Los estándares ayudan a mitigar los efectos de los incendios forestales
Este año ha resultado ser uno de los más graves en cuanto a incendios forestales en el oeste de los Estados Unidos, y eso se debe a la sequía continua, patrones climáticos cambiantes e incluso incendios provocados.
De acuerdo con el Centro Nacional Interagencias contra Incendios (National Interagency Fire Center) de los EE. UU., se produjeron en total 43 555 incendios forestales en todo el país desde inicios de 2021 hasta principios de septiembre, un poco más que el año anterior, con un total de 5,1 millones de acres quemados hasta ahora en este año. Esto incluye algunos de los mayores incendios forestales de la historia, como el incendio Dixie de California, que ha crecido hasta más de 900 000 acres, y el incendio Bootleg del este de Oregón, que quemó más de 413 000 acres. El incendio Dixie se posiciona actualmente como el segundo mayor incendio registrado en California.
Esta nueva realidad ha impulsado la redacción de un estándar que ayude a proteger el agua potable de la contaminación relacionada con el fuego en las comunidades golpeadas duramente por los incendios forestales.
"Las cuencas que muchos servicios de agua utilizan para suministrar el agua potable están en zonas que pueden arder, y si esto ocurre existe un considerable riesgo de contaminación debido a las cenizas y otros desperdicios del agua de origen", dice Patrick Robichaud, líder de grupo de tareas para el estándar, encargado por el subcomité sobre gestión de riesgos ambientales (E50.05). "Cuando esto ocurre, puede ser difícil o imposible tratar el agua según un estándar de agua potable aceptable".
La guía propuesta sobre la mitigación del riesgo de incendios forestales para los servicios de agua (WK73375) recomendará pautas de gestión de combustibles previa a un incendio forestal, a fin de limitar, en primer lugar, el ingreso de contaminantes al suministro de agua.
Una falta de preparación por parte de los servicios públicos puede significar importantes riesgos de salud y operacionales. No solo los contaminantes del incendio forestal encuentran la manera de llegar al agua tratada y no tratada, sino que la tensión que los materiales particulados ejercen sobre los sistemas y componentes de los servicios puede dejar inactivas instalaciones enteras si la situación no se maneja correctamente.
Como se explica en la guía propuesta: "Los incendios forestales causan una serie de perturbaciones en cascada, resultantes de la eliminación de la hojarasca como cubierta protectora de la tierra. Un cambio importante es que el incendio puede dejar un suelo repelente al agua, que disminuye la infiltración de agua en la tierra, lo que causa un aumento de erosión e inundaciones durante los eventos pluviales posteriores al incendio. Los sedimentos, contaminantes y desperdicios que se lavan corriente abajo pueden reducir el almacenamiento de los embalses y atascar tuberías de entrada a las instalaciones de tratamiento de agua. Muchas plantas de filtración de agua potable no tienen actualmente equipos suficientes para manejar la afluencia de sedimentos que puede ocurrir luego de un incendio forestal. Los eventos pluviales posteriores al incendio pueden movilizar grandes volúmenes de terreno recientemente quemado, aumentando rápidamente las cargas de sedimentos y la turbidez en cursos de agua adyacentes hasta en un 1000 %".
El estándar en sí surgió de un trabajo que comenzó en agosto de 2020 y se basó en el trabajo que Robichaud llevó a cabo como parte de su pasantía sobre normativa en ASTM el verano pasado. El estándar, fundamentado en los conocimientos científicos existentes y las prácticas de gestión actualmente en uso por parte de diferentes servicios de agua y responsables de gestión forestal, está diseñado para estimular a las partes interesadas a ser proactivas en el abordaje del riesgo de los incendios forestales para sus instalaciones y prepararse de manera anticipada para estos eventos. La guía permitirá a los servicios de agua, propietarios de tierras, organismos de gestión de tierras y de cuencas y otras partes interesadas pertinentes, mitigar mejor el riesgo de contaminantes surgidos de los incendios forestales.
"Es probable que veamos incendios forestales más frecuentes y más intensos en lugares en los que tradicionalmente no los veíamos", dice Robichaud. "Así, esos servicios que históricamente pueden no haber estado demasiado preocupados por el riesgo de incendios forestales, podrían tener que comenzar a prestarles más atención. Espero ver más estándares sobre gestión de incendios forestales como este en un futuro próximo, porque realmente no se ha publicado mucho en esta área para ayudar a las municipalidades, propietarios y demás personas a lidiar con los riesgos asociados a los incendios forestales. Mientras estos riesgos sigan aumentando, todos deberemos prestar más atención"