Clima y comunidad
En un video reciente de “The Guardian” se muestra un mes completo de fenómenos meteorológicos extremos en cerca de tres minutos y medio: inundaciones en Europa, Asia y los EE. UU., tornados en Canadá, deslizamientos de tierra en la India, temperaturas mortalmente altas en la parte oeste de Norteamérica e incendios forestales en Siberia¹. Y esos son solo algunos de los que tuvieron lugar en las últimas semanas.
Todas esas situaciones causan pérdidas humanas, como también puede verse en el video. Las condiciones meteorológicas extremas pueden costar vidas y aumentan los riesgos para la salud.
Mucho se ha hecho para abordar los distintos aspectos de los fenómenos meteorológicos extremos. A lo largo de los años, se han efectuado investigaciones y se han recabado y estudiado datos con la finalidad de medir el impacto que provocan las condiciones meteorológicas extremas en comunidades de todo el mundo. Y hay muchas labores en curso.
Un nuevo subcomité (E50.07) ha comenzado a trabajar en estándares necesarios para abordar la conexión que hay entre el clima y las comunidades. Este subcomité, parte del Comité sobre Evaluación ambiental, gestión de riesgos y medidas correctivas (E50), cuenta con grupos de tarea que ya trabajan en temas de terminología, mapeo y factores ambientales, sociales y de buen gobierno (ESG). Estos grupos de tarea han estado redactando anteproyectos y esbozando sus documentos previstos en preparación para las reuniones de octubre.
Barbara Maco, del Foro de Remediación Sostenible, desempeña funciones en el subcomité y dirige uno de sus grupos de tarea. Afirma que “Este es el momento para una colaboración público-privada impulsada por el consenso. Tenemos la voluntad política y los recursos financieros propuestos. Es muy importante que contemos con un enfoque exhaustivo y defendible con argumentos científicos para dedicar tales recursos”.
Un subcomité sobre el clima y las comunidades
Helen Waldorf, experta en cuestiones climáticas con muchos años de experiencia trabajando para el Departamento de Protección Ambiental del Estado de Massachusetts y la Agencia de Protección Ambiental de los EE. UU. (EPA), preside el nuevo subcomité. Sobre el grupo, afirma que “es una extensión de un enfoque basado en el riesgo”, arraigado ya en los estándares sobre cumplimiento ambiental, evaluación de sitios, divulgación de emisiones de carbono y otros temas que supervisa el comité E50. (Una adición reciente al portafolio de estándares del comité es la guía sobre resiliencia a los impactos climáticos mediante medidas correctivas [E3249], que delinea diversas técnicas para la evaluación y mitigación de los impactos del cambio climático y las condiciones meteorológicas extremas en los sistemas de remediación, limitaciones de actividad y uso, modelos de administración y actividades de remediación).
Waldorf añade que el nuevo subcomité y los estándares que desarrolla proporcionarán un enfoque de consenso para abordar los desafíos y las conexiones que hay entre el clima y las comunidades.
Piense en los efectos del humo de los incendios forestales, la exposición a sustancias peligrosas y la escasez de alimentos y agua. Tenga en mente también la escasez de energía y los cambios en los agentes infecciosos, desplazamiento de poblaciones, enfermedades cardíacas, pulmonares y otras afectaciones a la salud, alimentos, agua, enfermedades transmitidas por vectores, consecuencias para la salud mental y estrés. Todas estas situaciones se encuentran en el ámbito de consideración del comité.
La Dra. Stephanie Fiorenza es una especialista en tecnologías de remediación y consultora de Houston, Texas, EE. UU. Subraya que “El subcomité proporciona un espacio para hacer posible el reconocimiento del impacto de los cambios climáticos en las distintas comunidades y sus recursos, tanto en sus procedimientos de adaptación general como en las medidas de remediación y la administración de sus recursos hidráulicos, en lo que podría llamarse 'justicia medioambiental': la manera desigual en la que el clima impacta en las comunidades”.
Comencemos por la terminología
Uno de los primeros pasos del subcomité consiste en garantizar que sus miembros hablen el mismo idioma. Ha comenzado a trabajar en un estándar sobre terminología en el que se definirán los términos relacionados con el fenómeno del cambio climático, los impactos de las condiciones meteorológicas extremas en las comunidades humanas y las medidas correctivas ante estos.
Según Waldorf, “El subcomité tiene que resolver esta situación: ¿cómo hablamos de ello? Hay un montón de términos relacionados con el clima, como 'justicia ambiental' y 'equidad ambiental', que se usan sin ton ni son”, dice.
Cuando tienes más de 60 miembros con distintas formaciones profesionales que desempeñan funciones en distintas industrias, contar con una terminología común es aún más importante. Su trabajo será un recurso para otros estándares desarrollados por el subcomité y formará parte de estos.
