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Durante su infancia en Chelsea, Massachusetts, el joven William "Bill" Ells probablemente no habría considerado una carrera de éxito en el negocio del calzado como su camino profesional más probable. En aquellos días estaba ocupado como monaguillo en la misma ciudad en la que es cantor litúrgico hasta hoy. Sin embargo, eventualmente el sector del calzado sí lo llamó.

Mientras trabajaba en un almacén de madera cerca de Chelsea, su ciudad natal, Ells se enteró de que había trabajo en una fábrica de caucho cercana. El resto, como dicen, es historia. Fue durante esta búsqueda de empleo que Ells conoció al hombre que se convertiría en su mentor en el sector del calzado. Aquel profético día, le dijo a un joven Bill: “Chico, si te metes en el negocio del calzado, nunca saldrás”. Ells dice entre risas, “han pasado 41 años y sigo aquí”.

Actualmente es vicepresidente de ventas de Vibram USA, y lleva más de 20 años en la empresa, que se dedica al diseño, desarrollo y producción de calzado y materiales para suelas de uso militar, industrial y en exteriores. Ells se unió a ASTM International y su comité de seguridad peatonal/en la calzada y calzado (F13) en 1998. Actualmente es miembro del comité ejecutivo F13 y ha trabajado como vicepresidente y como funcionario del subcomité. En 2013, el comité honró a Ells con el Premio al Mérito por su servicio y compromiso con los estándares de seguridad para calzado. También recibió el Premio al Servicio y el Premio al Liderazgo Destacado por su período en la Comisión de Estándares.

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P. Cuéntanos sobre tu trabajo en Vibram y cómo llegaste a involucrarte en el campo de la fabricación y distribución de suelas.

R. Hace poco más de 41 años trabajaba con un caballero en un almacén de madera que me dijo ‘Oye, mi padre dirige una empresa de caucho en la ciudad en la que vives. Deberías conocerlo’. En realidad, estaba pensando en trabajar para Weyerhaeuser y quería irme. Y así fue como conocí a mi mentor empresarial Bill Foshage y como entré en el negocio del calzado. Recuerdo que aquel sábado por la mañana me dijo: ‘Chico, si te metes en el negocio del calzado, nunca saldrás’. Han pasado 41 años y sigo aquí.

P. ¿Qué es lo más gratificante de trabajar en tu sector? ¿Cuáles son algunos de los desafíos que enfrentas tanto a nivel personal como de la organización?

R. Lo más gratificante acerca de lo que hacemos es ver el calzado terminado. Sí. Fabricamos suelas al otro lado de la calle donde estamos sentados hoy, pero la realidad es que, cuando voy por la calle o estoy en un aeropuerto y veo pasar a un miembro del servicio militar con sus botas puestas y veo ese logotipo de Vibram, hay mucho orgullo asociado. Nuestra marca ha llegado a la cima del Everest. Ha atravesado terrenos montañosos, calles urbanas y campos de batalla. Al fin y al cabo, es cuando vemos nuestra marca y esa persona es también un socio.

“El sector se mueve hacia dónde va el mercado laboral. El mayor desafío es cómo controlar la calidad. ¿Cómo controlar el desempeño de tu producto cuando tienes que moverlo de un continente a otro? En cuanto a los desafíos, las líneas de suministro siempre han sido un problema. ¿Dónde se va a fabricar el producto final, dado que el calzado es un sector muy artesanal? El sector se mueve hacia dónde va el mercado laboral. El mayor desafío es cómo controlar la calidad. ¿Cómo controlar el desempeño de tu producto cuando tienes que moverlo de un continente a otro? Y como la marca es todo lo que hacemos, es imprescindible que junto con nuestro nombre vaya ese signo de calidad.

P. ¿Cómo has visto cambiar tu campo, tanto tecnológicamente como en general? ¿Cuáles son los principales avances logrados?

R. Hace 40 años, había 440 fábricas de calzado en EE. UU. Hoy tenemos alrededor del 10 % de ese número. Fui testigo de la gran desaparición de la industria nacional del calzado. Cuando comencé hace 41 años había mucho énfasis en la industria nacional. Creo que la gente no tuvo la previsión en aquel momento de entender que el producto de alto desempeño acabaría saliendo de los 48 estados contiguos. El hecho es que sí lo hizo, y lo hizo rápidamente. Fue un cambio casi violento. Pero debes ir a donde el negocio te lleve.

Desde el punto de vista tecnológico, cuando empecé, los bocetos se hacían en un bloc; los planos se hacían prácticamente a mano. Hoy en día, con el corte por CNC, con el modelado 3D, todas estas cosas nos han hecho mejores y han acortado el plazo de entrega de lo que hacemos. La tecnología ha avanzado con los polímeros y los métodos de formulación. Ahora fabricamos un producto diseñado para mejorar la resistencia al deslizamiento sobre hielo mojado. Hace quince años, no creo que nadie pensara que eso sería posible. Pero a pesar de todo, la necesidad de estándares, de calidad y de resistencia se ha mantenido.

