La COVID-19 cambia el panorama de las SDO
Este año ha habido cambios sociales sin precedentes en respuesta a la pandemia de la COVID-19, con estados enteros bajo órdenes de quedarse en casa, restaurantes y playas cerrados, y viajes no esenciales prohibidos, por nombrar algunos. Y en respuesta, otro sector de la sociedad también se ha estado ajustando y respondiendo a estos cambios extraordinarios: el campo de los estándares.
Las organizaciones de desarrollo de estándares (SDO, por sus siglas en inglés) se han visto obligadas a proporcionar nuevas pautas e incluso a revisar estándares directamente en respuesta a las nuevas realidades que enfrentan los individuos, las empresas y los gobiernos. Quizá no sea sorprendente que algunas de las industrias que se han visto afectadas más dramáticamente por la pandemia son aquellas en las que los negocios se realizan en persona. Sin embargo, no son las únicas, ya que el campo de los equipos de protección también se está adaptando a las nuevas realidades. Aquí se incluyen algunos ejemplos de las formas en que ASTM International está respondiendo al nuevo panorama social.
Evaluación de propiedades
Dado que los compradores y vendedores de bienes raíces tienen prohibido el acceso a propiedades en numerosos estados, el comité sobre evaluación ambiental, gestión de riesgos y medidas correctivas (E50) organizó un seminario web informativo en junio para proporcionar orientación sobre cómo realizar una evaluación del sitio en ausencia de una visita física.
Como parte de su serie anual de seminarios web informativos, Julie Kilgore, presidenta de Wasatch Environmental Inc., miembro del comité y anfitriona del seminario web y presidenta del grupo de tarea, detalló los pasos a seguir cuando no se puede acceder a una propiedad y recordó a los espectadores cuáles son las herramientas disponibles.
"Recientemente, la gente vino a preguntarme '¿Cómo hago esto [cumplir con el estándar] en época de coronavirus?'", dice ella. "Y lo que tengo que recordarles es que ya tenemos una herramienta para enfrentar esta situación".
Volviendo a los días igualmente oscuros de la crisis financiera de finales de la década de 2000, cuando muchos propietarios simplemente abandonaron las propiedades dejándolas en ejecución hipotecaria y/o inaccesibles, Kilgore dice que hay muchas maneras de satisfacer las condiciones necesarias. Y en estos tiempos, es posible que puedan aprovecharse las tecnologías que no existían hace 10 o 15 años.
"Tal vez tenga un administrador del sitio con un smartphone que lo guíe a través de algunos espacios representativos utilizando FaceTime", dice ella. "Y usted le indica que haga lo que haría usted. Usted iría a la sala de maquinaria. Desea ver los desagües del piso, un drenaje sanitario, el armario de un conserje. Mire la sala de calderas y el equipo de climatización y recorra el área".
Si realmente ninguna de las partes involucradas tiene la posibilidad de acceder físicamente al sitio, todavía hay formas de abordar lo que Kilgore llama las "brechas de datos", que es en realidad a lo que se reducen las limitaciones de acceso al sitio en última instancia. "Usted documenta la brecha de datos e identifica qué pasos se tomaron para resolver la misma. Tal vez no haya nadie que pueda entrar allí, pero usted mira los registros de la agencia, habla con los propietarios. Tal vez tenga una entrevista con alguien y obtenga información de primera mano de alguien que haya estado en ese sitio. Y entonces tenga que decidir si la información faltante afecta su opinión".
"Entonces, depende del usuario, francamente, tomar la decisión por sí mismo ('¿me siento cómodo para avanzar con esta transacción o no?')".
Equipo de protección
El campo de los equipos de protección para los trabajadores presenta un conjunto muy diferente de desafíos durante una pandemia. Y con la seguridad de los trabajadores y la vida humana en juego, los miembros del comité sobre equipos de protección eléctrica para trabajadores (F18) decidieron que era necesaria una revisión general de uno de sus estándares más importantes.
Las leyes recientemente revisadas con la aportación de la Administración de Salud y Seguridad Ocupacional de los Estados Unidos (OHSA) establecen que toda la ropa que lleven los trabajadores de los servicios públicos —y en particular los linieros y electricistas— debe estar construida con un material que no contribuya al agravamiento de una lesión durante lo que se conoce como "arco eléctrico", un tipo de explosión o descarga eléctrica.
Parte de la especificación de rendimiento existente para ropa protectora resistente al fuego y con clasificación para arcos eléctricos usada por trabajadores expuestos a llamas y arcos eléctricos (F1506) requiere que el equipo que cumpla con este estándar tenga una etiqueta adherida con un texto extenso. Este requisito crea un evidente conflicto con las pequeñas máscaras protectoras del tamaño de la boca que actualmente usan millones de personas, incluidos los trabajadores de servicios públicos, que intentan evitar contraer o difundir la COVID-19.
