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Durante miles de años, las personas han practicado actividades atléticas. Los antiguos monumentos egipcios de 2400 a.C. muestran la popularidad de la natación y la lucha, mientras que los antiguos campos de pelota mesoamericanos indican una predilección por jugar a la pelota en 1600 a.C. La antigua Grecia tuvo el primer espacio dedicado al entrenamiento físico y al atletismo. El antiguo gimnasio griego, que data del año 600 a.C., era el lugar donde los jóvenes practicaban la carrera, la lucha, el boxeo, la gimnasia, la jabalina y el disco. En aquella época, estas actividades se consideraban formas de educar y preparar a la juventud griega para la guerra.

A principios del siglo XIX, Friedrich Ludwig Jahn, profesor alemán de gimnasia, introdujo la educación física moderna, haciendo hincapié en la importancia de desarrollar tanto la destreza física como la mental. Al igual que ocurrió en la antigüedad, Jahn insistió en la necesidad de mejorar el estado físico en previsión de futuros conflictos.

A mediados del siglo XIX, los norteamericanos empezaron a reconocer el valor de los gimnasios y el de la educación física, e introdujeron clases destinadas a hacer a los estudiantes más fuertes y lograr un mejor estado físico. El interés por el estado físico y la educación se aceleraría durante la década de 1960, cuando el Presidente John F. Kennedy puso en marcha el Comité de la Casa Blanca sobre Salud y Estado Físico y el Congreso Anual Youth Fitness.

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Sin embargo, con el aumento de la actividad física aumentaron las posibilidades de sufrir lesiones, sobre todo en el entorno escolar. El Consejo Nacional de Seguridad informó de que, en 2021, los niños estadounidenses de 5 años o más sufrieron más de 1,7 millones de lesiones relacionadas con el deporte que requirieron visitas a salas de emergencias. El baloncesto registró la mayor cantidad de lesiones entre los niños de 15 años o más, mientras que los más afectados en fútbol americano fueron niños de entre 5 y 14 años. Los esguinces eran frecuentes, pero también los desgarros musculares y de ligamentos, las fracturas óseas y las luxaciones. Las fuentes de estas lesiones fueron, entre otras, que los alumnos chocaran entre sí, con el equipamiento del gimnasio o con el propio gimnasio, la ausencia de instructores formados y de supervisión y las averías técnicas.

En cuanto al equipamiento, los gimnasios presentan una serie de posibles peligros, como los tableros y soportes de tableros de baloncesto, las colchonetas de lucha y los elevadores de colchonetas, y cortinas divisorias. En 2013, un estudiante de secundaria de Georgia murió al quedar atrapado en una colchoneta de gimnasia enrollada y, en 2016, un estudiante de último curso de secundaria de Missouri sufrió lesiones mortales al ser golpeado por el marco del tablero de baloncesto.

Mate para los estándares del baloncesto

El comité de ASTM International sobre equipos deportivos, superficies de juego e instalaciones (F08) tiene varios elementos de trabajo en producción para ayudar a hacer más seguros los gimnasios de las escuelas y minimizar el riesgo de lesiones que pongan en peligro la vida. Entre ellos se encuentra la nueva especificación para los soportes de tableros de baloncesto suspendidos de techos y muros (WK70498). Los soportes de tableros de baloncesto sujetan la parte posterior del tablero, un panel vertical plano de 42 pulgadas hecho de polietileno de alta densidad (HDPE), policarbonato, acrílico o vidrio templado al que se fijan un aro y una canasta de baloncesto, y le brindan estabilidad y apoyo.

“Varios fabricantes de equipos atléticos institucionales para gimnasios sintieron la necesidad de desarrollar un estándar o una guía para ayudar a garantizar la seguridad de todos los individuos que utilizan las instalaciones deportivas, en particular aquellas con equipos atléticos que se montan y guardan en el techo”, afirma Wayne VanBenschoten. Es el vicepresidente de ingeniería de Jaypro Sports LLC y el contacto técnico para el elemento de trabajo. “Deseábamos establecer algunos estándares industriales para la seguridad en la fabricación, la instalación y el mantenimiento, además de proporcionar ayuda a arquitectos, diseñadores y especificadores en la selección de equipos importantes desde el punto de vista de la seguridad. También queríamos colaborar en la distribución del gimnasio para asegurarnos de que los equipos no choquen al plegarse ni interfieran unos con otros. Los sistemas de control son otro factor. El sistema de control debe colocarse en el interior del gimnasio en lugar de instalarse en una sala de control o un cuarto eléctrico. El operador debe tener una visión clara del equipo y debe poder escucharlo mientras lo utiliza. La persona no solo debe presionar el interruptor y marcharse”.

