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La información sobre medioambiente, asuntos sociales y gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) se ha convertido en uno de los temas más candentes en el ámbito de la inversión, la sostenibilidad y muchos otros sectores. Aun así, sigue existiendo cierta incertidumbre sobre cómo definir la información ESG y qué estándares deben utilizarse para medir su eficacia, especialmente dados los requisitos de información de sectores muy regulados como el financiero.

ENTREVISTA: Estandarización de la sostenibilidad para hoy y mañana (entrevista)

En el número de septiembre/octubre de Standardization News, hablé con Eileen Snyder, coordinadora técnica regional de Pace Analytical Services. Snyder fue una de las voces principales que impulsaron la creación del primer estándar de la información ESG de ASTM, la guía para la divulgación medioambiental, social y de gobernanza (ESG) relacionada con el clima y la comunidad (E3377). Snyder y yo hablamos sobre cómo definir ESG, qué está impulsando el creciente interés en el tema y cómo ella enfocó la guía E3377. También habló de por qué se interesó en este tema y de cómo los estándares están desempeñando un papel en la definición de ESG.

¿Puede empezar explicando el concepto de ESG?

ESG son las siglas de “environmental, social, and governance” (criterios medioambientales, sociales y de gobernanza). El tema se remonta aproximadamente a 2004, cuando las Naciones Unidas publicaron un informe titulado “Who Cares Wins: Connecting Financial Markets to a Changing World” (Quien se interesa, gana: Conectando los mercados financieros a un mundo cambiante). Fue una iniciativa conjunta de las instituciones financieras que buscaban ser más transparentes con los inversionistas.

ESG también se ha denominado “inversión socialmente responsable”. ESG ofrece un lenguaje común para que las organizaciones revelen información a las partes interesadas, que pueden incluir potenciales inversionistas; entidades de crédito y préstamo; aseguradoras que puedan querer suscribir cobertura; integrantes de la comunidad; quienes viven o trabajan cerca de estas organizaciones; empleados de estas organizaciones; vendedores y proveedores de estas organizaciones; y quienes hacen negocios con estas organizaciones. ESG proporciona un marco y un lenguaje común para dialogar y compartir información.

¿Cuál fue el impulso original de ESG? ¿Cuáles son algunos de los temas que aborda?

Si pensamos en Sudáfrica y el apartheid, empezamos a formar un lenguaje en torno al concepto de inversión socialmente responsable. Hubo un clamor, sobre todo en los campus universitarios, a favor de desinvertir en cualquier entidad empresarial que hiciera negocios con o en Sudáfrica. En el fondo existe un deseo de conducta socialmente responsable, no solo en la inversión, sino en general.

Eso representa la “S” en ESG. En materia de espacio medioambiental, este campo está más maduro. Se rige por la reglamentación, es transparente y no va a ir y venir como una moda pasajera. En Estados Unidos, el marco regulador comenzó a finales de los sesenta y principios de los setenta. Después llegaron la Ley de Aire Limpio [1963] y la Ley de Agua Limpia [1972], seguidas de la Ley de Conservación y Recuperación de Recursos [RCRA, 1976] y la Ley Superfund [Ley de respuesta, compensación y responsabilidad medioambiental global, 1980], y la reciente reglamentación sobre compuestos perfluorados.

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La “G” es gobernanza. Es la capacidad de una empresa para mirar hacia dentro en su propio gobierno corporativo. Para ver quién es parte de su consejo de administración, con quién negocian, cómo mejorar su ética y transparencia, si rinden cuentas a las partes interesadas. En cuanto separemos estos elementos y los definamos mejor, en cuanto ofrezcamos a las organizaciones la oportunidad de revelar información sobre esos tres elementos, mejoraremos la transparencia y la rendición de cuentas.

Dado el creciente interés por ESG, ¿qué cree usted que es su impacto?

Hemos permitido que empleados, consumidores, vendedores y proveedores, así como quienes viven o trabajan cerca de estas organizaciones, sepan lo que ocurre. De nuevo, ese es el aspecto de la transparencia. El aspecto de la rendición de cuentas se refiere al deseo de la organización de que las preocupaciones de las partes interesadas repercutan en su órgano de gobierno y en la toma de decisiones. Les permite observar lo que hacen sus pares en ese espacio y tal vez igualarlo, o bien, superarlo. ¿Cuál es el impacto final? El impacto es mejorar el conocimiento de las partes interesadas y proporcionar una mejor rendición de cuentas y gobernanza por parte de las organizaciones.

¿Qué le hizo pensar que ASTM era el lugar adecuado para abordar este tema, y cuál fue el proceso que le llevó a crear un estándar para ESG?

ASTM tiene más de 125 años de historia en este ámbito. Está reconocida internacionalmente y su proceso de desarrollo de estándares es muy riguroso. Esta es la organización perfecta para abordar un espacio que actualmente no está estandarizado. Ni siquiera el lenguaje de la ESG está estandarizado.

Hace unos años, el comité de Evaluación Medioambiental, Gestión de riesgos y medidas correctivas (E50) creó un nuevo subcomité sobre Clima y comunidad (E50.07). Me uní y me interesó conocer los temas que el grupo quería tratar. Me ofrecí como voluntaria para dirigir un nuevo grupo de trabajo encargado de desarrollar un estándar sobre ESG. Mi codirectora fue Pam Lacey, que recientemente se retiró como consejera reguladora jefe de la American Gas Association. Yo era la parte informada en el proceso ASTM, y ella era la parte más informada en el ámbito de ESG.

El grupo de trabajo contó con unas 50 personas que participaron en un proceso que se prolongó tres años. Hubo muchos participantes con conocimientos sorprendentes, entre ellos abogados individuales en ejercicio, asociaciones comerciales, académicos, consultores, profesionales de la banca y de los seguros. En primer lugar, queríamos ofrecer una visión general, casi como una guía de viaje.

Este proceso produjo el estándar E3377, el primer estándar ESG del comité.

Queríamos examinar las distintas formas en que la gente aborda estos temas y ofrecer un recurso para que los usuarios de la guía pudieran conocerlos mejor y disponer del lenguaje necesario para plantear preguntas más concretas en el futuro. Investigamos, consultamos con abogados y utilizamos un lenguaje concreto y directo. También examinamos las empresas que realizan clasificaciones ESG. Intentamos descubrir quién realiza las clasificaciones, qué tipo de información recopilan, a qué empresas se les pregunta mediante cuestionarios, quién utiliza esas clasificaciones y si los inversionistas se interesan realmente en esos datos.

Después de muchos meses, decidimos que no íbamos a ofrecer un procedimiento reglamentario sobre qué divulgar, cómo divulgarlo o a quién divulgarlo. Íbamos a ofrecer una referencia a quienes se encuentran en este ámbito porque, en principio, no había ninguna referencia que reuniera todo esto. En segundo lugar, consideramos que era importante empezar a estandarizar el lenguaje asociado a la información sobre ESG.

¿Qué ha indentificado de las divulgaciones y marcos que se utilizan actualmente?

En primer lugar, tratamos de estudiar los distintos marcos existentes a escala nacional e internacional. Algunos son marcos de divulgación voluntaria. Algunos de ellos son requisitos en el campo reglamentario. Hemos intentado describirlos y proporcionar a los usuarios de la guía una referencia para estos marcos y estándares.

En segundo lugar, investigamos cómo se definen los elementos de ESG. Hemos llegado a un lenguaje común. La guía no le dice al usuario: “Debes hacer estas cosas”. No es una práctica ni un método. Sugiere un grupo de elementos que pueden utilizarse, por ejemplo, para informar o divulgar sobre los elementos E, S y G.

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En tercer lugar, profundizamos en los conceptos de divulgación. Si usted es una entidad bajo la jurisdicción de la SEC [U.S. Securities and Exchange Commission], si es una empresa pública, debe presentar un Formulario 10-K todos los años. Tradicionalmente, esta divulgación cubría las responsabilidades medioambientales, así que es otra oportunidad para ampliarla y hablar de gobernanza y elementos sociales. Las empresas suelen tener una declaración de sostenibilidad corporativa, un informe sobre las buenas acciones que realizan en la comunidad. Profundizamos en los datos recopilados y nos preguntamos: “¿Cuál es la calidad de estos datos? ¿Cuáles son las fuentes de los datos? ¿Son fuentes primarias que una empresa puede mostrar a un auditor externo? ¿Estas fuentes de datos se actualizan periódicamente? ¿Mensualmente? ¿Anualmente?”.

Ahora que se ha publicado este estándar, ¿cuáles cree que son las prioridades para la estandarización y para su participación en ASTM?

Habrá actualizaciones de E3377. Lo más probable es que iniciemos el proceso de revisión a fines de este año, en 2024, y trataremos de publicar una revisión en 2025 o 2026. ¿Por qué es eso? Algunos de los elementos reglamentarios que hemos enumerado en la guía son propuestas. Algunos son estándares federales estadounidenses, otros son de la Unión Europea. Queremos incorporar cualquier cambio, finalización o actualización de estándares y marcos. Queremos que la guía sea un documento vivo.

Al trabajar en la E3377, encontramos muchos elementos que debimos que considerar fuera del campo de aplicación porque la guía es rica, compleja y contiene mucha información. Presentamos temas que consideramos fuera del alcance. Mantenemos una lista de dichos elementos al final del proceso.

Cuando publicamos la guía, enviamos una encuesta de interés a todo el comité principal de E50, que son cientos de personas. También se la enviamos al presidente del Comité de sostenibilidad (E60). Esa encuesta reveló algunos temas sugeridos y una lista de personas que se ofrecieron a participar. Ahora, el proceso consiste en ayudar a que esos esfuerzos se registren como nuevos elementos de trabajo y que los nuevos grupos de trabajo se encuentren entre sí. Seguiremos ayudando a poner en marcha nuevos proyectos y tenderemos puentes entre los subcomités y los comités principales, a fin de compartir experiencias y conocimientos en lugar de que existan por separado.

Disfruté la oportunidad de colaborar y ser parte del E50.07. Ahora busco ir más allá del E50, a otros comités, averiguar qué están haciendo y tratar de salvar la brecha entre los comités principales y los subcomités.

¿Cómo se interesó por la sostenibilidad y los otros temas en los que decidió trabajar en ASTM?

Llevo más de 40 años trabajando en el sector medioambiental, 28 de ellos como consultor de ingeniería medioambiental y 15 en laboratorios de pruebas medioambientales. Mi trabajo está orientado a la reglamentación, y tengo facilidad para los requisitos reglamentarios.

El tema de la sostenibilidad está cada vez más presente. Como consumidor, usted trata de reducir sus residuos. Hay una mayor conciencia en general. Como persona intelectualmente curiosa, me interesaba explorar este campo y me encantó trabajar con profesionales experimentados.

Para mí ha sido una experiencia de aprendizaje trabajar con distintas organizaciones, y particularmente con ASTM, por su componente internacional. La organización me permite explorar distintos temas y conocer a gente diferente. Es parte de mi jornada de exploración de lo que me depara el futuro.

Eileen Snyder es coordinadora técnica regional para Pace Analytical Services. Miembro de ASTM International desde 2016, ha recibido los premios Distinguished Service Award (2019), Industry Participation Award (2022), Certificate of Appreciation (2023) y President's Leadership Award (2023). Se licenció en Biología en el Wheaton College y obtuvo una maestría en Política medioambiental en la Universidad de Tufts.

JP Ervin es editor de contenidos de Standardization News de ASTM International.