Tomarse el éxito con calma
“Cada día que pasa, uno tiene más éxito que el día anterior”.
Andy Kireta dice que esta es una de las lecciones que aprendió cuando entrenaba como corredor de fondo. Pero funciona muy bien para resumir su personalidad. Kireta siempre se ha esforzado por dar el paso siguiente, ya sea en un trabajo en una granja cuando adolescente, con la limpieza de la casa de su fraternidad universitaria o con el entrenamiento para los ultramaratones.
Después de convertirse en Presidente de ASTM International el 1 de mayo, Kireta está aportando a la organización su espíritu de siempre trabajar con esmero. “Es la manera en que abordo la mayoría de las cosas que hago”, comenta. “Busco esto en los demás. Y, en los equipos que formo, participan personas que pueden responsabilizarse de las cosas. Todos me ven como el presidente y el líder de la organización, pero no espero que nadie haga lo que yo no haría. Valoro la ética del trabajo, donde uno se pone manos a la obra y lo resuelve, no solo pregunta lo que tienen que hacer los demás para resolver un problema”.
Hablé con Kireta unas semanas después de que asuma la presidencia y me explicó claramente que ya metió el diente. Durante nuestra charla, le pregunté por la repercusión de su traslado a ASTM, cómo su formación lo preparó para asumir el mando y qué espera conseguir durante su mandato. Kireta me contó cómo se apasionó por la organización y por qué le emociona enfrentarse a una nueva serie de retos. Y sí, también hablamos de cómo le picó el bichito del ultramaratón, y de lo que podríamos aprender de la mentalidad de los corredores.
Cómo arreglar las cosas
La ética del trabajo de Kireta le fue inculcada a una corta edad, por haber crecido en una familia de clase trabajadora que le daba gran importancia a la autosuficiencia.
“Mi forma de pensar proviene de mi padre y mis abuelos, antes incluso de empezar a trabajar”, explica. “No venía de una familia con grandes recursos, así que me enseñaron a ser autosuficiente y a manejar herramientas. Comencé a trabajar en una granja a los 14 años. Si había algo que arreglar, lo arreglábamos. Fue en New Hampshire y yo estaba en medio del bosque, cortando leña en invierno. Si el cortador de troncos se estropeaba, tenía que ver cómo arreglarlo. La idea siempre fue que si había que trabajar, el trabajo iba antes que el juego”.
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Durante la secundaria, Kireta comenzó a trabajar en la construcción. Aprendió carpintería, instalación de tejados, revestimientos y otros oficios mientras construía casas adosadas y condominios. En un principio, Kireta pensó en estudiar arquitectura, pero su mentalidad de ‘hágalo usted mismo’ lo llevó hacia la ingeniería mecánica. “Me fascinaba cómo funcionaban las cosas y cómo se diseñaban”, recuerda. “He aplicado esa manera de pensar a lo largo de mi carrera”.
Después de inscribirse en la Universidad de Purdue, Kireta comenta que le llevó cierto tiempo adaptarse, ya que el énfasis en la teoría no encajaba con su mentalidad práctica. Pero agrega que se esforzó hasta su tercer año cuando, por fin, fue capaz de tomar ideas teóricas y aplicarlas a problemas del mundo real.
Kireta, un orgulloso Boilermaker de Purdue, adjudica gran parte de su éxito a la universidad, que empezó como una escuela agrotécnica y que aún honra sus raíces al estimular a los estudiantes a pensar en las implicancias prácticas de lo que aprenden. También recuerda el valor de manejar el edificio de su fraternidad. Kireta tuvo la ocasión de comprobar su compromiso con la actitud de “no esperar que nadie haga lo que yo no haría”, limpiando habitualmente después de una desordenada reunión de universitarios. En lo que también podría pasar como un mantra apropiado, Kireta recuerda: “Unos días tenías el mazo y otros el trapeador”.
Andy Kireta se incorporó a ASTM International procedente de la Asociación de Desarrollo del Cobre (CDA). Anteriormente se desempeñó como presidente de la junta directiva de ASTM en 2020.
Después de graduarse, Kireta tuvo varias oportunidades de hacer ingeniería de planta in situ. Sin embargo, estuvo muy intrigado por una oferta para trabajar en una empresa de consultoría en el campo de la ingeniería nuclear, un trabajo que le permitiría desplazarse de un sitio a otro y trabajar en distintos proyectos. Cuenta que logró una enorme experiencia práctica, tal como deseaba, ya que era habitual tener que afrontar problemas que escapaban de las soluciones planteadas en los libros de texto.
