El cambiante panorama del cannabis
P. Su trayectoria es interesante, ya que ha desempeñado cargos en el Instituto de Adicciones, Drogas y Alcohol de la Universidad de Washington y en los CDC de EE. UU., entre otros. ¿Cómo llegó a trabajar en la política del cannabis y en su puesto actual de la Asociación de Reguladores del Cannabis?
R. Trabajé en el control y la política del tabaco durante varios años antes de dedicarme a la política del cannabis. Después de trabajar en el departamento de investigación de un proveedor de líneas telefónicas para dejar el cigarrillo en la zona de Seattle y obtener un máster en salud pública en la Universidad de Washington por las tardes, me mudé a Atlanta para iniciar un programa de doctorado en ciencias del comportamiento y salud pública en la Universidad de Emory. Pude seguir trabajando en el campo de la abstinencia del tabaco en los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) mientras realizaba mi doctorado.
Me interesó mucho el consumo de cannabis en adultos jóvenes que consumían tabaco, en especial si el consumo conjunto de tabaco y cannabis estaba en aumento entre los adultos, y las razones por las que se consumían ambos (por ejemplo, si eran complementos o sustitutos). Estaba escribiendo mi tesis sobre ese tema cuando los estados de Washington y Colorado votaron a favor de legalizar el consumo de cannabis en adultos. Rápidamente, obtuve el apoyo de mi oficina en el CDC con el objetivo de estudiar el tema para la agencia y empezar a evaluar cuáles podrían ser las posibles implicaciones para la salud pública y la política derivadas de cambiar la regulación del cannabis. Al final, pasé a la Fundación CDC como consultora principal sobre cannabis, donde inicié una colaboración de aprendizaje para funcionarios de salud estatales que pretendía ayudar a las agencias estatales de salud pública a identificar y recopilar los datos necesarios para comprender las implicaciones de la legalización, compartir las mejores prácticas emergentes y colaborar.
PARA USTED: Un símbolo para la industria del cannabis
Cuando se produjo el brote de Lesión pulmonar por vapeo (vaping lung injury, VALI) en 2019 producto de la cual se enfermaron personas que usaban cigarrillos electrónicos y productos de vapeo, comencé a hacer que los reguladores estatales de cannabis se unieran a mis convocatorias junto con sus funcionarios de salud estatales. Los reguladores se interesaron mucho en la estructura que estaba creando cuyo propósito era la colaboración de los funcionarios de salud estatales en este tema. Los reguladores habían estado trabajando en la creación de algo similar en el ámbito regulatorio y me propusieron ayudarlos a desarrollar una asociación. Pasé un par de años asesorando a distintos estados mientras la Asociación de Reguladores del Cannabis (CANNRA) pasaba de ser una idea a una realidad. Luego, me contrataron, primero a tiempo parcial y después a tiempo completo, como primera directora ejecutiva de CANNRA cuando se formó la asociación en 2021. Estoy orgullosa de lo que CANNRA ha llegado a ser en poco tiempo.
Somos una asociación exclusivamente gubernamental y convocamos, educamos y apoyamos a los organismos gubernamentales que participan en la regulación del cannabis, los cannabinoides y el cáñamo en más de 45 estados y territorios de EE. UU., Canadá, Países Bajos, Albania y Malta.
P. El cannabis ha logrado una mayor aceptación en los últimos años, pero ¿cuáles diría que son los problemas más importantes o desafiantes a los que todavía se enfrenta el sector?
R. Se me ocurren algunos aspectos importantes que deben estar en el enfoque de la salud y la seguridad públicas, y del futuro del sector.
Cáñamo cannabinoide: tanto la marihuana como el cáñamo proceden de la planta Cannabis sativa L., y tanto la marihuana como el cáñamo pueden usarse para elaborar productos que contengan cannabinoides, incluidos los cannabinoides psicoactivos y psicotrópicos como el THC. Sin embargo, la marihuana sigue siendo ilegal a nivel federal y no puede venderse fuera de las fronteras estatales ni comprarse con tarjeta de crédito; a su vez, los productos cannabinoides del cáñamo no están sujetos a la regulación federal y pueden venderse en línea y fuera de las fronteras estatales en la mayoría de los estados. Esto crea confusión a los reguladores y consumidores, por lo que es importante hallar una solución para la seguridad de los consumidores y el éxito de ambas industrias.
Seguridad de los consumidores: debido a la designación federal del cannabis, los estatutos del estado, generalmente, han exigido a los reguladores que concedan licencias a laboratorios de pruebas de terceros dentro del estado para comprobar la seguridad de los productos de cannabis. Los laboratorios estatales no han podido ser los principales laboratorios de pruebas, tanto por problemas de capacidad como por temas legales. Por lo general, los laboratorios de terceros con licencia están restringidos a trabajar dentro del estado y tienen como clientes a los titulares de licencias estatales de cannabis. Esta estructura puede crear problemas de cumplimiento e incentivar a algunos operadores y laboratorios a escatimar en procesos. Pese a esto, una cantidad cada vez mayor de estados ha establecido o están trabajando en establecer laboratorios estatales de referencia que puedan ser de gran ayuda para los reguladores a la hora de comprender las incoherencias de las pruebas y para su uso en investigaciones que podrían dar lugar a la retirada de productos o a medidas coercitivas. A medida que aumenta la cantidad de estados con laboratorios de referencia, estos comparten información sobre cómo aprovecharlos para apoyar las pruebas, la inspección y la investigación.
