Mejor rociado, mejores cultivos

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Los estándares dedicados a permitir un rociado de pesticidas más efectivo darán lugar a cultivos más abundantes.
POR:
Kathy Hunt

Todo el tiempo que la humanidad ha sembrado semillas y cuidado cultivos ha batallado contra las malezas. Estas molestas plantas brotan en parcelas pequeñas y en campos grandes, robando a las plántulas la luz solar, agua, espacio y nutrientes, como el fósforo y el potasio, necesarios. Estas retardan el crecimiento de las plantas y aumentan su susceptibilidad a los daños por enfermedades, hongos e insectos. En algunos casos son alelopáticas, ya que liberan sustancias químicas tóxicas que dañan o destruyen los cultivos. Según un informe de 2020 del Centro de Ciencia de Cultivos (Centre for Crop Science) de la Universidad de Queensland, Australia, las malezas son la restricción biótica más importante de la producción agrícola. Si no se controlan, pueden devastar cosechas enteras y pueden originar incluso la pérdida del 100 % de la producción.

Para combatir las malezas, los agricultores recurren a menudo a los herbicidas. Estos compuestos sintéticos, desarrollados para el uso agrícola en la década de 1940, se rocían sobre el suelo o se inyectan en este para matar e impedir la aparición de plantas no deseadas específicas. Uno de los herbicidas más antiguos, el ácido 2,4-diclorofenoxiacético (2,4-D), se sigue utilizando actualmente en todo el mundo. Erradica las malezas de hoja ancha como la hiedra y el cardo, dejando indemnes los cultivos de maíz, avena, trigo y soja.

Cuando usan herbicidas, los trabajadores agrícolas deben seguir las pautas para desinfectar correctamente sus sistemas de rociado después de cada uso. Con la amplia gama de equipos de rociado, herbicidas y fórmulas de limpieza del mercado, estar al tanto de qué productos químicos requiere cada proceso de limpieza puede resultar complicado. Cada producto posee una etiqueta que presenta instrucciones de limpieza detalladas. Si un sistema de rociado se limpia de manera incorrecta, el metal del equipo podría corroerse, las mezclas de tanques podrían resultar contaminadas y los cultivos podrían arruinarse. Aquí es donde entra en juego el trabajo del Comité de ASTM International sobre Pesticidas (E35) y, en especial, el Subcomité sobre Fórmulas y sistemas de administración de pesticidas (E35.22). El subcomité está trabajando en una nueva práctica para la limpieza de sistemas de rociado (WK72969) que estandariza los pasos para la limpieza de equipos de rociado. El tema de trabajo es aplicable a todos los tipos de sistemas de rociado agrícolas, desde los dispositivos de rociado manuales y de mochila hasta los rociadores aéreos tripulados y no tripulados y las unidades grandes de cuatro ruedas con brazos múltiples.

"Ha habido necesidad de esta práctica desde hace tiempo, a medida que el sector agrícola introduce cultivos que son tolerantes a herbicidas particulares", dice Dan Wright, consultor en tecnología de formulación agrícola y miembro del E35.22. "Si un cultivo es tolerante a un herbicida, pero no a otro, usted necesita estar seguro de que su rociador no tenga cantidades residuales de otro pesticida que pueda dañar el cultivo".

Uniformidad en la limpieza de sistemas de rociado

Lo que impulsó la creación del elemento de trabajo de limpieza fue un herbicida para malezas de hoja ancha: el ácido 3,6-dicloro-2-metoxibenzoico, o dicamba. El dicamba, similar al herbicida 2,4-D, se descubrió en 1940. Registrado por la Agencia de Protección Ambiental de los EE. UU. (U.S. Environmental Protection Agency, EPA) en 1967, estaba destinado solo al rociado previo a la siembra de soja. Sin embargo, en 2016 la EPA amplió la aplicación del dicamba a las modalidades de rociado sobre la parte superior/posemergencia para plantas de soja y algodón. Como resultado de este cambio y de la alta volatilidad de los productos químicos, los cultivos no seleccionados, no tolerantes al dicamba, terminaron dañados por el desplazamiento del rocío y del vapor. Ese fue el caso de Bader Farms, la mayor plantación de duraznos de Misuri, EE. UU., que declaró que el desplazamiento de dicamba había dañado 1000 acres de sus huertos de duraznos, lo que finalmente causó el cierre de la plantación. Los miembros del jurado de su juicio contra las empresas químicas alemanas Bayer y BASF, que producen los pesticidas dicamba, estuvieron de acuerdo y en febrero de 2020 fallaron en favor de Bader Farms.