Mapeo
El siguiente paso en la agenda, y tema para otro grupo de tarea, es el mapeo. Waldorf explica: “Ahora que estamos resolviendo cómo hablar de todo ello, ¿en dónde está? ¿Dónde están los problemas? Sospecho que se trata de personas que viven en territorios donde los bienes raíces no tienen mucho valor. En áreas industriales. En zonas de inundación, en lugares que cuentan con infraestructura muy deficiente, con escasos caminos en buenas condiciones, sin energía confiable, y más condiciones como estas”.
Ese objetivo, determinar dónde están los problemas, dónde hay riesgos importantes y delimitar tales áreas, es el centro de atención del grupo de tarea sobre Comunidades y mapeo. La guía de ASTM (WK76938) promoverá un método estandarizado para que las herramientas basadas en datos para el análisis de la justicia climática y social identifiquen aquellas comunidades para las que el impacto acumulado del cambio climático, la inequidad racial y la contaminación ambiental con múltiples orígenes representan una amenaza. Este enfoque ayudará a los usuarios (especialmente a los gobiernos locales) a identificar y priorizar las comunidades en riesgo con el objetivo de mitigar los impactos y robustecer su resiliencia.
Maco hace referencia a estudios en los que se han mapeado vecindarios urbanos y su clima. Los hallazgos publicados en el New York Times indican que “las zonas con población de color y de origen hispánico de menores ingresos presentan una temperatura cinco grados Fahrenheit más alta en promedio durante el verano. En algunas zonas, la diferencia puede llegar a 12 grados Fahrenheit”.
Adicionalmente, un informe de julio de 2021 documenta que estas disparidades de raza y de clase social se encuentran en más del 70 % de los condados por todo el territorio de los EE. UU.2
Fiorenza señala que EJ Screen de la EPA tiene una herramienta que proporciona información ambiental y demográfica general, como la ubicación de las instalaciones de desechos peligrosos cercanos, los sitios y el percentil de la población que obtuvo un diploma de escuela secundaria al buscar una ubicación.
La herramienta de la EPA, llamada "Climate Resilience Evaluation and Awareness – Risk Assessment Application for Utilities" (Evaluación y concientización de la resiliencia climática: aplicación de evaluación de riesgos para operadores de servicios públicos, CREAT), está diseñada para ayudar a los operadores de servicios públicos a entender mejor las condiciones meteorológicas actuales y de largo plazo. La herramienta ayuda a los usuarios a reflexionar sobre los problemas que los fenómenos meteorológicos extremos suponen y lo que es necesario tener en mente y proteger, y confeccionar informes sobre los costos y beneficios relacionados con la reducción de riesgos.
El alcance de la guía WK76938 explica cómo la herramienta CREAT “contribuyó a establecer el marco de trabajo para el Story Map (Esquema narrativo) de salud e infraestructura ecológica de la cuenca hídrica de Proctor Creek en Atlanta, Georgia, un proyecto impulsado por la comunidad”. Para ayudar a gestionar el agua de lluvia del lugar, el proyecto de infraestructura ecológica de la cuenca hídrica incluye diversos componentes terminados, en curso y previstos para reducir o evitar las inundaciones y los efectos de las islas de calor urbanas.
Con un estándar que contemple tales herramientas y su utilización, las partes interesadas contarán con una amplia base documental para evaluar los impactos del cambio climático en las comunidades vulnerables y robustecer la resiliencia de estas.
Comunicaciones: ESG
Un tercer grupo de tarea aborda las comunicaciones sobre factores ambientales, sociales y de buen gobierno (ESG) en una guía preliminar sobre cómo estas pueden estar relacionadas con el clima y las comunidades.
En el rubro de las comunicaciones y las políticas de comunicación, las diferentes naciones del mundo cuentan con pautas y requisitos distintos. Algo que tienen en común es un creciente interés en tal información y el hecho de que se estén implementando nuevas políticas.
En la Unión Europea, el Reglamento sobre Divulgación de Finanzas Sostenibles (SFDR) entró en vigor en marzo de este año. Su finalidad es promover las inversiones responsables y sostenibles. Y, como describe S&P Global, “¿Qué impacto tendrán mis decisiones de inversión en el planeta? Esta sencilla pregunta es la esencia del complejo SFDR”.
Una labor similar está ahora en curso en los EE. UU., donde la Comisión de Bolsa y Valores trabaja en proponer reglas para las comunicaciones de ESG. Estos factores y su información asociada han cobrado una creciente relevancia para muchos que buscan que sus inversiones reflejen sus valores. Y esto no se detiene allí.
En la primavera de 2020, la Iniciativa Financiera del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP) publicó una actualización a sus Principios para la Inversión Responsable (PRI), que proporcionan pautas para la industria, sector académico, entidades normativas, inversionistas, consumidores y comunidades. A la fecha, las pautas de los PRI del UNEP, introducidas en 2006, han sido adoptadas por más de 3000 signatarios que representan a 60 países de todo el mundo.