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Priorización de los pacientes: mientras los programas estatales de legalización se amplían más allá de los programas de cannabis medicinal, es importante que sigamos comprendiendo lo que funciona científicamente para los pacientes, y lo que los pacientes desean y necesitan en el cannabis medicinal. Comunicar a los pacientes el nivel de regulación de los distintos productos cannabinoides y sus posibles efectos es un permanente desafío. Varios estados vienen organizando sesiones para escuchar y realizar encuestas a los pacientes a fin de garantizar que la evolución del mercado aumente el acceso y la seguridad de los pacientes en lugar de reducirlos. En la mayoría de los estados, los pacientes fueron la razón por la que las políticas sobre el cannabis empezaron a cambiar. Por este motivo, es importante mantener el enfoque en los pacientes, seguir trabajando con ellos y los médicos para garantizar que los programas ofrezcan productos adecuados, seguros y accesibles.
P. ¿Qué estándares específicos son más necesarios para abordar esos problemas de ahora en adelante? ¿Cómo contribuirán los estándares al progreso del sector?
R. Actualmente, se necesitan estándares prácticamente en todos los ámbitos, ya que se trata de una industria nueva. Y aunque existen varios estándares gracias al Comité sobre cannabis (D37) y de otras organizaciones de desarrollo de estándares, los estándares existentes deberán revisarse con frecuencia a medida que evolucionen los productos y la industria, y aprendamos más sobre la ciencia. Para ser más eficaces, los estándares deben desarrollarse en colaboración con los organismos reguladores, los investigadores, las partes interesadas de la industria, junto a los grupos de salud pública y seguridad. Los estándares también deben considerar el panorama actual del cannabis, en el que la política reguladora de los cannabinoides en EE. UU. se aplica en gran medida a nivel estatal y territorial. Pero con los productos de cáñamo cannabinoide disponibles en todo EE. UU. y con más países que lo legalizan, los estándares son esenciales para crear un nivel básico de seguridad para el consumidor en todas las jurisdicciones.
P. ¿Cómo ayuda CANNRA a los gobiernos a coordinar en el aspecto regulatorio y cómo puede esto apoyar el desarrollo de estándares?
R. CANNRA se fundó con la misión principal de convocar, educar y apoyar a los gobiernos implicados en la regulación y aplicación de políticas sobre el cannabis, los cannabinoides y el cáñamo. Contamos con una red de más de 1000 reguladores y funcionarios del gobierno. Estas personas se reúnen para compartir ideas y trabajar en las prácticas recomendadas a través de más de una decena de diferentes comités a los que damos apoyo y que comprenden toda la gama de aspectos regulatorios sobre el cannabis y el cáñamo. Ofrecemos seminarios web educativos y reunimos a los reguladores de manera presencial dos veces al año: una vez en un entorno exclusivamente gubernamental y la otra con las partes interesadas. En conjunto, todo ello nos ayuda a comprender dónde están surgiendo las prácticas recomendadas y dónde hay desafíos para su implementación sobre el terreno en términos de políticas. Estos elementos son vitales para alimentar el proceso de desarrollo de estándares, de modo que estos puedan basarse en lo aprendido y en lo que ya funciona, y puedan desarrollarse para facilitar su aplicación.
P. ¿Qué le diría a un profesional en los inicios de su carrera, que esté pensando no solamente en unirse a ASTM, sino en entrar en el campo de la investigación y la política sobre el cannabis en general?
R. El cannabis es un campo dinámico y emocionante, y necesitamos todas las mentes inteligentes que podamos juntar para pensar en el camino a seguir. A los profesionales que inician su carrera, se trata literalmente de una oportunidad única en la vida para participar en la formación de una nueva industria, y los estándares desempeñarán un papel indispensable para garantizar que se mantenga el enfoque en la salud pública y la seguridad de los consumidores mientras esa industria se desarrolla. Como investigadora, creo firmemente en escuchar todas las perspectivas e ideas. Creo que la mejor alianza es una amplia y diversa en la que personas con distinta formación y distintas perspectivas estén en el mismo lugar y debatan el camino por seguir. Ya sea si trabaja en el sector como si es investigador, regulador, médico, paciente, activista o profesional de la salud y la seguridad públicas, su participación en el desarrollo de estándares sobre el cannabis y los cannabinoides es muy importante.
David Walsh es el director de contenido de ASTM y el editor en jefe de Standardization News.
Gillian L. Schauer es directora ejecutiva de la Asociación de Reguladores del Cannabis (CANNRA). Es licenciada de la Northwestern University, magíster en salud pública de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Washington y doctora en ciencias del comportamiento y educación sanitaria de la Universidad de Emory.