Compromiso a prueba de balas

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Preguntas y respuestas con Casandra Robinson, Presidenta de la Junta Directiva de ASTM 2025.
POR:
DAVID WALSH

No hay muchas personas que puedan decir que sus trabajos cotidianos ayudan a salvar vidas de forma directa. Cassy Robinson, Presidenta de la ASTM 2025, sí puede. Esta graduada de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Clemson, contará acerca de la importancia de este trabajo con franqueza, con un acento sureño digno de la mismísima Dolly Parton. Su carrera en el campo de la protección personal y la seguridad nacional ha ayudado a mantener más seguros a los socorristas y a los miembros de las fuerzas del orden durante 25 años.

“Salvar la vida de un agente de las fuerzas del orden tiene repercusiones no solamente para esa persona, sino también para sus familias y toda su comunidad”, afirma la ingeniera del Laboratorio Nacional de Tecnología de Seguridad Urbana (National Urban Security Technology Laboratory, NUSTL) del Departamento de Seguridad Nacional (Department of Homeland Security’s, DHS). “He conocido a muchos socorristas que se salvaron gracias a sus equipos de protección, y los estándares son una parte vital para garantizar que sus equipos funcionen como se espera. El verano pasado, el hijo de mi colega, que es agente del Departamento de Policía de Nueva York, recibió un disparo y se salvó gracias a su chaleco antibalas. Por eso, me comprometo a trabajar con los socorristas y a desarrollar estándares para sus equipos”.

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Cuando se le pregunta por su carrera profesional y detalles biográficos, Robinson responde: “Es una larga historia” y nos dice antes de hacer una pausa para reírse: “Aún no he terminado. Te dije que era una larga historia”.

Robinson se unió a ASTM International en 2006 y, antes de incorporarse al NUSTL, trabajó para el Savannah River National Laboratory (SRNL) del Departamento de Energía de EE. UU., el Instituto Nacional de Justicia (National Institute of Justice, NIJ) como empleada del SRNL y el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología de EE. UU. (National Institute of Standards and Technology, NIST).

Es presidenta del Comité de aplicaciones de Seguridad Nacional (E54) y vicepresidenta de tres subcomités del E54. También es miembro del Comité de ropa y equipos de protección personal (F23). Sus contribuciones a ASTM han sido reconocidas con un Premio al Mérito.

Además de su título de bachiller en ingeniería eléctrica de la Universidad de Clemson, Robinson obtuvo un máster en ingeniería industrial y en sistemas de la Universidad de Alabama.

Standardization News se reunió con Cassy en la planta de Safariland en Jacksonville, Florida, donde la empresa fabrica chalecos antibalas, cascos y escudos para las fuerzas del orden.

P. Cuéntenos cómo llegó a trabajar en el campo de los estándares en general y, luego, específicamente, en el Laboratorio Nacional de Tecnología de Seguridad Urbana, también conocido como “NUSTL”.

R. Mi primer acercamiento a ASTM International y la elaboración de estándares se produjo hace unos 20 años. Pero mi trayecto empezó cuando hice unas prácticas de verano en lo que hoy es el SRNL, en el establecimiento de Savannah River, en su grupo de robótica. Fue una experiencia tan extraordinaria que regresé a trabajar allí después de graduarme. El establecimiento pertenece al Departamento de Energía, construido en la década de 1950 para apoyar los programas de defensa del país durante la Guerra Fría, y allí se produjeron materiales que se utilizaron para fabricar armas nucleares. Ese proceso de producción suponía que había muchas zonas peligrosas para las personas: altos niveles de radiación, contaminación radiactiva, muchos productos químicos y otras cosas. En las áreas donde había esos peligros, las personas no podían trabajar con seguridad, por lo que nuestro grupo de robótica diseñó, creó y desplegó sistemas remotos y robots específicos de cada aplicación para realizar esos trabajos.

Para poder responder a cualquier operación in situ que necesitara robots o visión remota, tuvimos que tener a mano una gran cantidad de equipos y componentes. Gracias a nuestra experiencia en la creación rápida de herramientas y a nuestro arsenal de equipos, a finales de la década de 1990, empezamos a colaborar con el Instituto Nacional de Justicia (NIJ) para dar apoyo a las fuerzas de seguridad locales de nuestra área en aspectos como la vigilancia encubierta y las herramientas de búsqueda.

Los chalecos antibalas resistentes ayudan a salvar vidas.

Los chalecos antibalas resistentes ayudan a salvar vidas.

Cuando se produjeron los atentados del World Trade Center en 2001, enviamos nuestro equipo a Nueva York con nuestro arsenal de robots, sistemas de video y otras herramientas para ayudar a los equipos de búsqueda y rescate urbanos y al Departamento de Bomberos de Nueva York (New York City Fire Department, FDNY) a buscar sobrevivientes o restos humanos en el campo de escombros de la zona cero. La mayor parte del tiempo la pasé instalando sistemas de cámaras con zoom basculante y movimiento horizontal a distancia en los edificios altos que rodean la zona cero. Los bomberos podían utilizar un joystick para ajustar de manera remota la visión de la cámara mientras observaban un gran monitor de video en busca de objetos de interés en el campo de escombros. Antes debían utilizar prismáticos durante todo un turno para observar lo que ocurría y buscar en el campo de escombros, por lo que les facilitó mucho el trabajo, y lo hizo más eficaz. Lo segundo que hicimos fue montar pequeños conjuntos de cámaras y luces en postes extensibles que los equipos pudieran llevar al campo de escombros. Introducían las cámaras a través de pequeñas aberturas en cavidades donde podía haber personas atrapadas.

También teníamos robots con nosotros, que intentamos desplegar, pero los robots de esa época no podían desplazarse por el terreno y no funcionaban en esa aplicación. A continuación, el Departamento de Seguridad Nacional (Department of Homeland Security, DHS), en colaboración con el NIJ, patrocinó un estudio sobre las necesidades tecnológicas en materia de búsqueda y rescate urbanos, y encargó a mi grupo que lo dirigiera. Una de las necesidades más prioritarias era la mejora de los robots de búsqueda, y el DHS financió posteriormente al NIST para que dirigiera el desarrollo de los estándares sobre robots de respuesta mediante el Comité de aplicaciones de seguridad nacional (E54). Formar parte de ese comité fue mi primer contacto con los estándares de ASTM.

Estas experiencias llevaron a colaborar con el NIJ en su programa de estándares y pruebas. Y ahí es donde me convertí en una “cerebrito de los estándares”, y trabajé en estándares para chalecos antibalas, trajes antibomba, pistoleras, sistemas de inmovilización y muchas otras cosas. Durante ese tiempo, conocí a mis dos mentores en estándares del NIST y posteriormente pasé a trabajar allí, continuando mi labor en estándares y en la evaluación de la conformidad para las fuerzas del orden. En mayo de 2023, dejé el NIST para trasladarme al NUSTL, donde nuestra misión es apoyar a los socorristas. En los últimos 20 años, mi trabajo se ha centrado cada vez más en los socorristas y los estándares.

P. ¿Cuáles son algunas de las tecnologías más importantes que se están desarrollando en el campo de la seguridad nacional y la seguridad pública? ¿Cuál cree que será la más revolucionaria o que tendrá más impacto en el futuro?

R. Creo que, a medida que las organizaciones de socorro empiecen a utilizar cada vez más robots en sus operaciones, en especial los drones, cambiarán las reglas del juego. Proporcionan a los bomberos, por ejemplo, información sobre la situación. Son un ojo en el cielo de un evento, como el incendio de un edificio alto, ya que brindan a los bomberos una visión que jamás habían tenido antes para ver lo que está ocurriendo en el incendio. También se utilizan para patrullar las playas y encontrar a nadadores en apuros en el océano. Los drones pueden usarse para suministrar medicinas a víctimas de accidentes a las que un socorrista no puede llegar directamente a pie o en vehículo, y pueden proporcionar comunicación bidireccional con una persona en apuros para tranquilizarla y hacerle saber que la ayuda está en camino. Las imágenes de las noticias sobre la respuesta al huracán Helene mostraron cómo se empleaban drones de forma destacada para localizar a personas y entregar suministros a quienes estaban aislados de la ayuda. Son enormes avances para la seguridad pública.

