Alquimia moderna
Ya en la década de 1950, unos pocos visionarios contemplaban una nueva forma de mirar el mundo, y una nueva tecnología para llevarnos allí. La idea fundamental era remodelar los elementos conocidos de la química construyendo desde el nivel atómico hacia arriba, una especie de nueva alquimia. El primer uso del término nanotecnología para describir esta búsqueda surgió en las décadas de 1970 y 1980. Desde ese momento, la ciencia comenzó a brindar los avances que habían imaginado las generaciones anteriores.
Uno tras otro, los investigadores descubrieron el buckminsterfullereno C60, una especie de estructura de carbono no conocida ni imaginada, seguida por la creación de nanotubos de carbono y la manipulación de átomos individuales. En poco tiempo, la curiosidad científica comenzó a florecer, moviéndose más allá de unos pocos laboratorios hacia la industria. En respuesta, en el año 2005 se creó el Comité E56 sobre Nanotecnología. Celebrando su décimo aniversario este año, el comité tiene actualmente alrededor de 170 miembros, que representan a 19 países, y ha publicado 12 normas y otras cinco se encuentran en proceso de redacción.
Los comienzos
Según Debra Kaiser, Doctora en Ciencias, directora de un programa técnico en El Instituto Nacional de Normas y Tecnología, Gaithersburg, Doctor en Medicina, y actual presidente del Comité E56, una de las normas de vital importancia desarrollada por el comité es la E2535, Guía para la Manipulación de Partículas Nanométricas sin un Diseño Consolidado en Situaciones Profesionales. Promulgada primero en 2007, representa un compromiso con la seguridad y los controles para todas las operaciones y actividades involucradas en el manejo de los nanomateriales, afirma Kaiser.
Después de esa primera norma, se reestructuró el Comité en su conjunto. El objetivo, según Vicente Hackley, Doctor, director de un proyecto en el NIST, era abordar mejor las necesidades cambiantes de las agencias reguladoras y de la industria.
Como ejemplo, señala Hackley, el Subcomité E56.02 sobre la Caracterización Física y Química, copresidido por Alan Rawle, Doctor, Malvern Instruments, y Hackley, inicialmente abarcaba todos los tipos de caracterización de nanomateriales (técnicas tradicionales y novedosas para describir y definir una sustancia), incluyendo su relación con los procesos biológicos. Pero el subcomité ejecutivo reconoció que las normas físicas y químicas deberían separarse de las normas biológicas, por eso se revitalizó el Subcomité E56.03 sobre el Medio Ambiente, Salud y Seguridad, y se reclutó a dos presidentes del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo para aportar su experiencia en el sector biológico. Dada la importancia de la caracterización biológica y los temas de seguridad, el Subcomité E56.03 sobre el Medio Ambiente, Seguridad y Salud obtuvo desde entonces una importante participación e interés por parte de la NIOSH y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).
Kaiser explica que las agencias tienen un papel importante en la nanotecnología. NIOSH, la agencia federal que protege la seguridad y la salud de los 155 millones de trabajadores del país, requiere de normas para evaluar efectos potenciales sobre la salud de trabajadores que se exponen a nanomateriales en los ambientes de fabricación. Por su parte, la FDA requiere normas para evaluar la seguridad de nuevos alimentos y medicamentos que contienen nanomateriales, y desarrolla normas para dichos productos.
El Subcomité E56.01, que primeramente se centró en la terminología y nomenclatura, evolucionó en el Subcomité E56.01 sobre Informática y Terminología. Este grupo se centró en abordar una gran preocupación para la industria, es decir, que los investigadores estaban generando una gran cantidad de datos sin medios claros para compartirlos o intercambiarlos. El trabajo del subcomité llevó al desarrollo de la E2909, Guía para el Formato Delimitado por Tablas de Investigación/Estudio/Ensayo para Nanotecnologías (ISA-TAB-Nano): Formato de archivo estándar para la Presentación e Intercambio de Información sobre Nanomateriales y Caracterizaciones.
Este documento creó un formato estandarizado para presentar información mediante el desarrollo de estructuras de archivos estándar. Nathan Baker, Doctor, miembro del laboratorio y director técnico del grupo de Modelado Computacional y Estadística Aplicada en el Laboratorio Nacional del Noroeste Pacifico, y líder conjunto del esfuerzo, explica que la necesidad de racionalizar la información, extraer datos y realizar simulaciones fue de vital importancia para desarrollar una norma. Baker, señala que el desarrollo posterior a la ISA-TAB-Nano, que especifica el formato para representar y compartir información sobre los nanomateriales, moléculas pequeñas y muestras biológicas (incluyendo metadatos y datos de resumen) utilizando hojas de cálculo o archivos delimitados por tabuladores, sigue siendo un esfuerzo impulsado por la comunidad que da la bienvenida a nuevos aportes y colaboraciones.
