¿Qué es la resiliencia?

¿Qué es la resiliencia?

Definición de un término crítico

No se puede esperar progresar en el análisis de la pregunta claramente y con simpleza, y esperar que el lector comparta la visión de uno, sin antes definir claramente los términos y conceptos. – Carl von Clausewitz1

El término "resiliencia" se escucha en las discusiones de las reuniones de desarrollo de estándares, en la comunidad de diseño y construcción, y en cada nivel gubernamental, especialmente dentro del contexto de sostenibilidad. Pero ¿qué es exactamente la resiliencia?

Una breve investigación en Internet nos muestra la complejidad del término y sus diversas formas. La página web de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias de los EE. UU., por ejemplo, muestra un documento con no menos de 25 definiciones de resiliencia, deducidas de una serie de entidades de fijación de estándares, profesionales y organizaciones comerciales. Incluso, hay más definiciones para tipos específicos de resiliencia, como la resiliencia costera.

¿Por qué definir la resiliencia?

Un exceso de definiciones — algunas similares, ninguna idéntica — no consigue crear la claridad requerida en la cita anterior de von Clausewitz. Se debe definir la resiliencia genéricamente para que pueda ser útil en el contexto del desarrollo de estándares. Solo una definición universal nos permitirá evaluar la resiliencia de los muchos materiales que estandarizamos y utilizamos.

En el Diccionario de Merriam-Webster, la resiliencia se define simplemente como:

La capacidad de un cuerpo distendido de recuperar su tamaño y forma después de una deformación causada especialmente por estrés compresivo.

Capacidad de recuperarse de, o ajustarse, fácilmente al infortunio o al cambio.

La primera de estas definiciones está fuertemente arraigada y es consistente con las definiciones de las propiedades físicas del plástico, caucho y muchos otros materiales en la terminología de ASTM. La segunda definición es más pertinente para el término en un sentido más amplio que estamos intentando establecer aquí.

Objetos y eventos

Para definir cualquier palabra, debemos mirar su contexto. En el contexto de los productos, la "resiliencia" se refiere a un objeto y su capacidad o falta de ella para soportar eventos con el transcurso del tiempo. Así, un puente y un teléfono móvil son objetos que esperamos puedan resistir a ciertos eventos en el transcurso de su vida útil.

A menudo, una convergencia exitosa entre un objeto y un evento — como un puente que soporta una tormenta o un teléfono móvil que cae de su escritorio — depende de qué tan bien se han diseñado las piezas del objeto para tolerar diversos impactos. En el caso de la construcción de edificios, los materiales que componen un objeto particular — como vigas estructurales, concreto, tablarroca, sujetadores, etc. — también son objetos en los cuales se puede evaluar la resiliencia.

De modo que la resiliencia puede ser entendida a nivel micro y macro. Se espera que los sistemas y objetos pasen por una serie de eventos en el transcurso de su vida útil, pero finalmente la resiliencia de un sistema se mide por lo bien que los objetos que lo componen funcionan juntos, con el paso del tiempo y, particularmente, bajo coacción. El sistema se descompone cuando uno o más de sus componentes falla y no se puede reparar el sistema o sustituir un componente fácilmente después de un evento.
Los humanos pueden anticipar, con mayores o menores niveles de exactitud, los tipos de eventos que pueden ocurrir en un cierto periodo de tiempo, en un cierto lugar. Hay eventos diarios (como una plataforma rodante golpeando la pared de la sala de correspondencia), eventos únicos (como huracanes Categoría 4) y aquellos que se espera ocurran una vez en siglos (un terremoto de gran magnitud).

Los eventos diarios son fáciles de anticipar. Se pueden predecir acontecimientos más intensos y menos comunes, en cierta medida, en base a la experiencia pasada en un cierto lugar. Pero ¿qué pasa con los acontecimientos que son difíciles de anticipar, como un coche bomba o un terremoto?

La evaluación de riesgos es inherente a la resiliencia. La probabilidad de que algo pase puede ser una variable dependiente del tiempo y una variable situacional. Por ejemplo, considere el riesgo de que ocurra un huracán Categoría 4 en Dakota del Norte versus Florida.

Definición del término

La realidad de la resiliencia es compleja. Pero tal vez se puede definir de una forma que considere el tiempo y el riesgo. Anteriormente mencionamos que hay dos categorías de tiempo asociadas con la resiliencia: esencialmente, "eventos del día a día", y aquellos que la mayoría de la gente concuerda que son "eventos extremos", como los huracanes, que ocurren con menos frecuencia. Muchos productos y edificios son resilientes en la vida cotidiana.

Podemos usar tablarrocas especiales, por ejemplo, para lidiar con la colisión entre una plataforma rodante y la pared en la sala de correspondencia. El uso de esos productos tiene sentido en esa configuración por el riesgo obvio de colisión. Un evento que ocurre rara vez requiere algo diferente.

Si se espera que el pasillo de la oficina de correos soporte una explosión y proteja a los que están en su interior, se puede utilizar algo como el concreto reforzado con acero (aunque se puede cubrir con algo como la tablarroca para brindar más funcionalidad en el día a día). Si equipamos un teléfono móvil con una carcasa a prueba de agua, se espera que funcione en caso de que caiga en un charco. Si no está protegido, podríamos colocarlo en una bolsa de arroz y esperar que recupere su funcionalidad inicial.

Pero eso hace surgir otra pregunta: ¿qué se entiende por "recuperar"? La resiliencia no es solo la capacidad de resistir sino también la de ser reparado. En teoría, y con los materiales correctos, las reparaciones después de eventos cotidianos serían innecesarias o simplemente raras. La reparación de la tablarroca en el corredor de la oficina de correos cada mes o incluso cada año no es práctica, de modo que se puede escoger una tablarroca resistente al impacto.

Pero si algo se puede reparar sin sustituirlo en su totalidad después de un evento más intenso, también es resiliente. Un huracán que inunda la misma sala de correspondencia puede dañar algunos pies de la parte inferior de la tablarroca, pero se la puede cortar y reemplazar. En este caso, la tablarroca resistente al impacto ofrece resiliencia al uso diario y en circunstancias más extremas.

Entonces, ahora tenemos una definición de trabajo para la resiliencia que cuenta para los diferentes acontecimientos o eventos que discutimos:

Resiliencia, s. — La capacidad de un objeto o material para resistir el desgaste diario en las circunstancias de servicio indicadas y esperadas y/o ser fácilmente reparado después de un acontecimiento más catastrófico sin la necesidad de una sustitución completa.

Esta definición también se refiere a mi observación de que la resiliencia se discute en el contexto de la sostenibilidad. Claramente los productos resilientes ahorran recursos, y eso es parte integrante de la sostenibilidad.

A pesar de que esta definición probablemente no está completa del todo y ciertamente se la puede debatir, hemos usado una discusión lógica para llegar a un sitio donde puede comenzar un ajuste fino. Y una vez finamente ajustada la definición, realmente podemos empezar a hablar sobre resiliencia, para la satisfacción de Carl von Clausewitz.

Referencias
1. Von Clausewitz, Carl, On War (Translated by Howard, Michael and Paret, Peter), Princeton University Press, 1976, p. 132.

Michael Schmeida es director de servicios técnicos en la Asociación del Yeso (Gypsum Association).

Issue Month
Septiembre/Octubre
Issue Year
2016
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