Acerca de los Drones

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Las aeronaves no tripuladas aún no tienen normas globales
POR:
Patricia Quigley

Monograph 9

Drones. También conocidos como sistemas de aeronaves no tripulados, evocan diversas imágenes. Capturan el estilo mental de Hollywood (desarmando células terroristas en tierras lejanas) y atrapan la atención en los medios de comunicación (como cuando arrestaron a un hombre por supuestamente volar uno cerca de la Casa Blanca).

Pero tienen muchos usos, desde la aplicación de la ley estadounidense en vistas de la seguridad nacional hasta científicos que realizan evaluaciones del medio ambiente, desde empresas que evalúan la seguridad de edificios hasta personas capturando videos aéreos de sus cursos de agua naturales favoritos.

Philip Kenul, vicepresidente del Comité F38 de ASTM sobre Sistemas de Aviones sin Tripulación, dijo: “Hacen el trabajo sucio, aburrido y peligroso que antes hacían las aeronaves con tripulación”.

Beneficios

De hecho, tienen varios beneficios; estos aviones sin tripulación vienen en una gran variedad de formas y tamaños, algunos son más pequeños que los aviones modelo controlados por radio y algunos tienen la envergadura de un jet.

“Son económicos, eficientes y favorables con el medio ambiente”, dijo Kenul.

Las fuerzas militares de los Estados Unidos fueron los primeros usuarios del equipo, al emplear aviones operados de manera remota ya en 1917, donde los aviones sin piloto tuvieron roles activos en los conflictos de Vietnam, el Golfo Pérsico y los Balcanes.

Más recientemente, según Theodore (Ted) Wierzbanowski, presidente del Comité F38, las fuerzas militares de los Estados Unidos utilizaron dispositivos sin tripulación de altitud alta y media y, posteriormente, dispositivos más pequeños en acciones en Irak y Afganistán. “Ahorraron muchas vidas en el campo de batalla”, dijo Wierzbanowski. “Utilizaron los sistemas más pequeños para ver ‘por encima de la colina’ a quienes podrían dispararles y, más tarde, para buscar dispositivos explosivos improvisados”.

Kenul, vicepresidente sénior de aviación y operaciones de la firma de ingeniería aeroespacial con sede en Alabama TriVector Services Inc., afirmó que los aviones sin tripulación además ayudaron a reducir algunos de los peligros que enfrentan los seres humanos en situaciones no militares. Citó el uso casi exclusivo del avión sin tripulación para tareas de fumigación aérea a poca altura con aviones sin tripulación en Japón, que ha eliminado la preocupación sobre pilotos lesionados en accidentes y expuestos a los pesticidas.

Además, los drones benefician al medio ambiente. Kenul comentó sobre los viajes de cacería de huracanes, donde pasaron de consumir 750 galones de combustible para aviones por hora en vuelos con tripulación a 75 galones por hora en vuelos sin tripulación, generando una menor huella de carbono, además de las ventajas de seguridad obvias para los investigadores.

Controversia

Sí, los drones tienen muchos beneficios, pero también acarrean peligros o controversias.

Los informes recientes detallaron un incidente en julio en el cual dos aviones que volaban en el hiperactivo Aeropuerto Internacional John F. Kennedy en Nueva York, Nueva York, estuvieron a menos de 100 pies de una aeronave no tripulada, uno de ellos pasaba por debajo de la nariz del avión a una altitud de 800 a 900 pies y el otro por debajo del ala derecha de un avión Delta cuando este se preparaba para aterrizar. La FAA dijo que ninguno de los aviones tuvo que tomar medidas evasivas y ambos pudieron aterrizar de manera segura. Si un dron hubiera golpeado algunos de los aviones en un punto o momento vulnerable, el resultado podría haber sido muy diferente; los dispositivos podrían haber dañado un motor, parabrisas o cualquier otra parte crítica del avión.

Wierzbanowski dijo que el uso de drones no militares comenzó a proliferar en la última década y los usuarios se encontraban y se encuentran realizando algunos movimientos poco inteligentes e inseguros con ellos. Los incidentes como el del Aeropuerto Kennedy ilustran de manera drástica la necesidad de normas, exigidas por la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos.

“Aunque estos incidentes a corto plazo obtienen publicidad en la actualidad, la FAA se dio cuenta que ya había problemas en 2007 y emitió una declaración de políticas relacionada con el uso de pequeños sistemas de aviones sin tripulación (UAS) para fines comerciales ” dijo Wierzbanowski, un Coronel retirado de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos y jubilado de la empresa AeroVironment con sede en California, que desarrolla aviones sin tripulación y sistemas de energía eficiente. “En esta declaración de políticas se afirmó que ninguna persona está autorizada a volar un UAS pequeño en respaldo de los negocios comerciales a menos que reciban aprobación de la FAA”.

Wierzbanowski, quien participó desde el principio en el desarrollo de normas de trabajo para los dispositivos, dijo que los esfuerzos por integrar los aviones sin tripulación al Sistema Aeroespacial Nacional en realidad comenzaron en la década del 90 con el programa Environmental Research Aircraft and Sensor Technology (Tecnología de Sensores y Aviones de Investigación del Medio Ambiente) de la NASA, para aviones sin tripulación de gran altitud y gran resistencia utilizados para investigación científica. Debido a estos esfuerzos tempranos, la FAA y otras entidades que trabajaban en el área reconocieron la complejidad de los problemas relacionados con los dispositivos, incluso la manera de integrarlos al Sistema Aeroespacial Nacional.