"Dicamba es un pesticida muy difícil de aplicar", dice Scott Tann, gerente de negocios de Norteamérica de la división agrícola de Lamberti USA. Tann es el presidente del E35.22. "Si su vecino cultiva tomates y usted cultiva maíz o soja tolerante a dicamba, si ese dicamba se volatiliza y se desplaza a través del campo, algo muy posible, esto daña las plantas de tomate. Aunque usted no esté rociando dicamba, los residuos de dicamba que podrían permanecer en su tanque de rociado pueden destruir campos enteros. Solo se necesita una pequeña cantidad para diezmar cultivos no resistentes. Usted tiene que eliminar de los tanques la contaminación del rociado anterior. Los cultivos tolerantes a dicamba realmente pusieron en primer plano la necesidad de una mejor práctica para la limpieza de equipos de rociado. En la actualidad, las etiquetas de todos los productos pesticidas deben incluir instrucciones sobre la manera de limpiar, pero todos escriben instrucciones diferentes en las etiquetas porque no existe un punto de referencia. Lo que Bayer escribe puede ser diferente de lo que escribe BASF, que a su vez puede ser diferente de lo que escribe Adama. Este estándar puede hacer que los fabricantes coloquen en la sección de limpieza de sus etiquetas una declaración que diga 'Limpieza según el estándar de ASTM'. Entonces habría uniformidad, lo que es muy importante".

Michael Kenty, especialista de producto en Helena Agri-Enterprises LLC que cuenta con un doctorado en genética, coincide con la necesidad de uniformidad. Él indica que algunas etiquetas más antiguas solo aconsejan a los usuarios enjuagar el residuo y asegurarse de que el sistema esté completamente limpio. Estas instrucciones no proporcionan mucha orientación. Los grandes sistemas de rociado, que poseen cavidades y ángulos en los que pueden acumularse residuos de pesticida, podrían necesitar más que un rápido enjuague para estar "completamente limpios". Él agrega que algunos equipos de rociado, en cambio, pueden incluir 40 páginas de instrucciones sobre cómo limpiar la unidad.

"Un lenguaje estandarizado en la etiqueta, que pueda ser utilizado por todos los fabricantes y la EPA, sería excelente", dice Kenty, miembro del Subcomité sobre Fórmulas y sistemas de administración de pesticidas (E35.22). "Eliminen todo el palabrerío y hagan las instrucciones claras y simples. El objetivo final es educar a la gente sobre la manera de limpiar correctamente y evitar la posible contaminación de los tanques. Lo que hacemos puede parecer muy simple, pero va a tener un gran impacto, en este país y en todo el mundo".

Aunque la nueva práctica para la limpieza de sistemas de rociado (WK72969) se centra en el proceso de limpieza físico, de acuerdo con Tann y Kenty, un estándar paralelo propuesto incluirá también un método para la evaluación de los limpiadores de sistemas de rociado. Como se informó en un artículo de 2018 de Cropwatch, de la Universidad de Nebraska-Lincoln, EE. UU, el agua por sí sola no puede eliminar los residuos de dicamba, 2,4-D ni de otros herbicidas de un sistema de rociado. Deben introducirse soluciones adicionales. Con una multitud de limpiadores disponibles en el mercado, este nuevo método permitirá a los agricultores evaluar las soluciones que funcionen mejor para sus sistemas.

El método de evaluación de limpiadores no se desarrollará hasta después de haber finalizado la parte de práctica de WK72969.

Consideración de todos los escenarios

Mientras trabajan para refinar esta nueva práctica, los miembros del subcomité se enfrentan a una gama de problemas, como garantizar que el estándar tome en consideración todas las piezas de un sistema de rociado. Para asegurar que esto suceda, han obtenido planos y diagramas de los fabricantes, que ilustran los equipos.

"Desde mangueras hasta puntos bajos en el brazo y mallas en las boquillas de rociado, existen muchos rincones y recovecos en los equipos de rociado", dice Tann. "No se trata solo del tanque. Usted puede tener residuos depositados en un tubo, manguera, malla o en otros sitios. Además, tenemos que asegurarnos de que todos los materiales de la construcción de un sistema de rociado estén realmente presentes en el método que estamos elaborando. Simular y miniaturizar el sistema de rociado será un desafío para que el método evalúe una práctica estándar para la limpieza".

