La seguridad es el objetivo
La seguridad es el objetivo
Con el comienzo de los deportes de otoño en todo el mundo, los nuevos estándares sobre césped natural y sintético contribuirán a que las superficies de juego sean más seguras y menos tóxicas.
Los países de todos los continentes comienzan a reabrirse lentamente después de meses de cuarentenas y aislamiento a causa de la pandemia de la COVID-19 que ha costado tanto al mundo entero. Además de los estragos físicos y económicos, la pandemia ha tenido un efecto psicológico muy importante: la falta de "normalidad" que conlleva no poder comer en un restaurante, visitar a los seres queridos o disfrutar de reuniones públicas.
Para muchos, la falta de eventos deportivos constituye la parte más sensible de la pérdida de la normalidad. El sonido de miles de personas cantando a coro durante un partido profesional de fútbol soccer, una tarde de verano en un juego de béisbol o softball infantil, incluso el espectáculo del torneo anual de baloncesto colegial de los EE. UU. se han perdido en mayor o menor medida en este complicado año 2020.
No obstante, todo esto está a punto de cambiar. Con las ligas europeas de fútbol soccer como punta de lanza, los deportes profesionales están regresando en todo el mundo, y se espera que próximamente lo haga el resto de los deportes; justo ahora, las escuelas preparatorias y universidades del hemisferio norte se preparan para la temporada de otoño mientras que muchas ligas infantiles están ya en acción.
Este regreso traerá consigo un segundo golpe de normalidad, uno que implicará en gran medida el trabajo de los expertos en equipos, superficies de juego e instalaciones deportivas (F08). Esta normalidad implica ayudar a garantizar la seguridad de los atletas mediante el desarrollo de estándares para lo que quizá sea el equipo más importante en cualquier deporte: la superficie, ya sea sintética o natural, sobre la que juegan los atletas.
Superficies de juego de césped sintético
Según el Consejo del Césped Sintético, actualmente existen de 12 000 a 13 000 campos deportivos de césped sintético solo en los EE. UU., con 1200 a 1500 instalaciones nuevas cada año. Estos campos ofrecen las ventajas de ser más durables y de requerir menos mantenimiento que las superficies de juego naturales. No obstante, con frecuencia también son superficies más duras. Y con el comienzo de las temporadas de fútbol soccer, fútbol americano y hockey sobre césped en los niveles profesional, colegial, de preparatoria e infantil, se espera que dichos campos sean ampliamente usados tanto en los EE. UU. como en el resto del mundo.
"La seguridad es siempre primordial tanto para nuestra industria como para este comité", dice Phil Stricklen, miembro del subcomité sobre superficies y sistemas de césped artificial (F08.65), coordinador del grupo de tarea y presidente de Turf Dr. Phil, donde funge como especialista en césped sintético. Stricklen identifica los dos problemas principales que enfrenta su comité cuando se trata de superficies de juego sintéticas." Las lesiones por impacto y los problemas de salud pública relacionados con los materiales que conforman el césped sintético son temas con los que he trabajado bastante en este comité".
Salud pública
Los problemas de salud pública que menciona Stricklen son virtualmente exclusivos para el césped sintético y tienen que ver principalmente con los hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAH). Además del humo de tabaco y del fuego alimentado por madera, los PAH están presentes en los neumáticos de los autos, mismos que son utilizados para producir el relleno de caucho granulado de muchos campos de césped sintético en todo el mundo. En los últimos años, este tema ha llegado a convertirse en una preocupación, particularmente en Europa.
La Unión Europea, al igual que la Agencia de Protección Ambiental de los EE. UU. y el Instituto Nacional para la Salud y Seguridad Laboral de los EE. UU., regula los PAH en el aire, el agua y la tierra, pero no en el césped sintético. "En 2019, la Unión Europea recibió una solicitud de parte de una entidad holandesa (Instituto Nacional para la Salud Pública y el Ambiente) para restringir el nivel de PAH en los materiales de relleno de los campos de césped sintético", dice Stricklen.
