Productos de consumo conectados más seguros

Productos de consumo conectados más seguros

Vivimos en la era de la industria 4.0 o la cuarta revolución industrial, una era en la que las fábricas y sus productos se han vuelto cada vez más automatizados, autocontrolados e informatizados.

Uno de los impulsores de esta nueva revolución es la Internet de las Cosas (IoT). La IoT se refiere a los dispositivos cotidianos que pueden recopilar, transmitir y recibir información a través de Internet. Gracias a las amplias redes inalámbricas y a los económicos procesadores, nuestros teléfonos, tablets y altavoces, así como los electrodomésticos, los juguetes de los niños y los sistemas de seguridad, pueden convertirse en dispositivos "inteligentes". Es decir, pueden operar de forma autónoma y conectarse a otros dispositivos electrónicos para intercambiar datos a través de Internet. Estos dispositivos pertenecen a la IoT y se conocen como "productos conectados".

Gartner Inc. proyecta que este año más de 20,4 mil millones de dispositivos conectados estarán en uso en todo el mundo. En 2017, esta cifra fue de 8 mil millones. Según el Centro de Investigación Pew, en 2017, en un hogar estadounidense promedio había cinco de estos dispositivos inteligentes, y un 20 % de los estadounidenses tenía al menos 10 en sus casas. La capacidad de estos productos para aumentar la productividad personal, simplificar tareas y ahorrar tiempo a los consumidores contribuye a su creciente presencia en nuestras vidas.

Sin embargo, a medida que la popularidad de estos dispositivos ha ido en aumento, también se han intensificado los problemas relativos a la seguridad y la protección. El subcomité de productos conectados (F15.75) está a cargo de abordar estos problemas. Al formar parte del comité de productos de consumo (F15), el subcomité técnico, que cuenta con algo más de 50 miembros, ha redactado una guía para garantizar la seguridad de los productos de consumo conectados (WK71003).

Según Don Mays, jefe de seguridad y calidad de Samsung Electronics y presidente del subcomité F15.75, y Travis Norton, director técnico de Bureau Veritas y miembro del subcomité, el estándar servirá de guía para los fabricantes de productos de consumo conectados, así como para quienes planean fabricar estos dispositivos en el futuro. El estándar también debería ayudar a garantizar la seguridad de un dispositivo en lo que se refiere a su funcionalidad conectada. La funcionalidad conectada se refiere a la capacidad del dispositivo para conectarse a una red, como Internet, y realizar funciones adicionales para el consumidor. Por ejemplo, una lavadora-secadora que se pueda poner en marcha a distancia y que avise al consumidor cuando el ciclo de lavado y secado haya terminado.

Seguridad de los productos conectados

El subcomité F15.75 se enfoca en la evaluación de los peligros potenciales de los productos conectados, no en la privacidad de los datos o en amenazas de ciberseguridad específicas. La seguridad del producto puede ser una preocupación con respecto a un dispositivo después de una actualización del software. Travis ilustra el problema con el ejemplo de un detector de dióxido de carbono o de humo conectado. Travis explica lo siguiente: "Hemos visto que después de una actualización de software de un dispositivo, el producto pasó a modo de espera. Esto es un problema porque el consumidor no se daría cuenta de que el dispositivo ya no cumple su función de monitoreo de la seguridad". 

Dado que los consumidores pueden no estar al tanto de que existe una actualización de software, los proveedores deben ofrecer protección contra los efectos involuntarios en la seguridad.

Los problemas de seguridad también pueden surgir por un simple error del operador. Pensemos en un horno inteligente que se controla a través de una aplicación instalada en el teléfono. El propietario del horno olvida que dejó un paño de cocina sobre la estufa y la enciende a distancia. Con esa acción, el propietario ha creado, sin querer, un peligro potencial. El paño de cocina podría incendiarse sin que nadie lo sepa y sin que haya nadie en la casa para que apague el fuego.

