Ciencia, Innovación y Química
Ciencia, Innovación y Química
Una Entrevista con el Dr. Thomas M. Connelly, Director Ejecutivo y CEO, Sociedad Química de los EE. UU.
El líder de la ACS habla acerca de que la ciencia es cada vez más multidisciplinaria, la innovación y el rol de las normas, y el trabajo de su organización.
¿Qué desafíos considera que la ACS puede ayudar a abordar a través de avances en la química?
En la ACS consideramos que la química es la ciencia central, en el sentido de que es central para muchos campos diferentes. Es central para la vida diaria.
Considere la química que forma parte de la nutrición y las ciencias de la alimentación, o la química que forma parte del desarrollo de nuevas terapias farmacológicas y otras aplicaciones a la salud humana, además de embalaje, transporte y electrónica. Todas estas áreas presentan desafíos de química y de materiales. Algunos de los principales desafíos mundiales con respecto a energía, clima, salud humana, agricultura, alimentos y transporte requerirán de la química como parte de la solución.
Considero que estamos en una buena posición.
Daré un ejemplo. Recientemente, la Oficina de Política de Ciencia y Tecnología de la Casa Blanca anunció su Iniciativa Nacional del Microbioma el mismo día en que Kavli anunció su Desafío de Ideas de Microbioma, que es una serie especial de subsidios que se otorgan a científicos para que avancen sus estudios sobre este tema. Trabajan a través de la Sociedad Estadounidense de Microbiología, pero también han seleccionado a la ACS y la Sociedad Estadounidense de Física como socios en este esfuerzo.
La electrificación de los vehículos es otro ejemplo al que se le está prestando mucha atención hoy en día. Mayor capacidad, baterías más eficientes que se pueden recargar más rápidamente y tienen una mayor capacidad para almacenar energía están en el crucial camino hacia la adopción generalizada de vehículos eléctricos. Todos los componentes de la batería representan oportunidades químicas y de materiales. Además, la electrificación requiere materiales que funcionen a altas temperaturas y con propiedades eléctricas más allá de las que hubo disponibles anteriormente. Los materiales para las baterías y los inversores, así como también otros componentes de los autos, claramente presentan una oportunidad.
Creo que también debemos reconocer que la práctica de la ciencia es cada vez más interdisciplinaria.
Aunque enseñamos a los estudiantes en departamentos académicos organizados alrededor de una única materia de la ciencia, todos los desafíos mencionados, ya sean de energía, clima, salud humana, suministro de alimentos, nutrición o transporte, tendrán soluciones de una naturaleza interdisciplinaria. Como sociedad científica necesitamos mejorar nuestras habilidades para trabajar con sociedades que representen otras ciencias, como el desafío de ideas de la Fundación Kavli.
El desafío que se nos presenta es cómo podemos nosotros en la ACS mejorar nuestro conjunto de aptitudes en relación a trabajar de manera interdisciplinaria. En mi rol, uno de mis primeros pasos ha sido acercarme a otras sociedades para desarrollar relaciones. Buscamos oportunidades para hacer más cosas juntos.
¿Qué rol cumple la ACS en estimular la innovación en química y en la industria química en general? ¿Cuál es el papel de las normas?
He pasado gran parte de mi carrera en la innovación, y es un área sobre la que he meditado mucho. Comencemos con definiciones.
En contraste con la innovación, la invención trata del descubrimiento de una nueva ciencia o tecnología. La innovación se trata de la aplicación de estos inventos o la aplicación de ciencias y tecnologías existentes de nuevas maneras para crear valor.
La invención puede ocurrir en un laboratorio. La innovación necesariamente ocurre en un mercado y no puede ocurrir en un laboratorio.
Dicho esto, hablemos sobre química. He dicho que la química es una ciencia central y aunque hay ramas teóricas de la química, la práctica de la química implica principalmente la materia física: átomos, moléculas, macromoléculas y otros materiales. Estos materiales pueden ser algunas de las cosas que hemos mencionado: un medicamento nuevo para curar una enfermedad, un nuevo químico de protección de cultivos, un nuevo polímero para el vehículo eléctrico que mencioné, un nuevo polímero fotorresistente para la próxima generación de microprocesadores o un polisilicio de alta eficiencia para células fotovoltaicas. Todos estos son ejemplos de innovaciones que ocurren en la química. La invención ocurre y ese invento se traduce en innovación a través de una cadena de valor.
La ACS participa directamente en este proceso. Publicamos 50 revistas científicas que abarcan todas las subdisciplinas de la química. Celebramos dos reuniones científicas al año que involucran a 15,000 científicos, además de reuniones regionales y reuniones de temas especiales organizadas por nuestras 30 divisiones técnicas que se concentran en una de las subdisciplinas de la química. Además, a través de nuestro servicio de abstractos químicos, la ACS proporciona información acerca de las propiedades físicas de los materiales o la literatura química sobre una sustancia en particular o una reacción utilizada por profesionales químicos alrededor del mundo.
Las normas cumplen un papel fundamental.
Aquí hay un ejemplo reciente. Un estudio, del cual participé junto con las Academias Nacionales, acerca de la industrialización de la biología indagaba en una cantidad de aspectos de la ingeniería metabólica y la biología sintética. Hoy se está desarrollando una industria artesanal en la cadena de valor de la biología sintética, pero para evolucionar de una industria artesanal a una industria propiamente dicha se deben establecer normas, que permitirán que los materiales fluyan en cada paso de la cadena de valor. Es una necesidad fundamental. Me complace ver que ASTM se está ocupando de generar normas que permitan esa transferencia de valor en áreas de la biología sintética. Es un paso positivo hacia adelante, y completamente necesario para lograr el máximo potencial de la biología sintética.
Los miembros de la ACS participan de estos pasos, y encontramos formas de facilitar su participación. Por ejemplo, el evento que iniciamos el año pasado — la Cumbre del CTO — reunió a directores de tecnología de compañías involucradas en las ciencias químicas en diferentes etapas de la cadena de valor. Esta es una forma de juntar personas y estimular el diálogo sobre cómo hacer más efectivas las cadenas de valor.
¿Cómo describiría en dónde nos encontramos en cuanto a la química ecológica y hacia dónde deberíamos dirigirnos?
La ACS está muy comprometida e involucrada con la química ecológica. ACS Green Chemistry Institute se dedica a la promoción de la química ecológica y está involucrado en varias actividades.
Patrocinamos, por ejemplo, mesas redondas para la industria farmacéutica, fabricantes químicos y formuladores involucrados con la química ecológica. Recientemente comenzamos una mesa redonda de fracturación hidráulica que incluye a los proveedores de químicos.
Green Chemistry Institute trabaja con la Agencia de Protección Ambiental de los EE. UU. para patrocinar los Presidential Green Chemistry Challenge Awards, un reconocimiento para los investigadores y las compañías líderes que han desarrollado una química ecológica. Además, todos los años, ACS Green Chemistry Institute es anfitrión de una conferencia de química e ingeniería ecológicas.
La química ecológica, para mí, se trata de encontrar productos más sustentables para que se produzca un menor impacto ambiental durante la producción, la selección del material, el uso del producto y el fin de su vida útil. La química ecológica implica mejores procesos de producción química, mejores catalizadores, solventes más benignos, menores requisitos energéticos para los procesos y un reciclado, una reutilización y una eliminación más fáciles.
Desde mi punto de vista, aún nos encontramos en las primeras etapas de este trabajo, que requiere de mucha promoción. En principio, la gente ha aceptado el concepto, pero para que este sea el modo en que conducimos los negocios, aún tenemos mucho trabajo por hacer.
Una de las cosas que estamos haciendo desde la ACS es garantizar que la química ecológica y los principios de la química ecológica se incluyan en el currículo universitario. Necesitamos que la próxima generación de químicos e ingenieros crezcan observando el rol fundamental que tienen en el desarrollo de procesos más ecológicos. Los docentes universitarios también deben aceptar esto y deben enseñar los principios de la química ecológica con pasión.
¿Cuáles son otras de las prioridades actuales de la ACS?
Para mí es importante fortalecer nuestro crecimiento en términos de membresía y ganancia. Queremos entender qué es lo que nuestros miembros estudiantes, industriales y académicos pretenden de la ACS. Queremos estar seguros de que actualizamos nuestras ofertas de manera consistente con lo que se demanda.
Las estrategias globales también son una prioridad para mí. Nosotros somos, y siempre seremos, la Sociedad Química de los EE. UU., y la mayoría de nuestros miembros se encuentran en dicho país. Sin embargo, la práctica de la química es global, y debemos ser un recurso que conecte a nuestros miembros, donde sea que estén, con la práctica de la química, donde sea que se realice.
Los clientes de nuestros productos de información y nuestros autores se encuentran en todo el mundo. Necesitamos mirar de cerca nuestras operaciones y nuestra programación: ¿aún están orientadas exclusivamente hacia los miembros de los Estados Unidos, o podemos enriquecer nuestro programa teniendo en cuenta a nuestros nuevos miembros que se encuentran fuera de dicho país?
El Dr. Thomas M. Connelly es el director ejecutivo y CEO de la Sociedad Química de los EE. UU. en Washington, D. C., puesto que ocupa desde febrero de 2015. Anteriormente, Connelly había sido vicepresidente ejecutivo y jefe de innovación en DuPont, donde trabajó desde 1978. Con una carrera dedicada a puestos de investigación, fabricación y negocios, Connelly ha sido miembro de las juntas de varias organizaciones industriales y comunitarias.