“Yo iba a una planta donde había una gran preocupación por la seguridad, pero parar por un día era extremadamente costoso”, menciona Kireta. “Tenía suficiente experiencia para darme cuenta de que en el plano, la tubería parece una línea. Pero sabía que, en realidad, tiene 30 cm de diámetro y si la pongo en esta pared, no podrán soldarla. Se valoraba mucho la habilidad de pensar con los pies puestos en la tierra y de actuar con rapidez. Se nos ocurrieron algunas ideas muy locas después de trabajar 24 horas al día, tres o cuatro días seguidos, cuando comprendí que si voy a ir a dormir, más vale que averigüe cómo resolver este problema. Descubrí que me desenvolvía bien en ese ambiente”.
Estándares para el éxito
Al inicio de su carrera profesional en la industria nuclear, Kireta empezó a trabajar cada vez más con estándares de organizaciones como ASTM. Durante su trabajo, la mentalidad práctica de Kireta se vio dedicada en particular a los problemas que surgían de averiguar qué estándares aplicar en una situación dada. Salir al campo podía significar una visita a una planta construida décadas atrás, lo que implicaba tener que entender los códigos históricos y los estándares que se usaban en ese momento.
Luego, Kireta se incorporó a la Copper Development Association (CDA), donde asumió un cargo en representación de la industria del cobre estadounidense en 14 estados del Medio Oeste. Recuerda su incorporación a la organización como una gran posibilidad de crecimiento, donde aplicó las habilidades adquiridas y se vio obligado a tomar las riendas y crear oportunidades por sí mismo.
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“Cuando me incorporé a la CDA, tuve la oportunidad de utilizar muchos de los conocimientos adquiridos al principio”, observa. “Diseñaba sistemas de tuberías para centrales nucleares y, luego, empecé a hablar con empresas de ingeniería sobre por qué debían elegir el cobre, cómo debían diseñar sus sistemas de manera correcta, a enseñar a los instaladores la forma correcta de hacerlo para evitar fallas y solucionar las fallas que se habían instalado. El trabajo reunía todas esas cosas y me arrojó al mercado, donde tuve que valerme prácticamente solo”. Kireta aceptó el reto y asumió al cargo de Presidente y CEO después de 31 años de trabajo en la organización.
Al inicio de su etapa en la CDA, Kireta se vinculó con la ASTM cuando su organización tuvo la necesidad de ampliar los índices de máxima presión admisible para el cobre que se utilizaba en los sistemas de tuberías. Después de incorporarse al Comité sobre cobre y aleaciones de cobre (B05), Kireta decidió participar en el proceso y aprender cómo funciona ASTM. “No iba a quedarme sentado en una reunión, así que me incorporé a un grupo de trabajo, llegué a dirigirlo y trabajé para realizar cambios”, explica.
En un principio, el objetivo de Kireta no era ascender en ASTM. Como principal organización comercial de la industria del cobre, la CDA prefirió desempeñar un papel de apoyo. Sus siguientes pasos lo llevaron a realizar contribuciones fundamentales a la organización y también encajaron a la perfección con su personalidad.
“Asumí puestos de liderazgo que la mayoría de las personas no quiere tomar”, declara. “Se abrió la vacante para el puesto de secretario de afiliación y acepté encararlo. Realmente era un puesto de servicio. Ayuda al comité, pero no toma el control del trabajo ni influye de forma indebida en él. La otra función que de verdad disfruté fue la de presidente del Comité de premios. Con frecuencia se pasa por alto, pero fue una valiosa oportunidad para reflexionar sobre el hecho de que no seríamos la organización que somos sin el trabajo voluntario de los miembros. A menudo, un pequeño porcentaje de miembros realiza el trabajo para sus comités, redacta los nuevos estándares, encuentra nuevas oportunidades y orienta a otras personas. Como presidente del Comité de premios, pude dar un reconocimiento a esas personas”.
A lo largo de las décadas siguientes, Kireta profundizaría su participación en ASTM, que culminaría al asumir el cargo de presidente de la Junta en 2020. Ansiaba participar en la consagrada tradición de viajar a las semanas de comités y reunirme con los comités ejecutivos. Pero a los tres meses del mandato, la pandemia de COVID-19 golpeó el mundo, lo que dio lugar a un año de presidencia que fue cualquier cosa menos típico.
“La verdad es que aproveché mucho ese año porque observé la organización y di orientación sobre cómo afrontar los grandes problemas”, reflexiona. “¿Cómo dirigir una organización cuya cultura está basada en reunir al personal en una oficina y reunir a los miembros para hacer el trabajo? Cerrar las puertas y rendirse no era una opción. Era un desafío que había que afrontar de forma urgente. El cargo de Presidente me dio la oportunidad de constatar la fortaleza del personal directivo, de hacer que todos estén de acuerdo y de trabajar para hacer algo rápidamente. Me sentí orgulloso de formar parte de eso. La foto de nuestro presidente del consejo de ese año es, en esencia, una captura de pantalla de una reunión en Teams”.
El paso a ASTM International
La membresía de Kireta a la ASTM le enseñó a superar grandes retos al mismo tiempo que profundizaba su pasión por la organización y le inculcaba un fuerte sentido de cómo seguir esforzándose por alcanzar la excelencia. Cuando se le ofreció el puesto de presidente, lo aprovechó. “Fue algo especial ver lo comprometidos, exitosos, leales y dedicados que son el personal y los miembros. Esa es una de las principales razones por las que, cuando me planteé el puesto de presidente, me dije: ‘Este es un lugar donde me gustaría estar’.
Andy Kireta es un corredor de ultramaratones dedicado. Aplica muchas de las lecciones que aprendió mientras corría a su carrera y a su enfoque como líder.
Hablando con Kireta, apenas 30 días después de haber asumido la presidencia, ya se ha adaptado, y sigue esforzándose por alcanzar el siguiente nivel. Un componente fundamental de su visión consiste en mantenerse fiel a los objetivos de los fundadores de la organización a la vez que garantiza la preparación para el futuro. “ASTM tiene que asegurarse de contar con un modelo de negocio vigente y un plan para poder apoyar nuestra misión central. Gran parte tiene que ver con el hecho de que la misión de la organización es 100 % correcta. Pero con el tiempo, en cualquier organización, las personas llegan a tener una interpretación diferente de lo que es. De vez en cuando, vale la pena volver atrás y preguntarse: ‘¿Qué significa eso en el contexto de hoy?’”.
Hoy en día, Kireta afirma que hacerse esa pregunta es de suma importancia. Pero indica que ASTM no se enfrenta a “amenazas existenciales”, sino únicamente a retos que la organización está preparada para afrontar. Kireta es la misma persona que se orientaba por los aspectos de la ingeniería relacionados con la resolución de problemas y manifiesta que le entusiasma la tarea. “Una de las cosas que me intrigó es que no voy a limitarme a venir y dirigir la organización del mismo modo que ha funcionado durante los últimos 20 años”, afirma. “Con la calidad de los miembros y el entusiasmo del personal, ASTM está preparada para hacer cambios. Eso es lo que hace que estar aquí sea emocionante y valga la pena”.
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Más éxitos cada día
Cualquiera que haya conversado con Kireta en una llamada de Teams seguramente habrá visto su pared, llena de medallas conmemorativas de sus experiencias como corredor de larga distancia. Dados sus logros y su pasión, se podría suponer que fue una estrella de las carreras a campo traviesa en la secundaria.
Sin embargo, Kireta cuenta que no empezó a correr hasta los 36 años. Y no fue una habilidad que surgiera de la noche a la mañana. De hecho, empezó con simples paseos con su mujer, Missy. Luego, intentó correr en la pequeña pista cubierta de su centro comunitario. El siguiente paso fue entrenar con una amiga que tenía la intención de correr media maratón. Mientras esperaba sentado a media milla de la línea de meta a que ella terminara la carrera, Kireta se percató de algo: “Vi diferentes tipos de personas, diferentes tipos de cuerpo, diferentes enfoques. Si a todos ellos les divierte tanto llegar a la meta, quizá yo debería probar”.
El siguiente paso, como suele decirse, es historia. Kireta continuó esforzándose y cada día tenía más éxito que el anterior. Y aunque la forma de pensar del corredor se ha convertido en una parte esencial de su identidad, dice que no es tan sencillo como salir a correr para encontrar respuestas fáciles.
“Solía pensar que una de las cosas que me aportaba correr era resolver problemas”, expresa Kireta. “Y lo hago. Nadie puede llamarme, así que tengo tiempo para pensar. Pero lo que descubrí es que en realidad no era yo quien resolvía los problemas. Pensaba en un problema mientras corría y separaba la emoción del problema mismo. Descubrí cómo pensaba sobre un problema, cómo me sentía acerca de un problema. Cuando regresaba y tenía que lidiar con ese problema, lo podía hacer con un poco más de lucidez y de objetividad”.
JP Ervin es editor de contenidos de Standardization News.