Junto con los aparatos inteligentes y los dispositivos para automatización del hogar conectados, los artículos para vestir también presentan amenazas de seguridad. Los artículos para vestir, como la ropa y los accesorios con sensores que hacen un seguimiento de los movimientos y la información biométrica del usuario y envían los datos recopilados a un teléfono inteligente, también se encuentran bajo el alcance del subcomité de productos conectados. Los artículos para vestir van desde rastreadores de actividad y fitness, relojes inteligentes y audífonos Bluetooth hasta calzado con sistemas GPS incorporados, ropa para correr que monitorea el rendimiento del usuario y trajes de baño con sensores UV que avisan al usuario cuando deben aplicarse protector solar. Y mientras que los beneficios pueden ser muchos, un mal funcionamiento del artículo puede provocar lesiones físicas, como quemaduras o incluso electrocuciones.

(A partir de ahora, los dispositivos médicos e industriales conectados, como los exotrajes y exoesqueletos, no están cubiertos por el subcomité. Para más información sobre estos dispositivos y sus estándares, consulte la barra lateral, "Comité de Exotrajes y Exoesqueletos [F48]").

Enfrentando los desafíos

Dado que muchos productos de consumo conectados ya tienen sus propios estándares de seguridad en vigor, la guía propuesta por el F15.75 funcionará conjuntamente con estos requisitos. El estándar servirá como resumen de las mejores prácticas para los fabricantes y les ayudará a evitar cualquier riesgo.
 
El subcomité tiene objetivos claros para la guía propuesta, pero todavía hay desafíos que el subcomité planea abordar. Por ejemplo, muchos productos de consumo conectados no tienen estándares de seguridad, pero la guía tiene como fin su uso con los estándares existentes. Históricamente, los productos conectados con poco o ningún riesgo de provocar lesiones en los consumidores, como los sensores de movimiento y las cámaras, no han necesitado estándares de seguridad. Los artículos para vestir, los más populares de todos los productos de consumo conectados, tampoco tienen actualmente su propio estándar de seguridad específico para el producto, aunque la Comisión de Seguridad de Productos de Consumo de EE. UU. (CPSC) está observando actualmente estos productos, dijo Norton. El subcomité ve estas necesidades como oportunidades para desarrollar estándares en estas áreas.

Las complicaciones también surgen cuando las amenazas a la seguridad se superponen o afectan a la protección.

"Es importante saber dónde trazar la línea sobre el alcance. Es muy fácil que se produzca el "síndrome del lavadero" (scope creep) ", dijo Mays. "La privacidad y la seguridad de los datos están fuera de discusión, excepto en el caso en el que una violación de la seguridad pueda resultar en un peligro potencial de seguridad de un producto introducido de forma maliciosa. Tomemos como ejemplo los scooters electrónicos. Alguien pudo demostrar que ciertos scooters podían hackearse mediante Bluetooth para acelerarlos y frenarlos a distancia cuando estaban en uso. Los fabricantes deben ser conscientes de estos peligros combinados de seguridad y protección".

El número y los tipos de productos conectados también pueden interferir con los esfuerzos. Puede ser difícil elaborar una guía que se aplique a todos los productos de consumo conectados. No se puede predecir cada una de las fallas.

"Es difícil anticiparse a todo. A medida que pase el tiempo, sin duda vamos a descubrir vulnerabilidades que el subcomité no había tenido en cuenta. Los ejemplos de la vida real nos enseñarán. El estándar tendrá que actualizarse conforme salga a la luz nueva información", dijo Mays.

También puede ser necesario repensar o ampliar las pruebas del producto. Norton señaló que los dispositivos conectados deben probarse en todos los modos en los que funcionan, es decir, en una aplicación, un temporizador, un sistema de reconocimiento de voz, sensores de movimiento, etc. Todos los modos de operación deben cumplir los estándares de seguridad.

Otra herramienta más

En última instancia, al redactar la nueva guía para garantizar la seguridad de los productos de consumo conectados (WK71003), el subcomité está ayudando a los fabricantes, reguladores, empresas y consumidores.