La única solución, según la miembro del comité Marcia Eblen, de MLE Engineering Inc., fue que el subcomité sobre vestimenta (F18.65) propusiera una revisión del estándar (WK72625) y requiriera un mensaje más breve en la etiqueta.
"Los fabricantes estaban recibiendo incontables solicitudes de empresas de servicios públicos que pedían máscaras resistentes al fuego", dice Eblen. "Y nos preguntaban si podíamos reducir la cantidad de información requerida en la etiqueta de estas máscaras. De eso se trata esta votación. Dice: 'Si quiere cumplir, y no quiere una etiqueta grande y voluminosa en el interior, hemos determinado cuál es la información clave crítica que tiene que estar ahí'".
Esto hará que sea mucho más fácil para los trabajadores ver fácilmente cuáles máscaras los protegerán tanto del virus de la COVID-19 como de los arcos eléctricos y cuáles no lo harán, dice Eblen. "Entonces, cuando [los trabajadores] la recojan de una canasta con un montón de máscaras de tela y se pregunten: '¿Es seguro usarla?', habrá un indicador que les diga que es seguro usarla".
Textiles
En respuesta a la demanda de los productores de textiles que buscan proporcionar máscaras faciales que contengan propiedades antivirales, el comité sobre pesticidas, antimicrobianos y agentes de control alternativos (E35) ha estado trabajando para desarrollar un nuevo estándar para evaluar la eficacia antiviral de los agentes antimicrobianos aplicados a los textiles.
El subcomité sobre agentes antimicrobianos (E35.15), que ya ha estado activo en respuesta a la crisis actual al producir una lista de virus sustitutos y líneas de células humanas que pueden usarse para la investigación de la COVID-19, nuevamente está liderando el camino con su método de prueba para determinar la eficacia antiviral de los textiles tratados con agentes antimicrobianos (WK73068). Aunque no ofrece una solución para la esterilización o desinfección completa, este estándar propuesto describe un método para probar la efectividad de un textil tratado específicamente en la reducción de la exposición a la contaminación. En otras palabras, su efectividad para reducir el riesgo.
"Algunos laboratorios de pruebas están utilizando pruebas antibacterianas modificadas de manera inapropiada debido a la falta de orientación en este momento", dice el Dr. Robert A. Monticello, director de tecnología del Consejo Internacional de Antimicrobianos y vicepresidente del subcomité. "Con suerte, esto proporcionará orientación a la industria textil con respecto a la idoneidad y efectividad de ciertos productos antivirales potencialmente utilizados en los textiles".
El comité E35 planea seguir buscando formas de ayudar a la sociedad a responder a la crisis de la COVID-19 en el futuro. "Continuaremos trabajando para mejorar este estándar de prueba y podemos usarlo como base para el desarrollo de otros métodos que puedan reflejar otros escenarios de exposición en el uso final", dice Monticello.
Y más
Otras áreas del mundo de los estándares también están evaluando diferentes acciones en respuesta a la pandemia. Aunque actualmente no se están llevando a cabo acciones formales en forma de revisiones u orientación por parte del comité sobre equipos de protección personal (F23), sin duda este tendrá que considerar muchos problemas distintos en los próximos meses.
Ya en el centro de atención recientemente y recibiendo cobertura de los medios de comunicación mundiales como el comité que supervisa la especificación para el desempeño de los materiales utilizados en las máscaras médicas (F2100), el comité F23 ha comenzado a buscar formas de responder.
En mayo, el comité emitió un "llamado a la acción" a sus miembros solicitando comentarios sobre los estándares existentes que pudieran necesitar una revisión debido a la pandemia, así como sugerencias sobre nuevos estándares en los que pudieran comenzar a trabajar de inmediato.
De cara al futuro
Al igual que con cualquier evento que reestructura a la sociedad, los efectos de la crisis de la COVID-19 se seguirán sintiendo durante meses y posiblemente años por venir. A medida que los gobiernos comiencen a reabrir lentamente sus sociedades en todo el mundo, el campo de los estándares tendrá que ser especialmente ágil y adaptable para satisfacer las necesidades cambiantes posteriores a la COVID-19.
Algunas de las orientaciones que se necesitarán en el futuro ni siquiera se pueden imaginar en este momento, pero las posibilidades son infinitas. En campos desde la industria aeroespacial hasta la manufactura puede ser necesario repensar varios aspectos de sus estándares fundamentales en el futuro, y la estructura de comités de ASTM está preparada.