Otra consideración es la cantidad de veces que se puede enjuagar un sistema de rociado. Diferentes tipos de fórmula, como polvos humectables, concentrados emulsionables, gránulos dispersables en agua, pueden requerir más o menos lavado. En general, tres enjuagues son aceptables.

"Cuando examinamos y abordamos diferentes tipos de fórmula, puede haber una diferencia en los requisitos mínimos de limpieza del tanque", dice Danny Brown, gerente de química sénior de WinField United. Brown también es miembro del subcomité ejecutivo de E35 (E35.90) y subsecretario del Subcomité sobre Fórmulas y sistemas de administración de pesticidas. "Hemos hecho estudios en los que examinamos boquillas de rociado y las líneas que llevan a ellas y vimos que pueden tener partículas en concentración alta de ciertos pesticidas. No garantizamos que si usted sigue esta práctica, no tendrá ninguna responsabilidad legal. Tratamos de identificar las mejores prácticas para estos diferentes escenarios y para ayudar a estandarizar la industria".

Una vez que los agricultores hayan seguido la práctica para la limpieza de sus rociadores, la próxima inquietud es qué hacer con el enjuague afectado por el pesticida. No pueden tirarlo al suelo ni verterlo por un desagüe. La respuesta segura y simple es guardar la solución y agregarla al mismo herbicida la próxima vez que se rocíe un cultivo. De acuerdo con Tann, los dilemas como este se tratarán en las secciones propuestas de seguridad y de manejo del estándar.

Dos áreas más de enfoque son el costo y la facilidad de uso.

"Uno de los obstáculos es encontrar un método analítico que no implique equipos caros que una empresa pequeña no pueda permitirse comprar", dice Wright. "El método tiene que estar disponible para que las empresas pequeñas puedan usarlo. Usted tiene que contar con un buen método analítico y preparación de limpieza para evitar la contaminación cruzada, pero la aplicación del método puede no ser un proceso analítico fácil para los proveedores más pequeños".

Estándares existentes y complementarios

Junto con la elaboración del estándar de limpieza de sistemas de rociado, el subcomité ha estado revisando los estándares existentes con la vista puesta en modernizarlos. Algunos de ellos utilizan instrumentación que ya no se usa como estándar en la industria. Otros estándares tratan sobre la terminología.

"Estamos constantemente desenredando las definiciones de lo que significan realmente algunos de estos elementos", dice Brown. Por ejemplo, un "antiespumante" en comparación con un "desespumante". Hacer esto puede parecer académico, pero siendo ASTM un organismo de estándares, todos tenemos que trabajar con el mismo conocimiento de la definición estándar de una palabra".

Utilizando como ejemplo el uso de la terminología estándar relacionada con pesticidas (E609), Brown se pregunta si el subcomité debe diferenciar entre desplazamiento (drift) y desplazamiento del rocío (spray drift) o profundizar en la información y determinar si existe una razón para diferenciar los términos.

"Tratamos de pensar sobre la manera en que estos términos se utilizan coloquialmente. ¿Qué significa esto para el usuario final? ¿Se ajusta a nuestros conocimientos de la ciencia? Pienso que estamos tomando en consideración el panorama integral en lugar de solo el panorama académico, pero al mismo tiempo estamos siendo fieles a las obras académicas", dice.

Entre los estándares revisados recientemente se encuentra el método de prueba estándar de las características de emulsificación de concentrados emulsionables de pesticidas (E1116). Este método de prueba, que complementa la práctica de limpieza de sistemas de rociado, es uno de los primeros estándares creados por el subcomité. Sin una buena emulsión, pueden producirse problemas en el uso y la limpieza del tanque de rociado.

Otro estándar que, junto con el WK72969, es la práctica estándar de evaluación de la compatibilidad física de pesticidas en mezclas de tanque acuosas mediante el método de agitador dinámico (E1518). "Si usted no efectúa la prueba estándar de compatibilidad, termina con obstrucción y taponamiento, y sólidos que precipitan", dice Tann. "Necesita descubrir eso antes de incorporar su solución de rociado. Lo que queremos limpiar de un tanque de rociado es una solución que fluya con facilidad".

El subcomité siempre está buscando nuevos miembros que puedan ayudar en el desarrollo de estándares. Para obtener más información sobre el tema o participar en el Subcomité de ASTM International sobre Fórmulas y sistemas de administración de pesticidas, contacte con Brian Milewski, gerente de personal de E35.

SECTORES INDUSTRIALES
Issue Month
Mayo/Junio
Issue Year
2022
COMITÉ:
Committees
E35