P. ¿Qué importancia tienen los estándares para la industria del calzado y cuáles son algunas de las formas en que los estándares hacen que el calzado y las suelas sean más seguros?

R. El calzado de seguridad puede ser utilizado por un electricista, por ejemplo, o por alguien que trabaje en una obra o en una fábrica de automóviles. Y allí hay estándares. ¿Qué ocurre si pisas un cable con corriente? ¿Qué ocurre si un bloque de acero de 75 libras cae de un banco y te golpea en el dedo del pie? ¿Si caminas por donde hay fragmentos de cristal y clavos? Todas estas son cosas que están en los estándares de calzado de seguridad. Y luego, por supuesto, la cúspide de todo: ¿Qué ocurre con la resistencia al deslizamiento? La suela y el suelo son dos cosas que van de la mano constantemente. Trabajan juntas. Estoy aquí en medio de nuestro centro de diseño. Nuestros diseñadores siempre están buscando formas de mejorar los ángulos y las texturas y compuestos para hacer el tipo de producto más antideslizante.

Puedo asegurarte que antes de los estándares la gente no tenía los factores de seguridad en su calzado que tienen hoy. Es posible que hayas tenido un zapato que no podía soportar el peso de esa carga de 75 libras que cae sobre tu pie. Piensa en lo que podría pasar. Ves a personas que trabajan en los camiones con elevadores después de una catástrofe, esos hombres y mujeres necesitan protección, y eso es lo que hacen los estándares. Y en mis más de 40 años, he visto la evolución de esos estándares.  Contamos con un gran grupo de personas dedicadas, como tantos otros miembros de la ASTM, a elaborar los mejores estándares posibles.

“Sé que trabajar en comités de consenso ha ampliado mi horizonte, me ha enseñado muchas cosas, y espero que los más jóvenes de nuestro sector o incluso los que llevan unos años tengan esa misma experiencia.”

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P. El año 2023 marcará 25 años con ASTM International para ti. ¿Qué importancia ha tenido ASTM en tu carrera y qué importancia tienen las organizaciones afiliadas en general en tu trabajo?

R. Recuerdo mi primera reunión. Entré en una sala y había 150 personas. No tenía idea de qué se trataban los estándares de consenso. Y veo manos subiendo y bajando y cosas que son convincentes y no convincentes. Pero cuando te sientas allí y lo analizas, es increíble el conocimiento que hay en la sala. Sé que trabajar en comités de consenso ha ampliado mis horizontes, me ha enseñado muchas cosas, y espero que los más jóvenes de nuestro sector o incluso los que llevan unos años tengan esa misma experiencia. Y es ahí donde creo que la mentoría es esencial para lo que hacemos. Cuando alguien llega por primera vez, todo es muy nuevo para esa persona. Y la mentoría adopta varias formas. Puedes ser mentor para alguien que llega y esa misma persona eventualmente puede ser tu mentor y ampliar tus horizontes, tu educación y tu conocimiento. Funciona en ambos sentidos.

P. En 2023, ASTM celebra su 125.º aniversario. ¿Qué ha significado ASTM para la comunidad de estándares a lo largo de los años y qué significa para ti ser presidente durante un año tan histórico?

R. Honestamente, es algo que te llena de humildad. Me siento honrado de ser presidente este año. Como dijo uno de los presidentes anteriores de ASTM, se trata de liderazgo de servicio. Al igual que cualquier otra persona en ASTM, los 30.000 miembros están aquí para trabajar en pos del bien común. Todos lo hacemos como voluntarios Tenemos un proceso que ha resistido la prueba del tiempo. Y en el corazón de lo que hacemos está el generar consensos. Todos tienen voz y voto, y eso es esencial para el desarrollo de estándares, como lo ha sido por 125 años. Y realmente espero, como muchos otros, que sea así por otros 125 años, y 125 años más después de eso. Es una fórmula que ha funcionado y funciona bien.

P. ¿Qué consejo le darías a un profesional en los inicios de su carrera que considera unirse a ASTM?

R. Diría que ni siquiera lo piense, simplemente que lo haga. Porque cuando te involucras y te conectas y tu conocimiento crece, y te vuelves parte de un bien mayor, las recompensas son sencillamente increíbles, para ti personalmente, para mí personalmente, para las profesiones de las personas, la educación. La capacidad de colaborar en un comité de 400 o hasta 2000 personas, como tenemos en algunos comités, es inmensurable. Y al final, estás prestando servicio a aquellos que confían en los estándares, ya sea que se trate de combustibles para aviación, atracciones en parques de diversiones o calzado. Cualquiera de esas cosas y muchas más dentro de los 148 comités y los más de 30.000 miembros es una combinación sencillamente increíble.