Con la guía del comité E50, el grupo de tarea planea desarrollar un marco de trabajo exhaustivo para la emisión de comunicados congruentes, uniformes y confiables en relación con el clima. Una vez terminado, el estándar proporcionará un recurso para diversas industrias, grupos no gubernamentales y otras instancias como referencia en estas tres amplias categorías.
Eileen Snyder, quien preside este grupo de tarea, funge como coordinadora técnica en Alpha Analytical y es miembro de ASTM. Proporciona algunos ejemplos sobre cómo podría usarse el estándar. “Podrían ser los consumidores que quieran adquirir productos de esas compañías. Podrían ser los empleados que deseen trabajar en ellas y quieran conocer la misión de la empresa para la que trabajan y el significado operativo de estas áreas de interés. Podrían ser las partes interesadas de la comunidad. Podría ser parte de la cadena de suministro de la compañía. La lista de implicados a quienes podríamos referirnos colectivamente como partes interesadas, es bastante amplia”.
Entre los criterios que podrían considerarse para cada una de las categorías se encuentran:
- Ambientales: consumo energético, generación de residuos, contaminación, prácticas de conservación;
- Sociales: la manera en que la empresa realiza sus actividades y si trabaja con proveedores de mentalidad similar, invierte en grupos comunitarios pertinentes (financieramente y/o con horas de trabajo voluntario) y proporciona buenas condiciones de trabajo; y
- De buen gobierno: seguir métodos transparentes de rendición de cuentas y tomar decisiones éticas.
“ASTM ha producido muchos trabajos en este rubro en términos de estándares para comunicaciones, evaluación de los impactos climáticos y más”, dice Snyder. “Por lo tanto, se trata de reunir toda esta información en un marco de trabajo coherente que sea utilizable para una amplia variedad de profesionales y productores, consumidores e inversionistas potenciales”.
“Los factores de ESG continuarán ganando importancia para la orientación normativa, demanda de los consumidores, objetivos de los inversionistas, investigación académica y actividades de la industria encaminadas a gestionar los riesgos y maximizar los rendimientos”, añade Snyder. “Este esfuerzo pretende aprovechar las iniciativas sobre ESG recientemente surgidas y en expansión en los EE. UU. y a nivel mundial”.
Además, este estándar podría ser solo un punto de partida en el que la guía WK77095 sea la referencia para otras similares que le sigan.
Más actividades en curso
Se están iniciando otras actividades relacionadas y se prevé emprender más en el Subcomité sobre Clima y comunidad.
Una cuarta actividad consiste en considerar la infraestructura hídrica. El grupo de tarea está analizando la priorización de las necesidades de estándares en este rubro, que podría incluir un enfoque en las inundaciones de comunidades marginadas y la preservación, restauración y reposición de humedales.
Waldorf anticipa que el subcomité pronto comenzará a trabajar en estándares en los rubros de clima y comunicación y de clima, comunidades y confiabilidad energética, con la posibilidad de crear más.
En suma, Snyder dice: “Creo que la creación de este nuevo subcomité habla bien del interés que ASTM tiene en este tema tan relevante y actual. Y, francamente, de su intención de colaborar activamente. Ello crea impulso y aumenta la visibilidad y la participación, contribuyendo al éxito de los productos del trabajo resultantes de estos grupos”.
Maco resume: “No tenemos los recursos necesarios para abordar todas las vulnerabilidades que la gente sufre a causa del cambio climático. ¿En qué debemos enfocarnos primero? Si podemos mostrar resultados tangibles a los funcionarios electos y a las organizaciones privadas que forman parte de esas comunidades, estarán más dispuestos a invertir sus recursos, a cumplir con objetivos de ESG y a respaldar a las personas que viven cerca, a quienes trabajan para ellos, a sus familias y a sí mismos”.
Un llamado a participar
Todos los interesados en participar son bienvenidos.
Al subcomité le interesa y necesita contar en particular con las voces de participantes de organizaciones no gubernamentales, grupos tribales y organizaciones caritativas.
El subcomité y los grupos de tarea planean encontrarse el martes 5 de octubre en Atlanta, Georgia, EE. UU. con motivo de la semana de las reuniones de los comités; también existe la opción de participar virtualmente. Para más información, contacte con Molly Lynyak, gerente de personal del comité E50 de ASTM.
Notas
1. El video de The Guardian está disponible en su canal de YouTube.
2. El informe, “Widespread Race and Class Disparities in Surface Urban Heat Extremes Across the United States” (Disparidades raciales y de clase generalizadas en los extremos de temperaturas superficiales urbanas en los Estados Unidos), elaborado por Susanne Amelie Benz y Jennifer Anne Burney y publicado en el mes de julio, está disponible en Internet.