Más allá del laboratorio
Otro nuevo subcomité liderado por Aleks Stefaniak, Doctor, de NIOSH, generó un gran interés y entusiasmo, explica Kaiser. Identificado como el Subcomité E56.06 sobre Productos nano-activados para el consumidor, reacciona a la creciente preocupación de los consumidores y reguladores sobre el uso de productos nanotecnológicos. Actualmente hay unos 1,600 productos que los productores etiquetan o auto-describen como productos que contienen nanomateriales. Así que existe preocupaciones por los nanomateriales en estos productos, que se liberan por diversos medios y después causan que las personas se expongan a los nanomateriales potencialmente inseguros. Hasta el momento, el Subcomité E56.06 tiene una norma en el área de liberación que es de gran interés para los reguladores y para la industria, dice Kaiser.
De hecho, según Hackley, en los últimos años, las preocupaciones ambientales y de salud, incluyendo las relacionadas con los consumidores, en realidad tendieron a opacar los aspectos técnicos de la nanotecnología. Muchas personas en la industria están preocupadas porque podrían crear un nanomaterial que podría llegar a ser contraproducente, especialmente por la actual falta de directrices normativas claras. Para enfatizar el punto, Kaiser cita preocupaciones que se expresaron dentro de un grupo interagencial. Las personas de la industria compartieron información anecdótica sobre las compañías de seguros que, al enterarse de que una empresa estaba relacionada con la nanotecnología, cancelaba la cobertura de la empresa o elevaba sus tarifas bruscamente. Así que esta es un área de preocupación muy activa, dice.
El Comité E56 sobre Nanotecnología desarrolló dos estándares para delinear requisitos mínimos para la educación en nanotecnología a nivel universitario:
- E2996, Guía para la Educación de la Fuerza Laboral en Nanotecnología en Salud y Seguridad
- E3001, Práctica para la Educación de la Fuerza Laboral en Caracterización de la Nanotecnología
Debido a la falta de normas y directrices reguladoras, es de hecho difícil para cualquiera decir sin ambigüedad lo que es o no seguro. La UE emitió una política de regulación hace alrededor de dos años que considera el tamaño, la cantidad y la concentración de los nanomateriales. Sin embargo la industria ha estado luchando desde entonces para encontrar la manera de cumplir con la política de la UE y de convertirla en una guía práctica. Debido a estos problemas, la E56 tiene una oportunidad real de lograr un impacto, sobre todo en nuestro compromiso con las agencias reguladoras, dice Hackley.
Creemos que la E56.06 se convertirá en un subcomité muy activo, añade Hackley.
También mirando el crecimiento de la industria y la necesidad fundamental de personal debidamente capacitado, la E56 planteó territorio adicional. Hace tres o cuatro años se nos acercó un grupo que forma parte del Nanotechnology Applications and Career Knowledge (NACK), que es el Centro Nacional de Educación Tecnológica Avanzada NSF para el Desarrollo de la Fuerza Laboral de Nanotecnología.
Nos dijeron que les gustaría trabajar en el desarrollo de normas para establecer los requisitos mínimos para la educación en nanotecnología a nivel de grado, ya sea que los estudiantes estén tratando de acceder a puestos de técnico o busquen adquirir educación avanzada en el campo. En cualquier caso, había una necesidad real de definir las competencias básicas, fundamentales, explica Hackley. El resultado fueron las normas E2996, Guía para la Educación de Trabajadores en Nanotecnología en la Salud y Seguridad, y la E3001, Práctica para la Educación de Trabajadores en Caracterización de Nanotecnología.
También hemos hablado sobre formar un subcomité de educación separado y creo que se lo sugeriré al Subcomité Ejecutivo, Kaiser añade.
Una invitación
Para aquellos interesados en aprender más sobre la E56, la próxima reunión será el 9 y 10 de abril de 2015, en el NIST en Gaithersburg, Maryland. La inscripción a la reunión está disponible en el sitio web de la ASTM.
Alan Earls es un escritor y autor que aborda temas comerciales y tecnológicos para diarios, revistas y sitios web. Vive cerca de Boston, Massachusetts.