Derrames de petróleo: minimización de los daños

Derrames de petróleo: minimización de los daños

Una entrevista con Merv Fingas, Ph.D., consultor en derrames de petróleo

¿Cómo se involucró en la investigación y el trabajo relacionados con la respuesta a los derrames de petróleo? ¿Por qué este trabajo es importante para usted?

Comencé a trabajar en derrames de petróleo en 1974, y a lo largo de los años me he ocupado de varios aspectos, como la ciencia de los derrames de petróleo, química y contramedidas. He trabajado en más de 100 derrames de petróleo.

Ingresé a ASTM a finales de la década de 1980 y desde entonces he participado activamente en el desarrollo de estándares. Esto también es importante para mí porque el trabajo armoniza con mis intereses profesionales, y puedo ver cómo ha contribuido al progreso del trabajo en el campo.

Este ha sido el trabajo de mi vida. He visto los beneficios para el medioambiente resultantes del trabajo que he realizado. Por ejemplo, los limpiadores de desechos (skimmers) ahora se especifican de manera estándar, y los métodos de limpieza de derrames y la información relacionada están mucho más estandarizados.

Lo que originalmente me atrajo a mi trabajo fue un gran derrame de petróleo que se produjo en la costa este de Canadá en 1970, que se conoció como el “derrame flecha” (Arrow Spill). Un buque cisterna encalló en la bahía de Chedabucto, Nueva Escocia, y yo hice el seguimiento del derrame. La limpieza llevó entre dos y tres años. Eso despertó mi interés en el tema. Cuando ocurrió el derrame yo ya trabajaba en el campo de la ciencia (química y química del petróleo), y luego me pasé a este campo específico.

¿Cuáles fueron las consideraciones iniciales para decidir cómo abordar los derrames de petróleo?

La consideración inicial es decidir cómo minimizar el daño ambiental debido al derrame.

Existe un “paso previo”, que es cómo evaluar el efecto potencial que los petróleos de tipos diferentes tendrían sobre una ubicación específica. Esto debería ser parte de un plan de contingencia de trabajo que se aplique de antemano. Estos planes son similares en Norteamérica y en Europa; son cientos de páginas que cubren cada aspecto de los derrames, desde la organización hasta la limpieza final y la desmovilización. Muchos de los planes de la actualidad citan los estándares del F20 de ASTM International [el Comité sobre Respuesta ante derrames de sustancias peligrosas y petróleo].

Siempre estuve en el lado científico de esto, en química y en física. Hay mucha ciencia que se aplica en el campo de los derrames de petróleo, un campo que es más activo entre derrames. Evaluamos el destino y el efecto de los derrames anteriores, desarrollamos modelos y creamos escenarios posibles para el futuro.

Supongamos que ocurre un derrame en un puerto cercano: el plan de contingencia considera el destino y el efecto de los diversos petróleos en ese puerto. Cuando se produce un derrame, se activa el plan y se despliegan los recursos mencionados en él. La gente determina primero el alcance del derrame para comenzar a limpiarlo. Comienzan por proteger la costa y colocar barreras de contención (booms) en las áreas que podrían ser difíciles.

Si se produjo un derrame y se activó un plan de contingencia, normalmente participo en la detección remota de ese derrame. Durante varios años, nosotros, el Ministerio de Medioambiente de Canadá (Environment Canada), tuvimos nuestra propia aeronave para movilizarnos hasta el lugar del derrame con sensores especializados para detectar y realizar un mapa del petróleo, dónde está y cuánto hay, y describir sus características como espesor y emulsificación relativos.

¿Qué importancia tienen los estándares para la respuesta a los derrames de petróleo?

Los estándares son importantes para la medición de los métodos y las respuestas a los derrames de petróleo. Recuerdo que antes de que ASTM International comenzara a trabajar en esta área, existía mucha aleatoriedad en algunas mediciones.

La capacidad máxima o nominal de un limpiador de desechos (skimmer), por ejemplo, es la cantidad máxima que el equipo o una unidad de recuperación de derrames de petróleo puede recoger. Se medía de cualquier manera, por lo que no se podía utilizar como un valor para decidir la compra de limpiadores de desechos. Un limpiador de desechos pequeño podía tener una capacidad de 10 000 toneladas y otro podía tener una capacidad de 5000 toneladas, y eso se debía a que no existía un estándar.

Cuando comenzó el trabajo de ASTM, la capacidad nominal de un limpiador de desechos fue la máxima prioridad. La capacidad es importante porque identifica qué limpiadores de desechos tienen la capacidad adecuada para un derrame en particular.

Ahora existe un estándar para esto desde hace varios años, lo que ha permitido la comparabilidad entre fabricantes. La estandarización ha significado mucho para los consumidores de estos productos.

Por otro lado, contar con procesos y mediciones estándar ha mejorado la respuesta a los derrames al mejorar los equipos y los procedimientos. Por ejemplo, hemos establecido procedimientos para la manera en que se enfocan determinados tipos de derrames. Para la limpieza de la costa, los estándares tratan sobre cuáles son los métodos de limpieza que deben utilizarse según el tipo de costa y según los tipos de petróleo. También tenemos varios estándares de dispersantes para agua fresca, como la de los lagos, que especifican el mejor uso de los dispersantes en ellos.

En Canadá se producen por día 12 derrames de petróleo mayores de 1000 galones, de acuerdo con los datos del Ministerio de Medioambiente de Canadá (Environment Canada). En los EE. UU., esa cantidad sería mucho mayor. Muchos de estos derrames ocurren en puertos y no necesariamente en el agua. Pueden producirse derrames en carreteras por vuelcos de camiones cisterna, por ejemplo. Muchos ocurren al cargar y descargar barcazas a lo largo de vías fluviales como el Misisipi, donde hay mucha actividad, y otras. Las ubicaciones y las causas de los derrames son muy variadas.

Hemos continuado eliminando carencias en la tecnología con la estandarización, por lo que ahora las carencias que aparecen no son tan graves ni tan frecuentes como hace 20 años. En términos generales, los estándares del F20 tratan sobre una amplia variedad de temas de derrames, recuperación de limpiadores de desechos, barreras de contención (booms), agentes de tratamiento de los derrames de petróleo, detección y modelado remotos, quemado in situ, respuesta inicial, limpieza de la costa y otros.

Recientemente ha aparecido un nuevo estándar que estudia los cambios de las propiedades y comportamiento de un petróleo cuando está sometido a la intemperie, en especial cuando se evapora [F3337]. Esa información puede ayudar para la planificación de contingencia ante derrames, así como su gestión.

¿Cómo evolucionó su pensamiento y enfoque, si fue el caso, a lo largo de los años en que ha participado en la profesión?

Mi pensamiento se ha vuelto mucho más sistemático con los años.

Cuando comencé tenía un enfoque más simplista, y he aprendido desde entonces que uno debe examinar el sistema y los procesos de manera mucho más cuidadosa. A menudo, un proceso implica muchos factores importantes, y he aprendido a realizar una investigación más extensa sobre un tema antes de continuar.

Por ejemplo, la contención. Hace años suponíamos que era posible contener un derrame de petróleo simplemente mediante una barrera de contención (boom) mayor. La barrera debía ser cada vez grande a medida que la corriente se volvía más fuerte. Luego determinamos que existe un límite de contención para las barreras, que resulta ser muy bajo. Tuvimos que reconsiderar el diseño de nuestras barreras y la forma de implementarlas cuando nos dimos cuenta de que este elemento aparentemente simple tiene una base netamente científica.

Ahora que tenemos una cantidad de estándares, podemos utilizar un estándar para evolucionar a otro. Por ejemplo, para la exposición a la intemperie tenemos ahora un estándar que trata sobre lo que se mide después de someter el petróleo a la intemperie. Algunos estándares futuros podrían referirse a la mejor manera de realizar la exposición a la intemperie. Tenemos algunas sugerencias específicas sobre cómo realizar ese tipo de exposición a la intemperie. Esto podría convertirse en un proceso mucho más sistemático.

Al desarrollar un estándar vemos qué otras carencias podría haber y nos abocamos a desarrollar los estándares necesarios en el futuro. Además, la tecnología cambia en cierta medida, por lo que a veces se necesitan nuevos estándares.

En el campo de la detección remota, por ejemplo, nos pidieron desarrollar un estándar sobre cámaras montadas en embarcaciones para el monitoreo de derrames de pequeñas embarcaciones de recuperación. Lo hicimos, y elaboramos todos los cálculos y datos necesarios para desarrollarlo. Pero con drones ese estándar se vuelve algo obsoleto, por lo que tendremos que desarrollar un estándar para drones. Este trabajo comenzará probablemente en un año o dos.

Al pensar en las carencias y en lo que ha cambiado, es realmente importante el intercambio de la información que se ha desarrollado y la lectura de esa información. Existe una tendencia entre la gente de este campo a no leer los documentos, lo que hace que se repita una gran cantidad de investigaciones menores. Por otra parte, es un poco difícil porque el trabajo de campo de derrames de petróleo no aparece en una sola publicación. Aparece en alrededor de cien publicaciones, a muchas de las cuales la mayoría de la gente no tiene acceso salvo a un alto costo. El intercambio de información en este campo es una enorme barrera, un gran obstáculo al progreso.

Merv Fingas, Ph.D., es un consultor independiente que reside en Edmonton, Alberta, Canadá. Se retiró luego de su carrera en el Ministerio de Medioambiente de Canadá (Environment Canada). Fingas es miembro de ASTM International desde 1986 y participa activamente en el Comité sobre Respuesta ante derrames de sustancias peligrosas y petróleo (F20), que honró sus contribuciones con el Premio al Mérito en 2005 y en el que preside los Subcomités sobre Tratamiento, Quemado in situ y Vigilancia y seguimiento. Se ha desempeñado en el Comité sobre Operaciones de los comités técnicos y también es miembro de los Comités sobre Agua (D19), Aplicaciones de seguridad nacional (E54) y Ropa y equipo de protección personal (F23).

Issue Month
Julio/Agosto
Issue Year
2019
COMITÉ: