El papel de los estándares internacionales ASTM en los Juegos Olímpicos de París 2024

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Los estándares desempeñarán un papel importante a la hora de reducir al mínimo el riesgo para los atletas que compitan en los Juegos Olímpicos de verano de 2024 en París.
POR:
JACK MAXWELL

Mientras lee estas líneas, atletas de todo el mundo se preparan para los Juegos de la XXXIII Olimpiada, más conocidos como los Juegos Olímpicos de Verano. En el acontecimiento deportivo internacional más importante del mundo, que se celebrará este año en París, participarán 32 deportes en los que competirán más de 10.000 deportistas de gran talento.

Por lo general, los espectadores se centran en la habilidad de los competidores, la emoción de los partidos y carreras individuales, y la cuenta de medallas. No se piensa demasiado en los peligros potenciales inherentes a muchos eventos. Aunque algunos deportes presentan riesgos evidentes para el bienestar físico de los atletas, como el boxeo y la lucha libre, la mayoría de las disciplinas se enfrentan a sus propios retos en cuanto a mantener a los participantes lo más seguros posible.

Los organismos internacionales que administran cada uno de los deportes son muy conscientes de la posibilidad de que se produzcan lesiones y establecen pautas para el equipamiento, las superficies de juego y otros elementos de sus pruebas específicas. Muchas de estas organizaciones tienen sus propios estándares bien establecidos. Sin embargo, algunos hacen referencia o incorporan elementos de los estándares de ASTM International como elementos clave de sus directrices.

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Varios estándares desarrollados con la dirección del Comité de equipamiento deportivo, superficies de juego e instalaciones (F08) desempeñan un papel de apoyo a los esfuerzos por maximizar la seguridad de los atletas que se darán cita en Francia este verano y en Los Ángeles dentro de cuatro años.

Deportes ecuestres

Cuando hablamos de atletas olímpicos, en general, pensamos en las personas que persiguen medallas en todo tipo de disciplinas, desde el tiro con arco hasta la halterofilia. Pero hay otro tipo de atleta, uno con cuatro patas, cola esponjosa y con una gran afición a la avena y las zanahorias.

Estamos hablando, por supuesto, de caballos. Estos impresionantes animales y sus compañeros humanos compiten en categorías ecuestres como adiestramiento, salto y concurso completo (una combinación de adiestramiento, campo traviesa y salto de obstáculos). Se podría pensar que preparar la superficie sobre la que tienen lugar estos eventos es una cuestión muy sencilla. Después de todo, la tierra es la tierra, ¿no?

Error, expresa Joe Carr, miembro del subcomité de superficies ecuestres (F08.28) y director del Equine Risk Management Group. “El suelo de la pista hípica de los Juegos Olímpicos de París está meticulosamente diseñado para cumplir los estándares más exigentes de la competición internacional con la dirección de la FEI (Federación Ecuestre Internacional)”, explica.

Se mezclará de manera meticulosa y equilibrada, arena de sílice, fibras de fieltro y aditivos geotextiles a fin de obtener una consistencia y estabilidad ideales, para los caballos y para los jinetes. “La arena proporciona una superficie consistente y estable para la tracción y el apoyo, al mismo tiempo que las fibras mejoran la absorción de impactos y reducen la compactación”, indica Carr. “Los aditivos geotextiles ayudan a mejorar el drenaje y evitan que la base se vuelva demasiado polvorienta o resbaladiza”.

El proceso de preparación de los locales ecuestres puede hacer referencia a varios estándares de ASTM, incluidos los métodos de prueba estándar para pruebas in situ de propiedades funcionales de superficies equinas: superficies artificiales (F3400) y resistencia al cizallamiento triaxial y cohesión de superficies de deportes equinos (F3415). También se cuenta con diversos métodos de prueba más específicos, como la cromatografía de gases (F3417), la calorimetría diferencial de barrido (F3418) y la difracción de rayos X (F3419), para evaluar las ceras de petróleo y otros componentes de las superficies ecuestres sintéticas.

Céspedes y sistemas artificiales

Varios deportes olímpicos se disputan en superficies de césped artificial. Entre ellos se encuentran el hockey sobre césped, el fútbol, el rugby, el atletismo y el tenis. Los estadios de hockey sobre césped y rugby de París tendrán césped sintético, y este último será un sistema híbrido. El subcomité de céspedes y sistemas artificiales (F08.65) se encarga de analizar los aspectos de seguridad de los sistemas de juego de césped sintético y sus componentes materiales. “Los estándares de ASTM para deportes y superficies deportivas son reconocidos en todo el mundo”, afirma Richard Breland, presidente de F08.65 y miembro desde hace muchos años de varios subcomités relacionados. “La Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) y DIN (la organización nacional alemana de estándares) han mejorado como consecuencia de los estándares deportivos ASTM desarrollados por los subcomités F08”.