Dado que muchas empresas suministran materiales de relleno tanto en Europa como en los EE. UU., el esfuerzo para determinar el nivel al que deberían restringirse los PAH pronto se convirtió en una preocupación transatlántica con un objetivo claro: contar con un único nivel consistente (y un único método de prueba) para ambos continentes. El resultado del grupo de tarea de Stricklen es la especificación propuesta para el contenido de hidrocarburos poliaromáticos en los materiales de relleno para el césped sintético (WK65799).
"Esta se convertirá en una especificación estándar, por lo que incluirá los niveles máximos (de PAH)", dice Stricklen. "La ciencia ha demostrado que existen muchos hidrocarburos aromáticos policíclicos, y algunos de ellos son elementos cancerígenos y toxinas conocidos. Se ha identificado a ocho PAH prioritarios que conforman el conjunto de compuestos cancerígenos del grupo, y lo que proponen es establecer un límite para esos ocho PAH que causan preocupación".
Según Stricklen, ese punto tiene muchas implicaciones potenciales. "Se podría establecer en las bases de licitación (del vendedor) que su material de relleno debe probarse conforme al estándar y cumplir con el mismo. Si hubiera alguna preocupación para la comunidad, podría tomarse una muestra del campo y asegurarse de que esta cumpla con el estándar".
La especificación propuesta está programada para votación del comité durante el otoño, y deberá publicarse poco tiempo después.
Prueba de impacto
Además de los materiales de relleno, otro problema que ha recibido gran atención de los medios de comunicación es el de las lesiones por impacto en los deportes. Y aunque la meta del comité F08 es desarrollar estándares para ayudar a hacer más seguras las superficies sintéticas y limitar las lesiones por impacto de todo tipo (las de las extremidades inferiores, por ejemplo), la lesión por impacto en particular que ha recibido la mayor atención en los últimos años es la contusión.
Según la Liga Nacional de Fútbol Americano de los EE. UU. (NFL), el número de contusiones en el fútbol americano profesional en 2019 permaneció por debajo del promedio de los tres años previos, que fue de 266,3. No obstante, la cifra general aumentó un poco a lo largo de 2018, aumentando de 214 a 224 año tras año. Además, un estudio publicado en la revista Pediatrics el año pasado muestra un aumento en las contusiones en los deportes practicados a nivel preparatoria de 2013 a 2018, lo que hace evidente que existen áreas en las que podemos trabajar más para aumentar la seguridad y reducir el riesgo de lesión.
No es de sorprender que la atenuación del impacto de la superficie de juego desempeñe una función para reducir las lesiones de impacto en las extremidades inferiores y la cabeza. Y cuando se trata de medir las propiedades físicas de la superficie de juego, el subcomité sobre superficies y sistemas de césped sintético supervisa lo que Stricklen llama "el estándar de oro": la especificación para la atenuación del impacto de los sistemas de césped sintético medida en el campo (F1936).
Esta especificación está diseñada para determinar un valor llamado "g-máx.", que es una medida de la atenuación del impacto (o la "dureza", en palabras coloquiales). Para lograr esto, un proyectil que lleva un acelerómetro dentro se deja caer desde una altura fija sobre la superficie en cuestión, y el valor resultante permite a los productores y usuarios de superficies de juego sintéticas determinar el cambio que sufre el desempeño de la superficie a lo largo de su ciclo de vida, así como evaluar el riesgo para los jugadores.
La prueba en sí se lleva a cabo típicamente usando un proyectil plano de 20 lb (9,07 kg), pero la revisión propuesta busca crear una prueba con un proyectil de 11 lb (4,98 kg) semiesférico (redondo), que algunos creen que sería más preciso y repetible. El método de prueba para determinar la altura de caída del proyectil semiesférico en los sistemas de césped para jugar (WK64649) refleja el aumento en el uso de proyectiles semiesféricos en las pruebas, y un nuevo estándar ayudaría a difundir ese uso aún más.
Richard Breland, presidente del subcomité F08.65 y propietario de Breland Consultant and Service, así como de Athletic Surfaces Technology LLC, ha trabajado con superficies de césped sintético desde 1968. Para darnos una idea de los valores de g-máx. que representarían "dureza" y "suavidad" relativas, dice Breland, "El concreto tiene un valor de g cercano a 1000. Cualquier cosa con un valor de g-máx. de 200 o mayor se considera como que puede romper huesos".
