Reconstruir, no jubilarse
Reconstruir, no jubilarse
Un miembro usa su especialización en estándares para reconstruir y enseñar en Haití
Herb Nordmeyer, antiguo miembro de ASTM International, jamás planeó ir a Haití.
Cuando alcanzó los 70 años, Nordmeyer ya había tenido una carrera memorable. Había trabajado como consultor en el uso de puzolanas en cementos y estucos de mampostería. Posteriormente estableció un laboratorio de investigación de cemento para una empresa llamada Best Masonry and Tool Supply.
Mientras ejercía esta función se unió a ASTM International para dar presencia a su empresa en los Comités sobre Cemento (C01), Yeso y materiales y sistemas de construcción relacionados (C11), y Morteros y lechadas para albañilería (C12). Además, Nordmeyer se unió posteriormente a los Comités sobre Unidades de mampostería fabricadas (C15) y Productos de concreto prefabricados (C27).
Cuando se retiró, Herb planeaba guiar intrépidos viajes en kayak, crear libros con sus nietas y escribir oraciones para su iglesia. Pero una misión de corto plazo a Haití para esa iglesia en septiembre de 2013 llevó a muchas más visitas y un compromiso que pudiera mantener a Nordmeyer ocupado durante los años siguientes.
Durante su viaje inicial, el pastor Benoit, presidente de la Iglesia Luterana de Haití, mostró a Nordmeyer la necesidad crítica de viviendas resistentes a terremotos y huracanes. Benoit desafió a Nordmeyer a desarrollar una tecnología que pudiera usarse para construir estructuras de bajo costo resistentes a los desastres.
Su trabajo temprano se realizó directamente con personas que necesitaban casas construidas de forma segura. Buscó las maneras de obtener los mejores resultados con los materiales disponibles.
También trabajó con David South, del Monolithic Dome Institute, en el desarrollo de un domo "EcoShell" modificado de bajo costo para un área conocida como Jubilee en Haití. Los domos de 9 m (30 pies) de diámetro están construidos por equipos locales mediante moldes similares a un globo y varillas de refuerzo de basalto, con un espesor final de unas 2,5 pulgadas.
Para documentar este desarrollo, Nordmeyer escribió un libro, Homes for Jubilee (Kay pou Jubilee en criollo haitiano), que cuenta la historia de cómo se desarrolló la tecnología. El libro también sirve como un manual de construcción.
"En gran parte de Haití, los materiales de construcción, excepto el cemento Portland importado, que estén cerca de cumplir los estándares de ASTM International, no existen", dice Nordmeyer. "Sin un flujo importante de capital y capacitación, eso no va a cambiar durante la próxima década."
De hecho, ahora está enfocado en desarrollar capacidad. Imparte un curso al año, basado en sus experiencias en Haití, a estudiantes de ingeniería en la Universidad Americana del Caribe en Les Cayes, Haití.
En febrero de este año, Nordmeyer fue honrado por su trabajo con el Premio Cuatro Capellanes, denominado así por los capellanes militares de diferentes religiones de los EE. UU. que murieron, dando sus chalecos salvavidas a otros en un barco que se hundía, después de un ataque con torpedos en la Segunda Guerra Mundial.
Chris Peche, anterior beneficiario del Premio Cuatro Capellanes, postuló a Nordmeyer después de enterarse de su trabajo en Haití.
"Él trabajó con gente local a fin de capacitarlos para que ayuden a sus conciudadanos, ayudándolos sin prejuicios ni discriminación", dijo Peche. "Eso es exactamente lo que hicieron los Cuatro Capellanes: dieron sus vidas sin dudarlo para salvar hombres y darles la oportunidad de una vida más plena."
A pesar del estatus de "jubilado" de Nordmeyer, su trabajo en Haití lo sigue vigorizando. "Hay mucho que hacer en Haití y, en este tema, en todo el mundo", dice Nordmeyer. "Si alguien quisiera discutir las necesidades, siempre estoy listo para hablar."