La FAA observa que la “introducción [de sistemas de aviones sin tripulación] al espacio aéreo de la nación es un desafío para la FAA y la comunidad de aviación. Los UAS deben estar integrados con el espacio aéreo más activo y complejo del mundo, uno que está evolucionando desde las ayudas de navegación basadas en tierra hasta el sistema basado en GPS de NextGen”.

La FAA, quien primero autorizó el uso de aviones sin tripulación en el espacio aéreo de Estados Unidos en 1990, exige que la integración sea segura, eficiente y oportuna. Si bien observa que la seguridad es la principal misión, la FAA afirma que “se compromete a reducir demoras y mejorar la mayor confiabilidad del sistema. Esta nueva tecnología tiene una seguridad potencial y beneficios económicos significativos para ayudar a lograr esos objetivos”.

Para garantizar la seguridad, eficiencia y efectividad, es necesario tener normas que rijan el desarrollo y el funcionamiento de UAS.

Según Wierzbanowski, en abril de 2008 la FAA contrató a un Comité de Reglamentos de Aviación para examinar la base normativa para permitir a los UAS pequeños realizar operaciones comerciales en los Estados Unidos. La FAA se acercó a diversas organizaciones de desarrollo de normas y finalmente seleccionó al Comité F38 de ASTM en 2010 para el desarrollo de las normas.

Wierzbanowski calcula que en la actualidad existen de tres a cuatro millones de aviones sin tripulación, para uso de consumidores, público y comercial, que se encuentran en el cielo. Si bien la mayoría son utilizados por consumidores con fines recreativos, ascienden desde el suelo hasta más de 50,000 pies para uso público, para combatir incendios, para ayudar en catástrofes, búsqueda y rescate, para agentes del orden público y otros esfuerzos de personas que responden a la emergencia en primer lugar además de investigación científica, capacitación militar, pruebas y evaluación. La FAA también permite su uso en operaciones seleccionadas no recreativas que denomina “situaciones de bajo riesgo controladas”.

La FAA, que describe normativa integral en cuanto a quién puede utilizar aviones sin tripulación, no requiere aprobación de aquellos que utilizan los aviones con fines recreativos (aunque sí tiene pautas para ellos, tales como la limitación de los aviones a menos de 55 libras, a menos que estén certificados por una organización con base en la comunidad del aeromodelismo). Sin embargo, la FAA exige que las organizaciones obtengan un certificado de renuncia o autorización para utilizar los dispositivos con fines comerciales civiles (no gubernamentales) y públicos (gubernamentales).

Según el Centro de Estudio de Drones en Bard College, la FAA comenzó a dictar las exenciones de la Sección 333 para fines comerciales en septiembre de 2014 para “determinadas operaciones de drones comerciales de bajo riesgo”. A partir de julio, se permite a más de 700 firmas volar drones con fines comerciales, número que aumenta en 50 por semana, según el centro. Más del 45 % de dichas exenciones corresponden a empresas de fotografía/filmación. La FAA además ha dictado exenciones en los campos de servicios públicos/energía/infraestructura, bienes raíces, agricultura, construcción, educación, servicios de emergencia y otras áreas varias.

ASTM: Parte del Futuro de UAS

Establecido en 2003, el Comité F38 trata temas relacionados con el diseño, el desempeño, las pruebas de aceptación de calidad y la supervisión de seguridad de UAS con participación de fabricantes de aviones sin tripulación y sus componentes, entidades federales, profesionales del diseño, sociedades profesionales, profesionales de mantenimiento, asociaciones comerciales, organizaciones militares y academias. El comité se centra principalmente en las normas que respaldan las nuevas normas y procesos de certificación que permitirán a los UAS pequeños volar en el espacio aéreo civil con fines comerciales en los Estados Unidos y otros países.

Los 130 miembros del comité de 17 naciones tienen jurisdicción sobre más de 16 normas que cubren, en gran parte, aeronavegabilidad; operaciones de vuelo y capacitación, calificación y certificación de personal. Las normas existentes y las normas en desarrollo comprenden el diseño, la construcción y las pruebas; el mantenimiento y la aeronavegabilidad continua; el control de calidad; la aceptación de producción; las operaciones sobre las personas y las operaciones más allá de la línea visual.

Aún queda mucho por hacer. Y hay diversas preguntas pendientes de respuesta sobre aviones sin tripulación, incluso quiénes pueden volar, por ejemplo, sobre la casa de alguien y a qué altura, si un vecino puede hacer volar al dispositivo a la altura de una cerca o si el personal de emergencia puede cruzar el cielo a cientos de pies por encima del techo de una vivienda.

“El motivo por el que estamos tan interesados en el desarrollo de normas es que todos los fabricantes y operadores actúan conforme a un juego de reglas”, dijo Kenul. “En la actualidad, estamos un poco como en el salvaje Oeste. Nadie sabe qué normas utilizar para armar y operar sus plataformas. ASTM se está ocupando de eso”.

Wierzbanowski afirmó que el comité espera la aceptación de personas físicas y jurídicas que deseen operar sistemas sin tripulación para otros fines diferentes a los recreativos. Y las normas proporcionarán datos útiles a los reguladores de todo el mundo. “A largo plazo, estas normas serán el catalizador de otras reglas formales”, dijo.  “De corto a mediano plazo, estas normas serán un habilitador clave para cualquier entidad que desee volar un avión sin tripulación con fines comerciales”.

Patricia Quigley es una galardonada periodista y profesional de relaciones públicas que ha escrito para publicaciones locales, regionales, nacionales e internacionales. Reside en el sur de Nueva Jersey, en donde obtuvo su Licenciatura en Comunicación y su Maestría en Redacción en la Universidad de Rowan.

Issue Month
Septiembre/Octubre
Issue Year
2015
COMITÉ:
Committees
F38