"Los usuarios deberían pensar en usar esto junto con las evaluaciones y pruebas de seguridad aplicables. Es un paso adicional que sugiere que las pruebas de seguridad ahora deben incluir una evaluación del producto utilizando la gama de características conectadas que se proporcionan al consumidor", dijo Travis.

Según Travis, esas características podrían incluir actualizaciones de software de los proveedores. También pueden implicar el control del dispositivo desde una aplicación instalada en el teléfono del usuario, utilizando un concentrador inteligente con control por voz, o a través de funciones de programación.

Es probable que en breve el proyecto de estándar se someta a votación con la esperanza de que se convierta en estándar en 2020. Esa estándar proporcionará a los fabricantes de productos de consumo conectados otra valiosa herramienta.

El subcomité de productos conectados da la bienvenida a nuevos miembros. Para obtener información sobre cómo participar o las fechas de futuras reuniones, póngase en contacto con la jefa de personal, Molly Lynyak, por correo electrónico o por teléfono (+1.610.832.9743).

Comité de Exotrajes y Exoesqueletos (F48)

Todo un comité de la ASTM Internacional está trabajando en la elaboración de estándares para un tipo diferente de producto conectado.

El comité de exoesqueletos y exotrajes (F48), creado en 2017, desarrolla estándares de consenso para dos artículos para vestir específicos, los exotrajes y los exoesqueletos. Estos dispositivos para vestir aumentan la fuerza, la resistencia y la movilidad del usuario. Al mismo tiempo, también pueden ayudar a reducir los casos de lesiones.

Los exoesqueletos, que a menudo se utilizan en entornos industriales, pueden estar o no conectados a Internet. No se deben confundir con los robots. A diferencia de los robots, un humano debe ponerse el exoesqueleto para poder operarlo.

"Los exotrajes y exoesqueletos con frecuencia se analizan cuando se habla de la industria 4.0, donde los trabajadores pueden interactuar y comunicarse con las máquinas y robots a su alrededor y hay un nuevo flujo de datos entre ellos", dijo William Billotte, Ph.D., director de programas de exotecnología global de ASTM International.

La industria 4.0, conocida como la cuarta revolución de la manufactura, combina la Internet de las Cosas (IoT) con la Internet de los Sistemas para crear fábricas automatizadas y automonitoreadas, también conocidas como fábricas inteligentes. Se prevé que estas fábricas serán más productivas y eficientes y menos derrochadoras. Al mejorar la fuerza física y la resistencia de los trabajadores, los exoesqueletos pueden aumentar la eficacia y la productividad de las fábricas inteligentes.

El comité espera identificar áreas en las que pueda colaborar con el subcomité de productos conectados. Actualmente, no hay un grupo de trabajo asignado al desarrollo de estándares de seguridad de los exotrajes y exoesqueletos para los consumidores. Según Billotte, el subcomité de factores humanos y ergonomía (F48.02) y el subcomité de seguridad y tecnología de la información (F48.05) están analizando aspectos relacionados con los exoesqueletos y productos conectados. Sin embargo, sus esfuerzos recién comienzan. En el caso del F48.05, están en la fase de planificación.

Un dispositivo que podría ser auspiciado tanto por el F15 como por el F48 es el que se usa para esquiar y que ayuda a estabilizar y apoyar las rodillas y los cuádriceps de un esquiador. Este apoyo reduce la fatiga, permitiendo al esquiador pasar más tiempo en las pistas y menos tiempo sintiéndose cansado y adolorido. El dispositivo logra todo esto mediante sensores en su marco externo, una mochila "Powerpack" y un control remoto.

A medida que pase el tiempo, las conversaciones se centrarán en la colaboración, así como en los posibles aportes a la guía propuesta para garantizar la seguridad de los productos de consumo conectados (WK71003) y otros estándares de seguridad también redactados por el subcomité.

Kathy Hunt es una periodista y autora que reside en la costa este de los EE. UU.

Issue Month
Mayo/Junio
Issue Year
2020
COMITÉ: