Sostenibilidad práctica
Sostenibilidad práctica
Una entrevista con Teresa Clark, vicepresidenta de Desarrollo de productos de ENSO Plastics
¿Qué importancia tienen los estándares para ENSO?
Tener una organización como ASTM que desarrolla estándares internacionales, ayuda a reducir la fragmentación del mercado que de otro modo se produciría de no contarse con ellos. Algo que ASTM hace verdaderamente bien es crear estándares e integrar el mercado mundial. Si ASTM no asume el liderazgo, las regiones incorporan lo que desean en un estándar, y eso luego puede implementarse en la legislación. Dicha legislación puede estar influenciada por aquellas organizaciones que tienen la mayoría de los intereses comerciales y económicos disponibles para impulsar dicha legislación. Lo que luego sucede es que comienzan a restringir la incorporación de ciertas tecnologías o productos en las regiones.
ASTM reúne todas las voces para crear estándares basados en datos, y no en los participantes que tienen el principal interés comercial. Especialmente porque es una pequeña empresa, ENSO ha reconocido verdaderamente el valor de ASTM y sus estándares. En el grupo, tenemos la misma voz que una empresa de la lista de Fortune 500. En el mercado comercial, eso no ocurre así necesariamente. En el caso de los reglamentos, no tenemos la misma influencia que una organización de mayor tamaño.
Otro aspecto importante, que nos afecta más directamente, es que con frecuencia existe una necesidad de evaluar el desempeño de los productos en un laboratorio, ya que las pruebas de campo tal vez no resulten posibles. Gran parte de lo que hacemos se hace en un entorno de vertedero, y no siempre es posible colocar un producto en un vertedero a fin de evaluar su desempeño. Además, existen pruebas en uso que no están estandarizadas, de modo que cada laboratorio lo hace de forma diferente y no se pueden comparar los resultados. Resulta de un valor incalculable que ASTM realice las pruebas en el laboratorio y que se obtengan pruebas reproducibles y repetibles a través de una organización externa.
Por ejemplo, hace 15 años existía una creencia generalizada de que los materiales plásticos no podían biodegradarse en un vertedero. Sin embargo, ha habido un considerable cambio: en la actualidad es bien sabido que los plásticos, cuando reciben el tratamiento apropiado con las tecnologías adecuadas, son completamente biodegradables en un vertedero. Yo atribuyo ese cambio a los estándares de ASTM.
¿Por qué quiso iniciar ENSO?
Antes de ENSO, era propietaria de una empresa embotelladora de agua y quería algo mejor, en términos ambientales, para su embalaje. Con eso en mente, ENSO se fundó con la misión de identificar y volcar al mercado una tecnología o material que fuera superior desde el punto de vista ambiental sin perder ninguna de las propiedades de embalaje que necesitábamos.
Quería el embalaje para mi uso personal pero rápidamente me di cuenta de que mi pasión se centraba exclusivamente en los problemas ambientales y la creación de materiales que trabajaran de acuerdo con las prácticas de gestión de residuos. Teniendo eso en cuenta, decidimos que ENSO era más gratificante que crear un producto, el agua, para el mercado. Esto se trata de algo así como una misión moral. Se siente como si uno estuviera haciendo algo bueno por el mundo y su comunidad. Se devuelve algo y, al mismo tiempo, se hacen negocios.
Nuestro producto principal es un material basado en aditivos que ayuda en la biodegradación de los plásticos en un vertedero. La degradación tardaría normalmente entre 200 y 1000 años en un vertedero según el tipo de plástico, pero con el aditivo de ENSO, el plazo previsto (de acuerdo con los métodos de pruebas de ASTM) se acerca a los 12 años. Si bien existen ciertas aplicaciones en las que no sería pertinente, como tuberías subterráneas, en las que nuestro material podría comprometer su vida útil, la tecnología de ENSO es una solución fenomenal para la mayoría de los productos plásticos. Tenemos un mercado bastante amplio al que brindamos soporte, incluidos todos los principales productos plásticos principales y ciertas resinas de ingeniería para diversas aplicaciones.