En opinión de Breland, uno de los estándares más impactantes desarrollados por el subcomité está relacionado con la atenuación de golpes o impactos. Cuando alguien que juega al fútbol o al hockey sobre césped, por ejemplo, golpea el suelo, cuanto más impacto absorbe la superficie de juego, menos impacto siente el cuerpo del atleta.

La especificación del estándar para la atenuación de impactos de los sistemas de juego sobre césped medida en el campo (F1936) establece un valor máximo de 200 g-max. Las superficies de los campos deportivos generalmente se instalan con una atenuación de impactos que varía entre 60 y 125 g-max. Cualquier campo instalado por encima de 125 g-max estaría fuera de los estándares. (El término g-max se define como una medida de la atenuación del impacto de un sistema de superficie de juego, expresada como una relación entre la aceleración/desaceleración que se produce durante el impacto y la tasa de aceleración normal debida a la gravedad).

Los estándares para las superficies de carrera

Los estándares para las superficies de carrera son fundamentales para que las pruebas de atletismo sean más seguras.

“El rango típico podría ser de 60 a 100 g-max con la tecnología y la capacidad de fabricación actuales”, indica Breland. (Cuanto mayor sea el valor g-max, menos eficaz será la atenuación o absorción de impactos del sistema). También señala que el estándar F1936 pronto estará sujeto a revisión, que se realiza cada cinco años, y que el límite máximo de especificación podría “reducirse significativamente” para disminuir el riesgo de lesiones.

Otros estándares importantes sobre césped son el método de prueba estándar para medir la reducción de fuerza, la deformación vertical y la restitución de energía de los sistemas de césped sintético mediante el Atleta artificial avanzado (F3189) y el método de prueba estándar para la caracterización integral de campos de juego y materiales de césped sintético (F1551). De este último, Breland expresa que es “una recopilación de los estándares F08.65 y otros estándares relacionados que se utilizaron para desarrollar estándares de césped en el subcomité. El F1551 es una referencia rápida que pueden utilizar los fabricantes, especificadores y propietarios de césped para el desarrollo, producción, selección, etc., de césped sintético”. Las mejoras en la atenuación de impactos del sistema de césped y la optimización de la relación zapato-superficie podrían reducir considerablemente el riesgo de conmoción cerebral y de lesiones relacionadas con la superficie de las extremidades inferiores.

Lacrosse

El lacrosse, el deporte de equipo más antiguo de América, tiene sus orígenes cerca del año 1100 d.C., cuando los iroqueses de Nueva York y las zonas adyacentes de Canadá celebraban partidos que podían durar días. Es evidente que este deporte ha evolucionado a lo largo de los siglos y marcará un nuevo hito cuando haga su debut olímpico moderno en los Juegos de Verano de 2028 con los juegos de seises masculino y femenino (una variante que se juega con seis jugadores en lugar de 10 hombres u 11 mujeres).

Ann Kitt-Carpenetti es presidenta de la Asociación Panamericana de Lacrosse y ha presidido el subcomité sobre equipamiento de lacrosse (F08.31) durante ocho años. Explica que, al igual que ocurre con varios deportes olímpicos, los organismos rectores que regulan la competición mundial no utilizan los estándares de ASTM relacionados con el lacrosse.

“Las reglas internacionales dictan los requisitos de equipamiento para el lacrosse femenino en juegos internacionales”, señala Kitt-Carpenetti. “World Lacrosse es la organización mundial que rige el lacrosse y está reconocida por el Comité Olímpico Internacional (COI). Desde el punto de vista del equipamiento, el juego internacional de seises femenino permite, en el presente, el uso de anteojos, pero no es obligatorio”.

Kitt-Carpenetti indica que el juego masculino en todas las disciplinas (lacrosse de campo y de caja, además de los seises) tiene un juego totalmente diferente de requisitos de los equipos de protección, y estos no se mantienen en la actualidad en ASTM.

Los dos estándares de ASTM sobre equipamiento de lacrosse femenino son las especificaciones estándar para los cascos (excluidos los porteros) (F3137) y los protectores oculares (F3077). F3137, que cubre los requisitos de rendimiento (absorción de impactos, absorción de impactos de pelota y deformación) y los métodos de prueba correspondientes, diseñados para afrontar la fuerza de los impactos incidentales de palos y pelotas en los cascos de protección, se desarrolló en el subcomité de cascos y accesorios para la cabeza (F08.53), que cubre los deportes de combate, accesorios ecuestres para la cabeza, las bicicletas, etc., con importantes aportaciones de F08.31.

“Todos los accesorios de cabeza que incluyan anteojos integrados deben cumplir el estándar F3077 para anteojos”, afirma Kitt-Carpenetti. “En Estados Unidos, los anteojos que cumplen este estándar son un elemento obligatorio del equipamiento del lacrosse femenino en todos los niveles de juego, pero el casco sigue siendo opcional en las reglas. A nivel internacional, los anteojos son opcionales y no se permite el uso de cascos”.