Conforme al estándar F1936, el valor máximo permitido de g-máx. para sistemas de césped actualmente es de 200 g-máx., pero como señala Breland, "Probablemente, ese no es el valor que se deba tener". Habiendo asistido por muchos años a las reuniones anuales de la NFL sobre superficies de juego en calidad de representante de ASTM International, Breland dice que, en realidad, los valores de g-máx. de los campos sintéticos donde se juega son mucho menores, y deben ser menores tanto para campos de césped sintético como para campos de césped natural. Cuando se instalan y mantienen correctamente, los campos de césped sintético, al igual que los de césped natural, pueden tener valores de g-máx. inferiores a 100. No obstante, Breland dice: "La NFL usa un número cercano a 165 g y el Consejo del Césped Sintético usa 165 g como su nivel máximo".
La meta de todo esto es ayudar a crear un entorno más seguro para los atletas actuales, lo mismo profesionales que aficionados. Y al menos un experto técnico y miembro de ASTM International se especializa en una alternativa para lograr seguridad: mantener el césped natural adecuadamente.
Superficies de juego de césped natural
Agrónomo y científico de suelos en Environmental Technical Services LLC y presidente del subcomité sobre superficies de juego (F08.64), Michael DePew ha trabajado con superficies de juego naturales por más de 30 años. Además del mantenimiento y el diseño, describe que el problema principal de las superficies naturales es mantener la calidad del suelo.
Al analizar los diferentes tipos de superficies de juego naturales, DePew dice que existen dos tipos básicos: con base de arena y con base de tierra. Los campos con base de arena se usan principalmente en instalaciones de mayor nivel, como campos de golf y estadios deportivos de nivel profesional y colegial, mientras que los sistemas con base de tierra son el tipo más común de campo para parques, recreación y deportes infantiles. Reconoce que ambos presentan problemas de calidad." Un buen campo limoso con una buena estructura de suelo es el campo ideal para hacer deportes. El problema es que no se puede usar con mucha frecuencia porque el uso destruye la estructura del suelo. Esto es especialmente cierto cuando el campo está mojado, ya que los campos con base de tierra no se drenan tan bien como los campos con base de arena. Por el contrario, las arenas son granulares y técnicamente no tienen textura de tierra, por lo que se drenan bien y pueden usarse en condiciones de humedad".
Para abordar este asunto, el subcomité sobre superficies de juego naturales de DePew (F08.64) propuso recientemente la guía para la designación de los programas de mantenimiento de campos deportivos con césped (WK56652). Diseñada para combinar en un solo reemplazo dos guías separadas para césped de temporada fría y cálida, la guía propuesta busca ser útil para la gestión de campos deportivos naturales y establecer niveles de desempeño y/o expectativas de uso. Se votará durante el próximo año.
La finalidad es que esta guía ayude a llevar a cabo un mejor mantenimiento y aumentar la longevidad de las superficies de juego naturales, lo que a su vez podría ayudar con los problemas de lesiones en las extremidades inferiores y contusiones. Todo ello porque, como señala DePew, los valores de g-máx. de una superficie natural bien mantenida pueden llegar a ser muy bajos.
"Solo para comparar, para la mayoría de los campos de césped naturales, los valores [de g-máx.] estarán por debajo de 100 y, a veces, sustancialmente por debajo de eso", dice. "Los fabricantes están mejorando mucho con sus sistemas sintéticos, aunque aún no han logrado replicar el césped natural".
Patada inicial
Salvo por un rebrote del virus de la COVID-19, el fútbol soccer y el fútbol americano en todos los niveles pronto estarán dando la patada inicial, se dejarán caer al suelo las pelotas de hockey y cierto grado de normalidad regresará pronto. Ese regreso incluirá el esfuerzo permanente por hacer que las superficies de juego sean más seguras y menos tóxicas, tanto para los atletas profesionales que emocionan a millones en todo el planeta como para los atletas aficionados que alegran a sus localidades los viernes por la tarde. Y los miembros del comité sobre equipos superficies de juego e instalaciones deportivas (F08) seguirán trabajando para apoyar la seguridad en el deporte.