Las voces de los consumidores marcan la diferencia

Recuerdo ir de compras a Walmart una tarde con mi hijo James, que en ese momento tenía un año de edad. Se cansó rápidamente de caminar e insistió en viajar “en la cesta grande, mamá, por favor”. Lamentablemente, cumplí con su pedido.

En pocos minutos, se paró en el carrito y rápidamente cayó de cabeza al piso de linóleo. Afortunadamente, James no se lesionó. A la mamá le tomó mucho más tiempo recuperarse del incidente.

Irónicamente, en ese momento yo era gerenta de personal en ASTM International y proporcionaba respaldo al proceso de desarrollo de estándares en nuestro Comité sobre Productos de consumo (F15). A la semana siguiente, algunos miembros de ese grupo se habían reunido para hablar sobre los estándares para dispositivos de seguridad en carritos de compra.  No hace falta decir que yo estaba muy interesada en observar esta reunión organizacional del Subcomité sobre Seguridad de carritos de compra (F15.56).

Me enteré de que más de 20 000 niños menores de 5 años se lesionan anualmente con carritos de compra, y escuché atentamente a los expertos de seguridad que explicaron cómo, cuando los niños se paran en la cesta del carrito, su centro de gravedad está por arriba de la altura de la cesta y eso produce un considerable riesgo de caída.

Y algo igualmente importante: también escuché a representantes de los consumidores en el comité hablar sobre la necesidad de un mejor etiquetado y más educación para los consumidores. En efecto, su información ayudó a dar forma a los diseños de etiquetas para carritos de compra que alertaran a los consumidores sobre el posible riesgo y las mejores prácticas de seguridad de los niños cuando se usa el carrito.

Como resultado de su información, la nueva etiqueta y otros requisitos de seguridad se incorporaron a la Especificación estándar de desempeño de seguridad del consumidor para carritos de compra (designada actualmente como F2372-15). Además, la industria respondió a las inquietudes de los clientes con un amplio esfuerzo educacional para distribuir más información necesaria en el punto de uso, en tiendas minoristas y en otros sitios apropiados como consultorios pediátricos y en Internet.

Este es solo un ejemplo de la manera en que las voces de los consumidores marcan la diferencia en los comités técnicos de ASTM International. Hay muchos otros ejemplos que podría compartir, habiendo trabajado con el F15 durante casi 20 años.

Los consumidores son fundamentales para el proceso de desarrollo de estándares y para asegurar que ASTM International produzca los mejores estándares posibles para todos nosotros. Los consumidores, activistas de organizaciones de consumidores y representantes de organismos gubernamentales centrados en el consumidor aportan una especial e importante perspectiva de conocimientos y experiencia al trabajo de estándares. Como resultado, muchas personas reciben un impacto positivo de los estándares de productos de consumo que desarrolla ASTM International, desde juguetes hasta velas, equipos deportivos, patios de juegos, productos juveniles y mucho más.

Debido a que ASTM International concede tan alto valor a la información de los consumidores, nos esforzamos para facilitar lo más posible su participación. Por ejemplo, ofrecemos membresías de afiliados sin costo, así como capacitación, a todos los miembros consumidores. Además, hemos proporcionado reembolsos de viaje para ayudar a los consumidores interesados a participar en las reuniones de desarrollo de estándares. Y por supuesto los consumidores, al igual que todos los miembros, pueden participar plenamente en el proceso de votación.

Mis años de respaldo al Comité sobre Productos de consumo fueron increíblemente gratificantes. He visto de primera mano lo decisiva que es la voz de los consumidores para fomentar inteligentes discusiones y debates a la vez que ayuda a esclarecer los datos y las pruebas. No es un trabajo fácil, pero es de una importancia fundamental.

Dentro del marco abierto, equilibrado e impulsado por el consenso de ASTM International: comités técnicos, fabricantes, minoristas, laboratorios de pruebas, sector académico, grupos de consumidores, representantes gubernamentales, expertos en seguridad, consultores y, sí, incluso mamás, papás, hermanos, hermanas, abuelas y abuelos, todas las partes confluyen para mejorar la seguridad de los productos de consumo. Doy gracias por todos ellos.

Katharine E. Morgan
Presidenta, ASTM International