Pero, ¿qué ocurre con los porteros, que no están cubiertos por el F3137? Según Kitt-Carpenetti, los cascos para porteras (al igual que los cascos masculinos utilizados por los no porteros) están cubiertos por los estándares de rendimiento administrados por el Comité Operativo Nacional sobre Estándares sobre Equipos Deportivos (NOCSAE). Esta organización, con sede en Estados Unidos, cubre determinados tipos de equipos de protección utilizados en béisbol, fútbol, hockey, lacrosse y polo.

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“La posición de portera en el lacrosse femenino es diferente a la de jugadora de campo. La mecánica de las lesiones es diferente y el equipo de protección que llevan las porteras también”, explica Kitt-Carpenetti.

Ciclismo

La categoría de ciclismo en los Juegos Olímpicos comprende cuatro disciplinas: ciclismo en carretera, ciclismo de montaña, ciclismo en pista y BMX. Si bien existen no menos de nueve subcomités de la F08 relacionados con el ciclismo, que abarcan desde cuadros hasta frenos y ruedas, Bud Kisamore explica que los estándares que desarrollan están más orientados a la seguridad que al rendimiento y no son necesariamente pertinentes para el tipo de equipamiento utilizado en las Olimpiadas.

“Los eventos competitivos suelen ir más allá del rendimiento y tienen requisitos que pueden diferir de los estándares con los que trabaja ASTM”, manifiesta Kisamore, presidente del subcomité de bicicletas (F08.10) e ingeniero de pruebas de seguridad de productos en Quality Bicycle Products.

También agrega que la industria de bicicletas se rige, en principio, por organizaciones de estandarización distintas de ASTM. “La ley que deben cumplir todos los fabricantes para vender bicicletas en EE. UU. es la 16 CFR (Código de Reglamentos Federales) 1512, pero muchos fabricantes de bicicletas también hacen negocios en otros países. Es decir, la industria debe prestar atención a la labor de otras organizaciones de estandarización nacionales e internacionales y participar en ellas”.

Algunos estándares de ASTM son aplicables más allá de lo que una persona vaya a hacer con la bicicleta. “Los estándares de bicicletas para horquillas y cuadros y, en particular, las secciones que abordan la fatiga y los requisitos de las pruebas de durabilidad de carga máxima/impacto, son relevantes para todos los productos, tanto si el usuario final es un ciclista ocasional como un experimentado corredor de categoría 1”, comenta Kisamore.

En términos generales, Kisamore comenta que los Juegos Olímpicos son una de las pocas oportunidades de que las personas conozcan el ciclismo y puedan despertar el interés de nuevos entusiastas quienes, quizá, no estén familiarizados con los fundamentos para iniciarse. En este escenario, es donde los estándares de ASTM adquieren más relevancia.

Tomemos la clasificación estándar para el uso de bicicletas (F2043). “Cuando las personas ven las pruebas olímpicas y se sienten atraída por uno o varios de los diferentes estilos de bicicleta, es muy importante que puedan dirigirse a un distribuidor y encontrar el tipo de bicicleta que buscan”, expone Kisamore. “El estándar de clasificación de uso ASTM pretende ayudar al usuario final a identificar de manera correcta los diferentes tipos de bicicletas disponibles y asegurarse de que está comprando el tipo de producto que satisfará adecuadamente sus necesidades”.

Los Ángeles y más allá

Desde el punto de vista de la comunidad de elaboración de estándares, las Olimpiadas representan un reto complicado. Con más de 30 deportes, cada uno administrado por su propia agencia gubernamental, existen diversos factores influyentes. Si a esto añadimos que gran parte del equipo usado por los mejores atletas del mundo es básicamente el mismo utilizado por las personas corrientes que practican estos deportes, tenemos un entorno de estándares complicado.

Como ya se ha señalado, muchos de los estándares de ASTM relacionados con el deporte están más orientados a cuestiones que afectan la seguridad en lugar de temas más específicos de los competidores de alto nivel.

No obstante, los estándares de equipos desarrollados por los diversos subcomités de la F08 están teniendo un impacto. Dos ejemplos destacados de atletas que estarán más seguros gracias a estándares, como F1936 y F3137, son los jinetes que participarán este verano en París y las jugadoras de lacrosse dentro de cuatro años en Los Ángeles. El césped sobre el que se juega en París también puede ser más seguro.

Es razonable suponer que, a medida que siga mejorando la coordinación entre las distintas entidades que administran los deportes internacionales, los estándares de ASTM desempeñarán un papel aún más destacado en los futuros Juegos Olímpicos. ■

Jack Maxwell es escritor independiente y reside en Westmont, Nueva Jersey, EE. UU.

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Julio/Agosto
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2024
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F08