Creada por el subcomité sobre equipos específicos para deportes instalados comercialmente para su uso en recintos públicos (F08.69), la nueva especificación para los soportes de tableros de baloncesto requerirá estándares de soldadura, requisitos de resistencia para las abrazaderas de fijación y los herrajes, así como un sistema de detención de caídas. Un dispositivo de detención de caídas es una correa de seguridad grande y lastrada que, en caso de que un cable se afloje o ceda, atrapa el marco del tablero e impide que caiga sobre los jugadores, los espectadores y las gradas o el piso del gimnasio.

VanBenschoten señala que, hasta ahora, se ha dejado a discreción del arquitecto incluir o no un dispositivo de detención de caídas. Si un arquitecto no participa en la selección del equipo, una organización puede optar por no tener un sistema de detención de caídas. VanBenschoten afirma que la industria institucional de equipos atléticos se siente totalmente convencida de que deben colocarse dispositivos de detención de caídas en todos los soportes de tableros.

Elaborada en paralelo con la especificación de los soportes de tableros de baloncesto, la nueva guía para el servicio y el mantenimiento de los soportes de tableros de baloncesto suspendidos de techos y muros (WK70499) hace hincapié en la necesidad de que los propietarios de las instalaciones deportivas hagan revisiones periódicas a sus equipos. La guía también examina los elementos que deben inspeccionarse, la frecuencia de las inspecciones y la sustitución de equipos viejos o defectuosos. En la actualidad, no existe ninguna guía de este tipo.

“El mantenimiento es muy importante”, comenta Neal Turner. Es director de ventas de equipos de gimnasio en Draper, Inc., presidente del subcomité F08.69 y miembro de los subcomités de instalaciones deportivas (F08.66) y de equipos de gimnasia y lucha (F08.12). “Hay un equipo mecánico que pesa miles de libras colgado en el aire sobre las cabezas de las personas. Por su naturaleza mecánica, hay puntos que se pueden desgastar y herrajes que se pueden aflojar debido a la vibración”.

Actualmente se están planeando estándares futuros para los elevadores de colchonetas de lucha.

Lo ideal sería que el mantenimiento se realizara anualmente para garantizar que los cables, las poleas, los pernos y otros herrajes estén firmemente en su sitio. “Por lo general, los accidentes no ocurren súbitamente en los equipos de gimnasio. Es algo que probablemente podría haberse detectado si se hubiera realizado el mantenimiento”, concluye Turner.

Más allá del baloncesto

Otro elemento de trabajo del estándar F08.69 que afecta al baloncesto, así como a otras actividades de gimnasio, es la nueva terminología para referirse a los equipos específicos para deportes instalados comercialmente en locales públicos (WK78953). Con frecuencia, la industria deportiva aplicará el mismo término a diferentes deportes y usos del equipo. Por ejemplo, en baloncesto un “backstop” (soporte) se refiere al mecanismo que proporciona apoyo y estabilidad a un tablero, mientras que en béisbol, un “backstop” es la valla situada detrás home que impide que la pelota entre en el área de los espectadores. La nueva terminología pretende evitar confusiones y la necesidad de definir el mismo término en múltiples normas.

El interés del subcomité en el baloncesto se debe en parte a la prevalencia de este deporte en las escuelas y los gimnasios públicos. “El baloncesto es el producto más común en los gimnasios. Si nos fijamos en las cantidades, un gimnasio puede tener seis soportes de tableros de baloncesto. Algunos complejos deportivos pueden tener de 30 a 40 soportes de tableros”, afirma VanBenschoten.

Según Turner, el aparejo de baloncesto emplea en gran medida las mismas partes y piezas que el aparejo de vóleibol, las jaulas de bateo suspendidas del techo y los separadores de gimnasios. “Solo tienen diferentes cargas. De manera que una vez que se cubre un producto, ayuda más adelante con los estándares para los demás productos”, nos comenta.