Creo que otro factor de cambio en términos de desarrollo tecnológico que va a impactar en la seguridad pública y en los socorristas es el uso de la inteligencia artificial (IA) en muchas cosas, como el despacho asistido por computadora. Cuando se recibe una llamada en el 911, una persona atiende el teléfono y empieza a hacer una serie de preguntas sobre la emergencia. Al mismo tiempo, la IA puede empezar a analizar la información que se está recibiendo y la información de llamadas anteriores para hacer sugerencias sobre la respuesta más adecuada en términos de a quién y qué enviar para que sea más útil.

P. Actualmente es miembro de dos comités diferentes y preside el Comité de seguridad nacional (E54). Háblenos de algunos de los trabajos más importantes que se realizan en sus comités.

R. Creo que el trabajo más impactante que se está haciendo en el E54 está relacionado con los robots de respuesta; de nuevo, los métodos de prueba que se han desarrollado son muy utilizados y están teniendo un tremendo impacto no solo en el rendimiento de los robots, sino también en la evaluación del rendimiento de los operadores de esos robots. Van un paso más allá del robot en sí, hacia la cuestión de si la persona que lo maneja está calificada para hacer lo que pretende en una situación determinada. En segundo lugar, creo que el trabajo que estamos realizando en materia de protección balística de los agentes del orden es formidable. Por ejemplo, ahora hemos desarrollado estándares para los escudos a prueba de balas.

El proceso de fabricación de equipos de protección es minucioso.

El proceso de fabricación de equipos de protección es minucioso.

El estándar que se utilizaba anteriormente se desarrolló hace 30 años en el NIJ y requería pruebas mínimas en una probeta de blindaje que representaba la construcción de un escudo, no un escudo real. Ese estándar solamente exigía cinco disparos sobre la probeta de blindaje y el requisito de aprobación era que no hubiera penetraciones en esos cinco disparos. El problema con este criterio es que un escudo es más que solo el material del cuerpo del escudo, incluido el visor a través del cual mira la persona, la conexión entre el cuerpo del escudo y el visor, los cierres, los puntos débiles y los bordes: debe evaluarse todo el escudo y comprobar que funcione. ASTM ha desarrollado dos nuevos estándares para escudos balísticos con métodos de prueba y requisitos notablemente mejorados. Se exige que los escudos reales, de los tamaños más grandes y más pequeños vendidos, reciban, al menos, 50 impactos de disparos siguiendo dos secuencias diferentes de acondicionamiento alto y bajo con inmersión, y no debe haber penetraciones completas para que el escudo sea aprobado. Estoy entusiasmada con la forma en que estos nuevos estándares mejorarán la seguridad y las operaciones de los socorristas.

P. ¿Qué importancia han tenido la ASTM y su proceso de desarrollo de estándares para su trabajo?

R. El proceso de ASTM permite a las partes interesadas con diferentes perspectivas colaborar en los estándares y armonizar los estándares entre diferentes organizaciones. Como ejemplo, hace cerca de 10 años se inició una iniciativa para armonizar los métodos y los procedimientos de prueba de los chalecos antibalas entre el Ejército de Estados Unidos y el NIJ. Estas organizaciones tienen usuarios finales diferentes que actúan en situaciones diferentes (soldados en un campo de batalla frente a agentes del orden en comunidades), pero muchos de los procedimientos y los métodos de prueba eran similares, por lo que decidimos armonizar los estándares, en la medida de lo posible, a través de ASTM. Esto ha resultado en un conjunto de métodos y procedimientos de prueba a los que ahora hacen referencia el Ejército y el NIJ. Gracias a este proceso de consenso de ASTM, las partes interesadas pueden participar y expresar sus perspectivas y opiniones, y compartir sus conocimientos y experiencias. Al fin y al cabo, debemos trabajar juntos para llegar a un consenso, hacer concesiones entre los requisitos y lo que es realmente posible con la tecnología, para que todos sepan que hemos creado un estándar de calidad que satisface la necesidad.

P. Háblenos un poco del papel que desempeñan en su campo organizaciones como el Safety Equipment Institute (SEI). ¿Qué importancia tiene el SEI en el mundo de los estándares? ¿Qué papel desempeña el SEI?