¿Cómo se relacionó con ASTM International?
Nuestra empresa se involucró inicialmente por necesidad: se estaban creando estándares en los que estábamos interesados, ya sea en ayudar a orientar estándares nuevos o revisar los existentes. Me convertí en miembro porque necesitábamos que participe alguien con orientación técnica y una mayor comprensión de las idiosincrasias involucradas, para asegurarnos de que se estaba siguiendo la ciencia apropiada en los estándares que se estaban implementando.
Realmente disfruté el haberme involucrado con ASTM. Por momentos, existe cierta controversia, y como todos tenemos diferentes puntos de vista, reunirnos y poder conversar sobre algo es importante. Me gusta la idea de que si tengo un inconveniente con un estándar, rara vez un presidente no aprobaría que inicie un ítem de trabajo al respecto. En ASTM, no hay necesidad de quejarse sobre un estándar porque siempre se puede presentar un ítem de trabajo para tratar de cambiarlo.
¿De qué forma el trabajo de sus comités respalda las Metas de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas?
Tengo un enfoque ligeramente diferente del de la mayoría. Muchos ambientalistas se concentran en cómo reducir el uso de productos y alejarnos de las comodidades actuales. Como humanos, habitualmente queremos nuestros avances tecnológicos. Por lo tanto, no se trata de cómo deshacernos de ellos, sino de cómo podemos tenerlos de forma más eficiente y eficaz con un menor impacto. Eso es en parte a lo que se dedica ENSO. No somos enemigos del plástico. Somos conscientes de que el plástico es un material de embalaje superior en muchas aplicaciones.
Supongamos que tiene un plástico de múltiples capas que usa para envolver la carne. Hay un movimiento en California y Europa para deshacerse del embalaje que no se recicla con facilidad, que en el caso de la carne significa realmente cambiar a un envase rígido PET o HDPE, o un plástico de un solo material. Si se hace eso con el envasado de la carne, se reduce considerablemente la duración de conservación. Esto significa que se desaprovechará una mayor cantidad de carne, y la producción de carne tiene un mayor impacto ambiental que el envasado, independientemente de cómo se la envase. Por lo tanto, al intentar volver reciclable el envasado de la carne, se está generando mayor desecho y mayor daño ambiental. En situaciones como esta, ENSO adopta un enfoque más práctico y con base científica; el objetivo es crear la menor carga ambiental. Esto significa ante todo usar el mejor embalaje disponible para evitar el desecho. El siguiente paso es comprender adónde se desechará y crear un valor. Aquí es donde interviene ENSO, mediante la conservación de los aspectos provechosos del plástico y su conversión posterior en energía a través de la biodegradación en vertedero al desecharse. Nuevamente, aquí es donde entran en juego los estándares de ASTM respecto de las pruebas de biodegradación en vertedero.
También hay un movimiento para controlar el origen del plástico, el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas adopta la postura de reemplazar los recursos fósiles con otros de base biológica. En términos generales, el plástico está hecho principalmente con materiales fósiles, sin embargo, no tiene por qué ser así. De hecho, hay un estándar de ASTM para evaluar la fuente fósil o de base biológica de los plásticos. Existen varios tipos de plásticos de base biológica, incluidos algunos que son exactamente iguales a los plásticos fósiles, como el polietileno renovable. Sin embargo, no considero el uso de las fuentes fósiles necesariamente como algo negativo. Muchas veces, los recursos fósiles demuestran, a través de las evaluaciones de ciclo de vida, ser preferibles para el medio ambiente. Esto realmente depende de varios factores, que incluye la forma en que se produce el plástico de base biológica y el tipo de plástico que se fabrica.
Desde una perspectiva amplia, las metas de las Naciones Unidas crean un documento noble. Sin embargo, hay imprecisiones. Y es allí donde algunos de los estándares con los que estamos trabajando en los comités de ASTM ayudarán realmente a acotar el enfoque e identificar acciones específicas.
