP del programa piloto permiten créditos para todas las fuentes certificadas, siempre que estén “agrupados” con otros dos requisitos: 100% de la madera y fibra utilizada en el proyecto LEED debe provenir de fuentes no controversiales (legales), y 70% debe provenir de fuentes responsables.
Conclusión
El estándar D7612 está brindando mejores herramientas al mercado para incentivar el uso de productos de bosques bien gestionados y, por tanto, expandir el uso de prácticas forestales sostenibles a nivel mundial. El Comité sobre madera de ASTM fue el lugar ideal para lograrlo, por nuestra experiencia técnica y porque desarrollamos estándares mediante procesos abiertos de consenso que cumplen los requisitos de ANSI y de la Organización de Comercio Mundial.
Al desarrollarse en el sector privado, el estándar cumple los requisitos de la circular A-119 de la Oficina de gestión y presupuesto de la Casa Blanca, que ordena a las agencias gubernamentales de EE. UU. usar estándares de consenso voluntario cuando sea posible, en vez de estándares únicamente gubernamentales. Este enfoque también sigue las orientaciones de la Comisión de comercio federal de los EE. UU. en el sentido de que las reivindicaciones de marketing “ecológico” deben basarse sobre estándares de consenso voluntario. Como un estándar internacional, bajo el Acuerdo de adquisiciones gubernamentales, las agencias gubernamentales pueden — o incluso están obligadas a — usarlo como una base para especificaciones técnicas.
Antes del estándar D7612, los encargados de las especificaciones tenían pocas alternativas para usar etiquetas ecológicas. Ahora, este estándar les ofrece una plataforma de marca neutral con más y mejores opciones, facilitando la especificación y compra de productos de buenas prácticas forestales y hace una diferencia real en los bosques del mundo.