R. Desarrollar un estándar para un equipo es un paso muy importante, pero no es el único. Como comité, siempre vemos hacia delante y nos preguntamos cómo se va a utilizar este estándar. Eso incluye preguntarse: ¿quién va a comprobar que el equipo cumple realmente el estándar? SEI es una de las organizaciones que ha desempeñado ese papel para equipos de socorristas durante muchos años, ya que ha emitido certificaciones de una serie de productos que van desde los respiradores para bomberos hasta los trajes antibombas. La certificación otorga un nivel muy alto de confianza en el funcionamiento de un producto gracias a un estricto proceso, que suele constar de cuatro pasos.

En primer lugar, el producto se somete a pruebas de conformidad con el estándar antes de su comercialización y, una vez certificado, sale al mercado con autorización para poner en la etiqueta la marca de conformidad del certificador. Posteriormente, se realizan pruebas de control de forma periódica, muchas veces anualmente. Otros dos pasos del proceso incluyen inspecciones de las instalaciones donde se fabrican los productos y una auditoria del sistema de calidad del fabricante. Estos pasos proporcionan un alto nivel de confianza en el desempeño de un producto antes de su comercialización y en su desempeño continuado a lo largo del tiempo, y el proceso da lugar a dos resultados útiles para los socorristas: etiquetas de productos que pueden ser consultadas por los usuarios finales y un listado en línea de productos certificados que puede ser consultado por los compradores. Sin embargo, la certificación es un proceso costoso y, a veces, el mercado no puede asumir este costo.

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En los dos últimos años, el SEI ha ofrecido otra opción de evaluación de la conformidad, denominada “Programa de verificación de ASTM”, que incluye pruebas previas a la comercialización y de control conforme a los estándares de ASTM (con exclusión de los otros dos pasos de la certificación). La verificación ofrece un nivel aceptable de confianza en el funcionamiento de un producto a un costo reducido, lo que hace más asequible para los fabricantes verificar los productos. El proceso de verificación da como resultado productos etiquetados como verificados y un listado en línea de productos verificados.

P. ¿Qué importancia tienen eventos como los Exojuegos de ASTM, que se celebraron en la sede principal por primera vez en 2024, para que los estudiantes se comprometan más con la organización?

R. Estoy muy entusiasmada con el trabajo de ASTM con los exoesqueletos, especialmente los Exojuegos para los socorristas. Tuve la oportunidad de asistir al acto de este año en agosto, junto con uno de mis colegas de NUSTL. Vimos los exoesqueletos que diseñaron y construyeron los equipos de estudiantes, aprendimos sobre sus capacidades y vimos cómo los equipos ponían a prueba sus exoesqueletos en diversos escenarios de socorristas, como el de un técnico de explosivos, el de un bombero y el de búsqueda y rescate. Los equipos compitieron por ver quién hacía el mejor trabajo con su exoesqueleto. Lo mejor del evento fue la colaboración entre los equipos y el proceso de aprendizaje que habían experimentado esos estudiantes en sus universidades: aprender sobre estándares, sobre exoesqueletos y sobre las necesidades de los socorristas. Este evento reúne a estudiantes, socorristas y estándares, y me hace mucha ilusión que mi laboratorio, el NUSTL, vaya a ser sede de los Exojuegos en 2025.

P. ¿Qué le diría a un joven profesional que esté pensando en formar parte de uno de sus comités o de ASTM en general?

R. Siempre que hablo con un joven, tanto si está en la universidad como si es un nuevo profesional que acaba de empezar su carrera profesional, lo incentivo a que estudie los estándares disponibles en su campo, a que estudie los desarrolladores de estándares que existen, a que piense en cómo puede participar y a que se involucre. Estoy convencida de esto porque me ayudó a acelerar mi carrera profesional. Abre un mundo que ni siquiera sabías que existía, un mundo de oportunidades, un mundo de aprendizaje y buenas experiencias. Me fascinó asistir a mi primera reunión del comité y ver en persona a expertos que sabía eran líderes en su campo, expertos de renombre mundial que jamás hubiera podido conocer y mucho menos a trabajar, y colaborar con ellos de otro modo. Hay mucho por aprender y madurar en ese proceso.

David Walsh es el director de contenido de ASTM y el editor en jefe de Standardization News.

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Enero/Febrero
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