Por ejemplo, tomemos la meta número 7 [meta de desarrollo sostenible]/la energía, y el aumento considerable de la energía renovable. La energía sostenible no se menciona, y la energía renovable no es necesariamente energía sostenible. Por lo tanto, en el comité de sostenibilidad [ASTM International], estamos viendo cómo realiza usted el análisis del ciclo de vida y aproximamos más la ciencia al debate y respondemos esos tipos de preguntas. La mayoría de las personas están de acuerdo con que debemos aumentar la proporción de la energía sostenible; sin embargo, ¿qué es sostenible y cómo se mide eso? Hasta que pueda medirse, usted no sabe si su meta es adecuada o no. Veo que ASTM coloca una gran cantidad de estándares sobre la mesa que se ocupan de esos detalles.
Otro ejemplo es la meta 12. En parte, esta involucra la reducción de generación de desechos a través de la prevención, la reducción, el reciclaje y la reutilización. Esto es algo que dicho así suena excelente, hasta que se llega a los detalles. Volviendo a nuestra conversación sobre el embalaje de la carne. ¿En qué tipo de residuos se centra y, si se realizara un cambio en una área, qué impacto tendría en otras áreas? La sostenibilidad tiene que ver con el equilibrio de sistemas, por tanto, las decisiones y las metas no pueden determinarse en forma aislada y no existe una solución que se adapte a todo.
Otro ejemplo de mirar los detalles de la prevención de desechos son los impactos de los materiales reciclados. Actualmente, el comité de sostenibilidad está votando un estándar sobre el uso del análisis del ciclo de vida en los materiales reciclables. No es suficiente con solo decir que se van a reducir los desechos al aumentar el reciclaje. No todos los métodos de reciclaje son preferibles en términos ambientales. Debemos contar con los estándares para saber si de hecho va a ayudarnos a alcanzar la meta de sostenibilidad. Es aquí donde los estándares de ASTM aportan valor.
¿De qué forma la participación de ASTM International desarrolla liderazgo y otras habilidades?
En ASTM, hay una amplia gama de oportunidades para aprender y desarrollar diferentes habilidades, ya sea trabajando en habilidades de comunicación porque tiene un punto que desea tratar, o perfeccionando tácticas de negociación debido a que hay un voto negativo que intenta apoyar, o bien emitió un voto no persuasivo. En ocasiones, incluso tiene la oportunidad de practicar la resolución de conflictos. Una gran oportunidad en ASTM son las oportunidades de gestión de proyectos. Desempeñar un papel activo en la creación o la revisión de un estándar desarrolla las habilidades de trabajo en equipo, la motivación de otras personas, la gestión de proyectos y cronogramas, así como el perfeccionamiento de la habilidad del trabajo independiente y la consecución de cosas sin una fecha límite estricta o sin que alguien lo esté supervisando.
Cada una de esas habilidades forma parte del liderazgo y definen un gran líder. Además de las habilidades de liderazgo, ASTM cuenta con amplias oportunidades de voluntariado en cargos de liderazgo que ponen esas habilidades en práctica. Luego puede transferir esas habilidades de liderazgo y experiencia a su entorno profesional.
Involucrarse es la clave para obtener el máximo valor. Muchas personas pueden sentirse algo intimidadas porque pueden no comprender los procesos de los protocolos. ASTM realmente no es tan complicada, y la mayoría de los miembros están abiertos a ayudar. Los gerentes de personal también son un gran recurso y una gran ayuda. Tanto a los miembros como al personal de ASTM les interesa su participación y su aporte, incluso si va en contra de su postura y sus opiniones.
Cuanto más se involucre, mayor será el impacto que tendrá. No tenga miedo de intentarlo. Todos generamos un poco de desorden en ASTM de vez en cuando. Luego, se cambia, modifica y ajusta, y está bien.
Teresa Clark es vicepresidenta de Desarrollo de productos y sostenibilidad en ENSO Plastics, Mesa, Arizona. Es miembro de ASTM International desde 2013 y de varios comités de ASTM International, incluidos los de plásticos (D20) y sostenibilidad (E60), y es presidenta del comité de gestión de desechos (D34). También es miembro del comité de estándares.