El acolchado de pared es uno de esos productos de gimnasio que han ayudado a iniciar los estándares para otros productos. En 2004, el subcomité de equipos de gimnasia y lucha (F08.12) publicó la especificación estándar para el acolchado de paredes/estructuras en interiores (F2440). Los acolchados para paredes en interiores protegen a los jugadores que podrían chocar contra una pared cuando participan en deportes como baloncesto, vóleibol, lucha y gimnasia. El “acolchado de estructuras” se refiere a acolchado que se coloca en un poste o columna de acero, o en cualquier otra estructura relacionada con la instalación deportiva.

El estándar detalla la construcción y las propiedades físicas de los acolchados de pared tanto permanentes como desmontables. El grosor del acolchado, la absorción de impactos y las pruebas GMAX y HIC, que miden el impacto, son algunas de las propiedades físicas que se analizan en el estándar F2440. Ha establecido el punto de referencia para la absorción de impactos de los acolchados de pared y ha impulsado el uso de mejores espumas en los acolchados de pared.

“Fue un gran paso para la industria cuando el subcomité llevó a cabo esa especificación. El estándar F2440 fue un paso inicial que nos ayudó a pensar también en otros productos. En cierto modo, fue lo que impulsó al grupo actual [F08.69] a estudiar los estándares de montaje en techos”, comenta Turner.

Actualmente, el estándar de acolchado de paredes/estructuras en interiores está siendo revisado para incluir los requisitos mínimos de las muestras y los lugares de las muestras para las pruebas de impacto.

“El F2440 alcanza un nivel mínimo de seguridad que sabemos que tendrán todas las instalaciones y no hemos visto una avalancha de lesiones”, dice Paul Elliot. Es presidente de ASET Services, ingeniero profesional y miembro del F08.12. “Hoy en día, hay muchos acolchados que sobrepasan con creces las pruebas GMAX y HIC de 200 y 1000 que se necesitan”.

En el futuro, habrá un estándar independiente de acolchado de paredes para deportes al aire libre como el béisbol, el atletismo y el fútbol soccer. “En mi opinión, en el béisbol tenemos en juego una biomecánica considerablemente diferente. En el béisbol, el muro se considera parte del terreno de juego. Los jugadores de béisbol correrán para atrapar la pelota y chocarán contra el muro a toda velocidad, mientras que los jugadores de baloncesto saben que no deben chocar con el muro e intentan no chocarlo. Para aprobar el estándar [F2440], los fabricantes deberán hacer los acolchados de paredes interiores mucho más firmes. Si se hace un acolchado de béisbol así de firme, se crea un peligro por las velocidades que alcanzan los jugadores”, explica Elliot.

Un estándar para la instalación y otras guías de productos

Una vez finalizado el trabajo sobre la especificación de los soportes de tableros de baloncesto y los estándares de mantenimiento, el subcomité sobre equipos específicos para deportes instalados comercialmente prevé crear una guía con las mejores prácticas recomendadas para la instalación de soportes de tablero de baloncesto.

“Hubo mucho debate entre el grupo de trabajo sobre qué abordar primero: cómo instalar el equipo o cómo mantenerlo. Nos decantamos por el mantenimiento porque hay mucho equipo viejo por ahí y nos pareció que era realmente importante darle prioridad y hacer que este equipo recibiera mantenimiento y servicio”, comenta VanBenschoten.

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En algunos casos, los equipos de los gimnasios pueden dejarse en uso hasta 30 años.

En los 34 años que lleva trabajando en este campo, el fallo más común que Turner ha visto tiene que ver con la instalación incorrecta de los soportes de tableros de baloncesto montados en la pared. Cuando se instala de forma incorrecta, el soporte de tableros puede desprenderse y caer al suelo, lesionando a los jugadores y a cualquiera que se encuentre cerca. Y, lamentablemente, una instalación incorrecta no siempre es evidente. Un error o un descuido pueden no ser evidentes hasta después de que se haya producido un accidente.

Además de crear guías de instalación, el subcomité espera centrar su atención en otros productos para gimnasios. VanBenschoten espera que haya guías para las cortinas de gimnasios, jaulas de bateo, voleibol y elevadores de colchonetas de lucha, que levantan y almacenan las colchonetas de lucha a la altura del techo. Observa que la naturaleza algo diversa de estos productos está impulsando el deseo de redactar estándares separados.

Para obtener información adicional sobre el comité de equipos deportivos, superficies de juego e instalaciones o para participar en él o en cualquiera de sus subcomités, póngase en contacto con el gerente del personal, Joe Koury.

Kathy Hunt es periodista y está radicada en la costa este de Estados Unidos.